Tomé mi móvil, tenía que hacer una llamada, me tenía algo inquita la información que había visto en internet, sobre todo al exponer de esa manera a Alanis.
Llamada:
- Hola nena, ¿sucede algo?
- ¿Ya estabas descansando?
- No. Solo son días que me siento ya sabes. ¿Hablaste con William?
- Si, pero lo negó todo, como el vil cobarde que es.
- Bueno Alice, es que ya me imagino también tu temperamento. Por cierto ya tengo concretado una cita con los de la competencia. Quieren verte.
- Me parece lo mejor que se me pudo haber ocurrido. Por otra parte ¿has escuchado sobre un tema de asesinato en Buccarat?
- Hace como dos años. Supe algo. Tengo entendido que un grupo de modelos atacaron a una. ¿Por qué?
- Puedes investigarme más sobre ello.
- MMMM, esa cabecita debes dejarla descansar de vez en cuando.
- Intento. Solo que me gustaría que mañana que te vea hablemos de ello.
- De acuerdo. Veré que puedo investigar.
Terminé la llamada, sonreía agradeciendo que Yodo no solo era mi representando, también lo considero mi mejor amigo… sin él no sé que sería de mi. Me levanté cerrando la portátil. Necesitaba darme la ducha tenía que descansar y ya en estos días dedicarme a bajar todas las cosas de Brandon para llevarla a un lugar donde le dieran un buen uso.
Alanis:
Ya estaba lista para dormir… Al menos tener una pequeña platica con Alice me dejaba más tranquila. Nada como hablar con ella y mejoraría mi día. Lastima que mi padre no logra ver esa calidez de Alice.
Tocaron tres veces la puerta abriéndose. Levanté mi mirada deteniendo el cepillo en mi cabeza. Me giré un poco…
Alanis: ¿Se te ofrece algo?
Camila: Quería hablar un momento contigo. Claro si quieres y puedes.
Rodé los ojos, sinceramente no es que me muera por hablar pero haría lo que mi tía Alice me dijo, tener la paz en casa, al menos hasta que mi padre se diera cuenta lo que percibo de Camila.
Alanis: Ya estas aquí.
Ella cerró la puerta caminando hacia donde me encontraba. La miraba a través del espejo de mi tocador siguiendo con la mirada cada paso que daba.
Camila: ¿Te ayudo con tu cabello?
Negué con la cabeza. La miré cuando se sentó en mi sillón, cruzando las piernas. No lo puedo negar, es una mujer muy hermosa, pero nada comparado como mi madre, mi tía Trina y mi Tía Alice, ellas si eran preciosas por naturaleza.
Camila: Alanis, creo que no hemos empezado con el pie derecho, siento que no te agrado. Amo a tu padre.
La miré fulminandola con la mirada. ¿Cómo puede decirme que lo ama?
Alanis: ¿Cuántos años tienes?
Camila: 26 años. Tu padre 37.
Alanis: Una diferencia como para decir que lo amas, más cuando su cuenta bancaria tiene muchos ceros, pero claro eso ati no te importa.
Camila: Bueno.. Cla…
Me giré dejando el cepillo de mi cabello en el tocador. Estaba claro que sus pensamientos no eran los mismos que los míos y mucho menos viniendo de la “novia” de mi padre. Se lo tendría que dejar de una vez en claro.
Alanis: Que te queda claro Camila. No eres nada para mi, es cierto solo por ser la mujer de mi padre te respetaré, me no me llames, hija, querida, mi niña, mi nena. Me llamarás por mi nombre A-LA-NIS… No sé que es lo que realmente le llamen ustedes amor, pero esta claro que mi padre no ve amor en ti. Tan segura estoy es que viera amor antes de traerte a vivir aquí se hubiera casado. Muchas mujeres… Diría bastantes le he conocido. Tú eres la 51 no lo sé. Pero ninguna logra formalizar y no creas que es por mi culpa. Mi padre no es hombre que se comprometa.
Camila: Me estas juzgando mal. Desde hace 1 año y 10 meses que he estado con tu padre. No necesitas mentir diciendo que ha estado con varias mujeres. He sido la única en su cama desde que tu madre murió.
