Capitulo 12

Camila: Espero que alguna de nuestras modelos realmente sea de su agrado.

Cliente: Como siempre.

Camila entregó el portafolio de la modelo que teníamos en mente para la campaña que ellos estaban solicitando.

Me levanté disculpándome, había algo en Trina que me estaba preocupando. Salí de la sala de juntas para ir a la oficina de Trina.

Entré a su oficina donde ella levantó su mirada, estaba en la llamada que había recibido. Ella me sonrió mirándome fijamente. Me acerqué tomando asiento. Casi no podía entender lo que estaban hablando…

Trina: Claro, me encargo.

Soltó un respiro terminando la llamada. Ella dejó el móvil levantándose para ir al baño de su oficina, miré que ella había cerrado la puerta. Miraba su móvil con la curiosidad de saber quien le había hablado y el motivo por el cual ella tuvo que salir casi de un solo paso. Tomé su móvil, miré hacia la puerta del baño esperando que no saliera.

Tenía al menos que saber si estaba engañando mi hermana a su esposo, sonreí como un real idiota, Trina jamás haría algo así. Revisé sus llamadas viendo el nombre “José portero de Alice”…

Dejé el móvil rodando los ojos. Solo eso faltaba que hasta ese hombre tenga que estar molestando a Trina por estupideces de Alice.

La puerta del baño se abrió ella salió con los ojos rojos…

William: ¿Sucede algo?

Ella negó con la cabeza sentándose en su silla, tomó el portátil mientras abría una de las carpetas para empezar a formular los contratos.

Trina: Me dijo Camila que a partir de hoy vivirá en tu mansión.

Solté un respiro, sinceramente tampoco creo que sea el motivo por el cual haya llorado.

William: Así es.

Trina: Alanis ¿Cómo lo tomó?

William: No muy bien que digamos.

Trina: Claro, no estas pensando en Alanis.

William: Trina…

Ella levantó la mano para que no le dijera nada, me miraba de tal manera dando a entender que para nada estaba de acuerdo.

Trina: Eres un adulto y solo espero que no te traiga consecuencias reales con tu hija.

William: Alanis es mi vida.

Trina: Se nota William, meterás en tu casa a una mujer que apenas convive con Alanis, meterás a una mujer que invadirá su espacio de tu hija. Entiendo que tienes necesidades como hombre.

Me levanté caminando hacia el ventanal, metí las manos en los bolsillos de mi pantalón. Admiraba la vista desde el ventanal, negué con la cabeza.

William: Me ha sido difícil volver a retomar mi vida sentimental, lo sabes.

Trina: De acuerdo, pero no con una mujer que solo piensa en ella, en ti…. Alanis ¿Cuándo? Ella es tu hija.

William: Es mi hija y ella tiene todo el derecho también. La ausencia de Alanis sigue latente, los recuerdos que con ella tengo son tan dolorosos.

Trina: Siento que estas corriendo antes de caminar… eso es todo lo que te puedo decir.

Sonreí sabiendo que ella tenía razón… de cierta forma para mi en estos momentos era cuidar de Alanis, ella esta creciendo y empezaba una etapa demasiado difícil de su vida, sin embargo tampoco era un crimen sentir algo por otra persona que no fuera su madre.

Caminé de regreso a la silla.

William: ¿Por qué has llorado? No me digas que no pasa nada, por que lo siento hasta en tus palabras. Richard, no es el causante.

Ella, me miró dejando de escribir en el portátil, sus ojos de nuevo se llenaron de lagrimas.

Trina: Se trata de Alice.

Rodé los ojos, sintiendo que de nuevo ese rencor que tenía por esa niña… Negué con la cabeza, me molestaba ahora que hasta Alice le causara malos momentos a Trina.

William: Alice… Alice.. Alice… ya me tiene arto esa niña. Solo viene para decirte sus malestares… ¿Otro de sus hombres la dejó? Déjame decirte que hoy en la mañana que pasé por su departamento estaba como una loca, arrojando cosas, salió ebria… Siii…. Nadie me lo contó. Lo vi.

