Nuevo Año

En el ducado le han preparado un pastel a Lucía, cumple 11 años y está a días de iniciar un nuevo año en la academia.

Ha recibido muchos regalos, incluyendo el príncipe y Raúl.

Algunos nobles de alto rango también, buscando algún compromiso o amistad, el ducado es muy importante.

-Vaya soy famosa, mira cuanto me han mandado, bueno disfrutaré la vida.

- Hermana que te mando el príncipe la princesa te manda esto ten.

-Un kit de costura es encerio? Bueno se le agradece ella es como mi madre, tendrá una nuera que si sepa bordar, el príncipe me mandó esto, un juego de pendientes que si me lo pongo se me caerá la cabeza, tal vez dentro de unos años pueda usarlo, en cambio, Raúl me mando un bonito dije de color verde como mi cabello, mira, no es lindo.

-Si es lindo, por qué presiento que él será mi cuñado.

-Oye, para eso falta mucho.

-Lucía y el príncipe, su compromiso quedó retrasado pero el emperador insiste, que vas a hacer si deciden que se tienen que comprometer.

-Eso no pasará, si yo no quiero, padre jamás permitirá que sea obligada, que se conformen contigo, tú serás el próximo Duque.

-Y crees que padre este conforme en que te conviertas en una marquesa y que te vayas del reino.

-Me preocuparé por eso en algunos años así que no hay por qué tocar el tema ahora.

Así pasaron el resto de vacaciones en su casa y al término de estas partieron a la Academia, este año tendrían otro piso ya son de segundo y más clases, para las de magia Raúl y Lucía están en el curso avanzado con los de cuarto año, les tocará compartí clases con Rafael, el príncipe seguirá en con los de tercer año no quiso ser incluido para no molestar a Lucía, pero si le incomoda que siga cerca de Raúl.

Lucía le tocó con una chica que es plebeya pero muy amable, se llevaron bien desde el primer día.

En sus clases solo coincidirá con Raúl en magia, combate, negocios y Etiqueta, las demás son propias para hombres y otras para mujeres.

Nada más para su clase de magia y combate había algo con lo que no contaban, ellos no podrán practicar juntos.

Ambos soltaron sus espadas y cayeron al pasto cansados pero riendo porque jamás imaginaron eso.

-Y ahora que vamos a hacer, Raúl no puedo practicar contigo.

-No sé jamás me imaginé nada de esto, nos pondrán en pareja pero con otros alumnos.

-Dejen de descansar les pondré otra pareja, Raul estarás con Rafael y tu Lucía con Victor.

Alberto veía desde la parte alta el entrenamiento y se dio cuenta del cambio de parejas, se preguntó qué pasaba.

-Que tanto ves, oh es Lucía, lo siento príncipe creo que te quedaras sin prometida.

-Mario por favor no molestes, no sé por qué los cambiaron.

-Su poder tiene un vínculo con el maná, eso no les permite entrenar el uno con el otro.

Están sincronizados, aunque pelearan con los ojos vendados, ellos no se podrán lastimar, incluso si pelean con maná.

El maestro de magia que pasaba por ahí, les explicó y ambos entendieron.

-Eso está bien, si se pelean no pueden matarse, jaja le diré a mis padres que hagan eso, cada vez que discuten salen cosas volando.

-Mario no digas tonterías, ellos no son pareja.

-Si lo son y yo creo que más fuerte si es que comparten maná o usted que piensa maestro.

Pero el maestro ya se había ido, la cara del príncipe lo decía todo, estaba molesto así que mejor se fue para no estar en la conversación

Mejor Alberto se fue a sus clases dejando ahí a Mario, que por error de la administración volvería a ser su compañero de cuarto.

-Raúl seguirás enojado, ya te pedí perdón no soy buena bailando, no sabía que este año en etiqueta sería el baile, mira te daré mi postre para que me perdones.

Los demás compañeros veían con gracia como esos dos se peleaban, aparte la clase de etiqueta fue graciosa, por llegar tarde a Lucía y a Raúl les tocó bailar frente a todo el grupo, lo cual ocasionó que Lucía pisará varias veces a Raúl, causando la risa de todos.

-Está bien te perdono, pero te recomiendo practicar, mis pies me duelen.

-Ten cómetelo, me retiro tengo mucho sueño, nos vemos mañana.

En el pasillo camino a los dormitorios Lucía se encontró con Alberto.

-Terminaste de cenar, crees que podamos platicar un rato.

-Príncipe, mmm si vamos al jardín, de que quiere hablar conmigo.

-Lucía esto será así, tu trato hacia mí será siempre así.

-Quiere que lo persiga por toda la escuela, no príncipe ya no será así, no se preocupe prometí no molestarlo y no lo he hecho.

-Pero podemos tener una amistad cordial, nosotros algún día seremos...

-Nada, nosotros no seremos nada, lo del compromiso yo no lo acepto.

-Pero este matrimonio es conveniente para ambas familias.

-Si pero no es necesario, la princesa ya está comprometida con mi hermano.

Príncipe a que se debe su cambio, usted no estaba de acuerdo con el compromiso.

¿Que cambio? Lo del sello, su maná siempre me rechazo por eso cuando yo estaba cerca usted me rechazaba.

-Tú siempre llegabas y me decías que yo sería tu esposo, que seria emperatriz y peleabas con las demás niñas.

-Bueno sí, soy una niña que desde que nació esta pegada a ti, tú eres un príncipe mi mamá siempre dijo que me casaría contigo, que me amarías, ese alimento más mi capricho, pero era el sello él que me llamaba a ti.

Sin el sello solo somos dos personas que solo se saludaran si es necesario.

-Pero Lucía tú sí me agradas, si nos comprometemos no tengo ningún problema.

-Alberto, tú no me amas eso no es amor, en realidad no sé que es pero amor no, el amor es algo diferente, somos niños a nuestra edad solo es amistad.

Para una relación así nos falta mucho, mira estamos en una escuela donde puedes conocer a alguien más.

Por favor trata de comprenderme, yo no quiero un compromiso con nadie en este momento.

Buenas noches.

Alberto se quedó ahí en el jardín, tenía que pensar bien qué hará, ella tiene razón solamente es un niño queriendo ser un adulto, hablara con su padre para que no insista en el compromiso.

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