Alanis: Pues felicidades… Espero que su felicidad les dure eternamente. Aunque no lo creas yo si amo a mi padre y lo quiero ver feliz, el único detalle es que no es contigo con quien tiene que estar. ¿Llegaste a conocer el novio de Alice? Brandon… Dejame decirte algo. Ellos son jóvenes ellos se amaban con una intensidad y bastaba con verse a los ojos para saber que eso si era amor. Lastima Camila. Mi padre no te ve como Brandon miraba a mi tía Alice.
Camila: Es que tu tía Alice es una cualquiera que hace que los hombres esten a sus pies. Por eso cualquier hombre le paga para que abra las piernas.
Alanis: Callate…. Eres una venenosa… NUNCA PODRÁS SER COMO ELLA. ALICE AL MENOS VALE MUCHO MÁS QUE TÚ Y NO NECESITA ABRIRLE LAS PIERNAS A UN HOMBRE CON DINERO PARA QUE LE DEN LO QUE QUIERA.
Camila se levantó sosteniéndome de mi cabello con fuerza. Me dio tremenda zarandeada, jaloneándome con tanta fuerza.
Alanis: Sueltame… suéltame… Sueltame.
Camila: Ami no me vas a faltar al respeto, desde mañana me encargo a que tu padre termine por meterte a un internado. ¿Entiendes?
Camila tenía puesto todo su peso sobre mi cabeza lastimando terriblemente. Con mi mano empezaba tantear sobre mi tocador algo con que la pudiera golpear… Tomé la secadora de cabello levantándolo con fuerza…
Camila: aaaaayyyyy…
Las dos nos caímos al piso, fue mi oportunidad a hora de enredar mis dedos en su cabello. Así como ella lo hizo también podía. Si cree por ser mayor que yo me iba a dejar estaba muy equivocada.
Empecé a jalonearle también su cabello.
Camila: WILLIAM!!!! WILLIAM!!!
Alanis: Claro habla a mi padre… hablale a ver a quien le cree. Estúpida.
Acumulé lo más que podía de mi saliva escupiéndoselo a la cara, sintiendo un fuerte golpe en mi mejilla, haciendo que la soltara.
La puerta se abrió de un fuerte golpe…
William: Alanis… Camila… Sueltala Camila… Sueltala.
Camila: Es ella quien me tiene del cabello.
William: Alanis… Sueltala…
Mi nana entró corriendo desesperada para que soltara de mis dedos su cabello de esta estúpida.
William: Basta Alanissss… BAAAASTAAAAA….
Mi padre me jaló de la cintura cargándome, movía mis piernas tratando de golpearla.
Camila: Santos cielos William…
William: basta las dos.
Camila: Jamás pensé que Alanis fuera de esa manera, insultándome y ofendiéndome.
Negué con la cabeza, mi padre ni siquiera me había puesto en el piso, me tenía alzada.
Alanis: ELLA MIENTE… DIJO QUE MI TÍA ALICE ACEPTA DINERO DE LOS HOMBRES PARA ABRA LAS PIERNAS.
William: Vete Camila.
Camila: Eso es mentira… nunca dije eso.
Alanis: Siii. Lo dijiste maldita víbora, hasta me dijo que se encargar para que metas a un internado.
Camila: Cuanto daño te hace juntarte con Alice.
Mina: Señorita por favor, vamos.
Ella miraba a mi padre… la fuerza de mi padre era demasiado tanto que no podía lograr que me soltara. Mi nana me miraba con cierta preocupación cerró la puerta. Solo esperaba que me diera por una vez en su vida mi padre ante esta mujer.
Mi padre me soltó, me aparté de él de mala manera. Caminé directo a mi tocador mirando donde me dio una cachetada. Podía ver que mi nariz estaba sangrando.
William: ¿Puedo saber por que actuas de esa manera?
Alanis: Para que te digo si no me vas a creer. Estas cegado por esa mujer.
William: Alanis… Por favor.
Alanis: POR FAVOR NADA… TAL PARECE QUE TE CALIENTA MUY BIEN LA CAMA…
Mi padre se acercó levantándome la mano para darme una cachetada… subí mis manos para evitar que le golpeara… Mi cuerpo empezaba a temblar del miedo al ver que mi padre solo se había quedado mirándome en querer hacerlo pero evitarlo a toda costa. Mis lagrimas empezaron a caer por mis mejillas. Podía escuchar su respiración.
William: ¿Por qué? Cuando hubo la necesidad de intentar levantarte la mano.
Alanis: Desde que tus pensamientos los ocupa otra mujer que no sea tu familia.