Trina: William…

William: Nada de lo que me digas cambia mi opinión sobre ella. Es una mujer interesada, fría, calculadora, solo ve la cuenta bancaria de los hombres y lo peor es que se va hoy con uno y luego con otro…

Trina soltó un fuerte golpe en el escritorio, varias cosas se cayeron al rebotar el escritorio, me miraba mientras negaba con la cabeza…

Trina: Tienes un concepto equivocado de Alice… ¿Qué te ha hecho? ¿Por qué la odias tanto?

William: NO ES UN BUEN EJEMPLO PARA ALANIS. NO LA QUIERO CERCA.

Negó con la cabeza…

Trina: Alice está pasando por un momento muy doloroso de tu vida, te aseguro que hasta Alanis sabe lo que lleva ella y tú solo ofendiéndola. NI SIQUIERA TE TOMAS LA OPORTUNIDAD DE HABLAR CON ELLA Y CONOCERLA MUCHO MEJOR.

Solté tremenda carcajada, solo eso me faltaba, que hasta mi propia hermana me diga que tengo que conocer a Alice sabiendo lo que es.

William: CON LO QUE SÉ ME BASTA Y ME SOBRA. ES UNA MUJER QUE SOLO NECESITA ABRIR LAS PIERNAS PARA CONSEGUIR SUS CONTRATOS.

Trina: Basta… Basta… YA BASTAAAA….. NO TE VOY A PERMITIR QUE SIGAS HABLANDO DE ESA MANERA DE UNA MUJER DE 21 AÑOS… ¿TE DAS CUENTA?

William: ¿De que me voy a dar cuenta? Alice es la perdición de todos los hombres que rondan por ella.

Negó con la cabeza dejando caer las lagrimas que se estaba conteniendo. Cerré los ojos negando con la cabeza… Pasé mi mano por mi rostro tratando de calmarme.

Trina: Alice… ayer falleció a su novio.

Sentí como mi corazón empezó a latir al escuchar la palabras de Trina, levanté mi mirada lentamente hacia ella.

William: ¿Novio?

Trina: Si, ella tenía un novio de 3 o 2 años.

William: ¿En verdad?

Trina: Si, se habían comprometido, la noche que se comprometieron él tuvo un accidente automovilístico que lo dejó en estado de coma. Ella el tiempo que estaba aquí se dedicaba en cuerpo y alma para ir a visitarlo, cuidar de él. Si tomaba los contratos tras contratos era para poder pagar la cuenta del hospital, por eso ella ha estado viajando. Regresa y apenas ayer le dijeron que había tenido recuperación de actividad cerebral pero de la nada cayó perdiendo toda actividad. Los padres del chico le dejaron toda la responsabilidad a Alice, ellos no podían estar viniendo y yendo son personas de la tercera edad. Sabes lo doloroso que fue para Alice firmar los documentos para la donación de sus órganos.

Entre abrí mis labios, estaba sin poder gesticular palabra, no podía creer nada de lo que me decía.

Trina: Si te llamé varias veces no es por que te necesitábamos junto a nosotros, solo que no tenía con quien dejar a Aby…

William: No sabía.

Ella asintió con la cabeza, soltando un gran respiro.

Trina: Apenas hoy fue a su apartamento, si escuchaste que estaba arrojando cosas y según tu ebria, no quiero pensar como debe sentirse. José su portero me llama hace un rato para decirme que Yodo su representante la encontró en su departamento en muy mal estado. ¿Sabes que es perder a alguien con quien te visualizabas en el futuro?

Desvíe mi mirada, en verdad no buscaba la manera de disculparme por decir tantas cosas sobre Alice. Aunque lo dicho ya estaba más que dicho.

Trina: William, no sé quien te haya metido todas esas ideas estúpidas que tienes de Alice. Ella no es como dices. Trabaja, estudia.

Solté una pequeña risa… Negué con la cabeza.

William: ¿Qué estudia?

Trina: Ella se graduó de fotógrafa, esta estudiando para diseñadora de modas y le va muy bien. Ahora bien. Pasando nuevamente con el tema de Camila. Dudo que vayas a tener paz.

Ella tomó una de las carpetas, me miró extendiendo su mano. La sostuve de la mano pasando mi brazo encima de sus hombros.

Trina: Vamos… Los clientes tienen que firmar los contratos.

Asentí con la cabeza, abrí la puerta cediéndole el paso. Ella miraba hacia la sala de juntas mirando a Camila que hablaba a un con los clientes.

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