¡Sorpresita!

Me encuentro bajando del bondi a tres cuadras de casa, recién salgo de trabajar y no veo la hora de llegar a casa. Cómo todos los días voy con mis auriculares escuchando música de la buena, esta vez "Sad but true" de Metallica, me encanta escuchar metal cuando voy caminando por la calle, no se me siento.... ¿Pesada? Jajaja algo así, ¡que nadie me mire! Bue re mala...

Ya estoy a dos pasos de casa, entro y me encuentro con una SORPRESA!! Y que sorpresita...

-Melanie!!!-  Le grito a mi hija de 16 años, la cuál está encima de su disque novio, en una posición un poco.... comprometedora.

- ¡Mamá!!... ¿sa sa saliste temprano hoy?- me contesta tartamudeando la pendeja, mientras desciende de encima de su novio con los labios hinchados de la rascada que se estaban pegando.

– No querida, soy un holograma, un espíritu o producto de tu imaginación, no se elegí cualquiera de esas...– Le hablo con mi espectacular sarcasmo.

En este momento, no sé si reír o llorar, ¿qué voy a hacer con esta niña? Voy a ser realista y directa, cualidad que me identifica.

– Mateo, querido... – Le hablo al pibe.

– ¿eh?- Me contesta el iluso, con la mejor cara de pelotudo y sin color alguno en la piel, todo un fantasma shoqueado..

– ¿Te podrías retirar de mi propiedad? Necesito hablar con Mel a solas... Después te escribe y se ven, ¿Te parece?.– directa, pero educada, muy yo.

- ¡¡Mama!!- reprocha esta pendeja.

–... Si si si Ca Carla, no ahí problema, ya me retiro- me contesta él, mientras se levanta del sillón todo tímido, y caminado hacia la puerta como si se estuviera cagando, literalmente hablando.

– Disculpa Mateo, consejo de vieja, podés bajar la erección que te estás llevando de dos formas: una con agua fría y la otra podposhsisbdcsimmmmmmm- me tapa la boca mi pequeña engendro inocente mientras en niño frente a mi paso de pálido a rojo y después magenta y violeta igual.

– bebé anda por favor, después te escribo ¿Dale?- dice Mel

– Si, claro, chau Mel.. Chau Carla- y se va como alma que lleva el diablo.

– AY MAMÁAAAAAA- Dice Mel agarrándose la cabeza.

- ¿qué?- le digo yo sin entender su reproche.

– ¿mira que le vas a decir eso, ma?, no todo el mundo está acostumbrado a tu forma de expresarte vieja.

- bueee, que se acostumbre entonces, si le dan los huevos para apretar y manosear a mi hija en el sillón de ¡mi casa!! Que se aguante mi manera ser no es nada, aparte no le estaba diciendo nada de otro mundo Melanie, no sé si sabías pero a los hombres el hecho de no descargar les provoca horrible dolor de huevos– le contesto levantando una ceja en modo siniestro.

–... demasiada información Carla, aun así estoy segura mujer que te imaginarás que fui yo la que lo estaba "acosando" por así decir.

– si mel, lo se, me lo imaginé a penas los vi... Ese pibe con la cara de pelotudo que trae no creería nunca que él te estaba apurando.

-MAMA!!! ¡QUE MALA!!

- sincera, corazón, sincera soy, eso es diferente- Esta nena es la reina del drama, pienso. - Bueno ahora dejemos de boludeces y hablemos en serio, teniendo en cuenta lo que acabo de encontrar, deduzco que mi pequeña está como pava hirviendo.

En eso Melanie me mira un poco... ¿Sorprendida?, ¿desconcertada?

- ma.. ¿en serio esas son las palabras que vas a usar para hablar conmigo?- me reprocha

- Las cosas como son Mel, sin filtro. Muchas, pero muchas veces te hable de este tema, pero te tengo que volver a hablar ahora, ya que estás en un colapso mortal de hormonas.

- Ya sé mami, ya sé, por suerte me tocó una mamá que no tiene pudor al hablar todo… Todo de todo- me dice suspirando.

- Perdón bebé, es lo que hay... Bueno como veo que ya llego el momento, no te voy a impedir nada, solo que seas responsable en todo momento. Ya sabes siempre te lo hablé, prevenir enfermedades y embarazos no deseados, cuidarse siempre ante cualquier circunstancia que ocurra.

¡Es más! Tenemos que ir al ginecólogo y que te receten los anticonceptivos que te corresponden, y también usar profiláctico igual, siempre pero siempre...

-Está bien mamá, creo que es lo más razonable.

-claro hija, si vas a c*jer ahí que c*jer responsablemente!

- uy mamaaaaaaa... venís bien con la charla y te la mandas– resopla–... ahora me da vergüenza.

– que dramática Mel!! Las cosas como son, insisto- no puedo creer que después de lo que vi en el sillón esta niña se me haga la tímida.

- Bueno Madre, ¿listo? ¿Termino la charla?.. Tengo que estudiar ma.

- mmm en realidad, ya tenés claro todo que en salud física se refiere, pero me gustaría que charlamos de la parte emocional del tema...

- uhhhh mami, me vas a hacer sentir más incómoda de lo que ya estoy.

- Hay que hablarlo, Mel-. ¡Y la miro con cara de, es una orden niña!!

- oka ma, pero ¿¿lo podemos dejar para después de comer?? pleaceeeee- me lo dice con cara de perrito mojado, ja, manipuladora niña.

-Dale hija, anda a fijarte si viene tu hermano ya debe estar llegando- asiente y se va a buscar a Iñaki.

Iñaki es mi otro hijo, él tiene 12 años, el está recién entrando en la pesada adolescencia. Él es hijo de otro progenitor, no del mismo padre de Mel... es una historia de mi complicada vida.

Después de pensar un largo rato y quedarme el cerebro pensando y pensando, me dispongo a cocinar, así cenamos temprano con mis alborotados adolescentes. Me inclino a cocinar una tarta de verduras, que nos encanta a los tres, media de choclo y media de acelga... "A pesar de todo amo esta rutina" pienso suspirando.

- ¡¡llegamos ma!!– llegan mis hijos e interrumpen mis pensamientos.

-hola bebé – beso a mi hijo hermoso, mi bebé eterno le digo, al ser el más chico y estoy segura que no pienso volver a parir, entonces lo terminé mimando emmmm un poquito de más quizás.

- hola ma, estoy re, pero re pasado de hambre, frío y cansancio- me dice poniendo puchero (que hermoso es mi bebe) pienso, pero no me va a ganar jaja.

- saca pan hasta que tenga la comida, y mientras adelanten la tarea Iña... ¡¡No quiero que después estemos a media noche con eso!! Así que vamos muevan el culo y hagan la tarea- y pongo cara de mala al decir eso, si no no dan bola estos.

-uffff- es lo único que pueden emitir.

Mientras ellos estudian y yo cocino, decido llamar a Leo.

Leo es el papá de Mel, tengo que contarle lo que le está pasando, así acordamos, siempre contarnos todo lo que Melanie se refiere. Por suerte tenemos muy buena relación, la mejor, somos muy buenos amigos, y eso es muy sano para todos.

Aun así nuestra historía es un poco complicada para entendimiento ajeno, pero a mí me importa una mierd@ que pueda llegar a pensar el resto del mundo… Las cosas no se pudieron dar de mejor manera, yo soy feliz por él y lo adoro...

Mientras espero que él contesté tengo flayes de algunas cosas que pasamos, sobre todo ese emotivo desenlace...

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