Caminé sin importarme nada hacia el sillón. Mis lagrimas empezaron a recorrer por mis mejillas.
(Escuchen- You & Me, Peder B. Helland)
Bajé mi mirada apartando mis lagrimas, pasé mi mano por debajo de mi nariz viendo que tenía un poco de sangre. Mi padre caminó hacia el sillón sentándose junto a mi.
Ni siquiera podía sostenerle la mirada y no por esa mujer que estaba claro que no lo haría feliz. Más bien por que él trataba de hacerme entender que él tenía derecho de rehacer su vida.
William: Sabes que estas en serios problemas ¿verdad?
Asentí con la cabeza, mi padre estaba claro que me iba a prohibir asistir a la fiesta de mañana con mis amigas… Pasó sus dedo índice debajo de mi nariz… Negó con la cabeza.
William: Nunca habías hecho algo así.
Alanis: Nunca habías traído a una mujer como Camila a mi casa. Así que estamos a mano.
Soltó un gran respiro, extendió sus manos para que lo abrazara, lo miré negando con la cabeza. él solo sonrió volviendo a mover sus manos para que fuera a sus abrazos. Me acerqué a él por que siempre me protegería. Me recosté en sus piernas… Pasaba su mano suavemente por mi cabello, tratando de acomodarlo de los jalones que me dio Camila.
William: Debes aprender a controlarte.
Alanis: ¿Por qué me pides controlarme cuando Camila fue la que me agredió?
William: Como sea Alanis. Me preocupa las reacciones que estas teniendo. No solo con Camila, también conmigo.
Alanis: Pues que mantenga la boca cerrada cuando se refiera a mi tía Alice. ¿Qué es eso que se exprese así de ella?
Wiliam: Alanis…
Me levanté de sus piernas, lo miré fijamente….
Alanis: No papá… Mi tía Alice podrá hacer con su vida lo que quiera, ella tiene derecho a manejarse como le convenga. ¿Por qué la juzga? ¿Por qué la ofende? No tiene ningún derecho de hablar mal de ella por que no la conoce.
William: La conoce.
Alanis: Aún así…. Solo quiero decirte que la admiro, me impresiona y siento orgullo de Alice. Ella se merece solo amor, no penas, sufrimiento, ni dolor. La admiro, la respeto, la amo y la quiero. Todos esos sentimientos, despierta mi tía Alice, por que ha sido la única que me ha demostrado cuanto me quiere. ¿Por qué en vez de ver sus defectos no ves sus cualidades? Alice es una incógnita para los hombres, incluyendote, pero en el fondo es un ser tierno, sentimental, sensible y llena de amor, que generalmente se crea una coraza para protegerse, cuando se siente herida. En muchas situaciones de la vida, demuestran ser más audaces, atrevidas y fuertes que nosotros. Ella es luchadora, persistente y tenas con lo que desea, aunque desgraciadamente casi siempre está en desventajas con los hombres, tanto física como socialmente.
Mi papá me miraba sin poder creer lo que le estaba diciendo. Él negó con la cabeza.
William: Hay cosas que no sabes.
Alanis: ¿Lo de mi hermanito que perdió mamá?
Mi padre dejó caer su cabeza en el respaldo del sillón mirando hacia el techo.
William: No dudo que Alice sea todo lo que dice. Sin embargo se mueve en un medio que para obtener cosas necesitas hacer ciertas cosas.
Alanis: Tambien Camila entonces lo hizo. ¿No? Juzgas a mi tía Alice pero no te consta. Todo lo que sabes de ella ha sido por Camila y por otras modelos que le tienen envidia.
William: No quiero que se vuelva a repetir lo de hoy. Cenarás de ahora en adelante conmigo. Ese es tu lugar, al lado mío.
Negué con la cabeza.
Alanis: No me puedes obligar. Así que no me pidas. Eso.
William: Bueno. Por lo pronto estás castigada y no habrá fiesta mañana.
Mi padre se levantó dejándome un beso en la frente, caminó hacia la puerta mientras lo seguía con la mirada. Me miró por ultima vez cerrando la puerta.
Solté tremenda patada a la almohada. Pero al menos no me dejé de esa loca… Me gusto haberle jaloneado los cabellos. Eso si nadie me quitará el gusto.
Alanis: Eso de que no iré a la fiesta… Ya veremos papá.
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William
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