un poder enorme

Lucía paseaba por el jardín, se sentó al pie de un árbol y se quedó profundamente dormida.

-Lucía, Lucía me escuchas.

-Hee si, donde estoy!! Me volvía a morir, nooo

puede ser.

-No, no estás muerta, soy la diosa de la vida.

-La que?

-La diosa de la vida, he venido a ayudarte, tu poder debe despertar, sabes que la guerra llegará y debes prepararte, mande tu vida en forma de un libro para que te des cuenta de que tienes que ser diferente.

-Yo no voy a repetir la historia, de hecho ya no quiero el compromiso.

-Tu poder está sellado, debes entrenar el control de tu maná para poder controlarlo.

solo así podrás ocupar las piedras rojas del maná.

-Como que mi poder está sellado en la historia decía que tenía magia pero muy débil.

-No es débil es poderosa así como la del príncipe

Solo que el sí nació con la habilidad de control, tu cuerpo necesita aprender.

Cuando tú naciste, en el momento de salir de tu madre tu poder casi la mata, la emperatriz estaba ahí con su bebé en brazos y lo puso junto a ti, con un conjuro entrelazo tu maná con el de él, así fue sellado, por eso tú lo sigues a todos lados y sientes la necesidad de estar a su lado, si los dos se separan tú morirás porque no puedes cantener tanto poder.

-Mes estás diciendo que debo quedarme junto a ese idiota, ahora entiendo por qué lo he perseguido tanto.

-Es importante que tomes tus clases de magia, así aprenderás a controlar tu maná, escucha es importante que lo hagas antes que el sello se rompa.

-Y como se romperá?

-En el momento en que el príncipe sienta amor verdadero por alguien más, ya que el amor también descontrola el maná, él se enfocará en la persona que ama, dejando desprotegido el tuyo, morirás lentamente como si te enfermaras.

-Bueno tengo tiempo para eso, su amor verdadero entra a la academia dos años después de mí, así que tengo dos años para controlar mi maná.

¿Que más tengo que hacer?

-Para la guerra también deberás aprender a controlar las piedras rojas, serán necesarias.

-si la guerra empieza cuando el príncipe sale de la academia y yo estoy a un año de mi graduación.

Ahí es cuando inicia la novela, en ese año sin el príncipe inició mi acoso contra la protagonista en una estupidez la intento matar.

oh rayos!!

-Lucía no cometas esos errores, tu poder es inmenso, tú eres la clave para que esa guerra no comience y si inicia no se pierdan tantas vidas

Te he dado mi bendición para qué logres el equilibrio de este reino, confío en ti.

-No podrá mandarme un hombre guapo, digo si tengo que defender el reino, al menos mándame una buena recompensa, me gustan fuertes y altos.

Así el sueño de Lucía terminó la diosa solo reía por su comentario.

*************

-Vaya se ve que eres de gustos muy particulares.

-Que, que hace aquí, que no le dije que no me hablaras, a menos que fuera necesario.

-Es necesario tu madre me envió a buscarte, además estabas durmiendo, que estabas soñando. *A que se refiere con alto y guapo, yo seré alto y guapo, espera que estoy pensando *

-Eso no le incumbe

-Sobre lo del compromiso mi padre ya me dijo que no se hará hasta que salga de la academia.

-Espera que? ¿Cómo que se hará?

Príncipe yo no quiero que se retrase, yo lo que quiero es que no se haga.

-Nosotros no decidimos eso, si es por el reino yo no tengo problema, nada más no seas tan pegajosa en la escuela.

-Pegajosa yo *hay, mendigo mocoso, pero calma Lucía, calma es el príncipe no puede golpearlo*

-No se preocupe si usted no me molesta yo no lo haré, afortunadamente sus clases son diferentes a las mías y como ya le dije es libre de querer a quien usted guste.

-Basta!! mira se que me equivoque por lo del lago y lo siento te juro que no fue intencional, así será esto desde cuando me hablas de usted, siempre me has dicho por mi nombre.

-Ya no será así, quería que me alejara, pues eso haré.

Madre!! ya vine.

-Oh querida despídete su majestad ya se va.

-Claro, buen viaje Alteza, príncipe buen viaje

*ojalá y te caigas de tu caballo*

Con una perfecta reverencia, se despide del emperador, algo que siempre le ha gustado de Lucía sus modales son perfectos, sin duda no quitara el dedo del renglón para que ella se case con el príncipe

-Que estén bien, los veo en la capital en una semana.

-Querida, paso algo entre tú y el príncipe?

-no, ¿por qué?

-tu trato hacia él es diferente, segura que estás bien.

-Si, solo que él siempre se enoja cuando lo quiero agarrar del brazo o si me quiero despedir con un abrazo, así que decidí ya no hacerlo, si él se siente incómodo, no lo molestaré más.

-Esta bien, vamos tienes que comer y arreglar tus cosas en una semana estarás en la academia.

En esos días Lucía hizo sus maletas y organizo todo lo que va a utilizar

Ya tenía todo preparado para salir

Así el carruaje que la llevaría salió del ducado rumbo a la academia.

Al llegar ahí su hermano ya la esperaba

Rafael heredero al título de Duque, hermano mayor de Lucía, un año mayor que el príncipe heredero y prometido de la princesa Luna.

-Hermana bienvenida, te acompaño a tu dormitorio.

-Gracias un gusto verte.

-Como estas me dijeron que tuviste un accidente, quise ir, pero mi padre dijo que no era grave.

-Solo caí al agua *Casi me muero*

-tu dormitorio es el de 1.er año, cada año se cambia de habitación y de compañera, no se eligen tu compañera puede ser una noble o una plebeya, aquí no hay estatus, todos somos iguales.

-Entendido, sabes como puedo acomodar mi horario.

-Hermana sé que quieres llevar clases con Alberto, pero hasta el momento solo puede ser defensa con espada, etiqueta, y alguna que otra clase de historia.

-Yo no quiero compartir clases con él.

Mira este es mi cuarto, gracias por acompañarme, más tarde iré a ver lo de mi horario, adiós.

-Pero que dijo estoy confundido.

Rafael no entendía a su hermana, siempre decía que al entrar a la academia ella tomaría clases con el príncipe para así llevarse mejor, también le sorprendió la carta de su padre, el compromiso de ellos dos no se hará público hasta en algunos años, Lucía siempre desde los 3 años a perseguido a Alberto, siempre ha querido un compromiso con él.

-Bueno la dejaré descansar un rato, creo que ella sola podrá, también es extraño que no preguntara por Alberto.

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