Capitulo 5

William:

Miré la hora levantándome, entré a la casa mirando a Camila con Trina. Ellas platicaban sobre la próxima reunión que sería el cumpleaños de Alanis. Caminé hacia ella pasando mis manos por su cintura. Le dejé un beso en su hombro. Ella me sonrió girando para quedar frente de mi.

Camila: Que recibimiento.

William: ¿Y Alanis?

Trina: Triste.

William: ¿Por qué?

Camila: Su tía favorita se fue sin despedirse, ¿que esperabas?

Trina: Algún motivo tuvo que ser. Alice no se hubiera ido si no fuera algo importante.

Miré a Camila, sonriéndole, me aparté de ella, era momento de ir por Alanis que debe estar realmente triste al no ver un poco más de tiempo a Alice.

Trina: Te veo mañana en la agencia.

William: si. Tengo que ver unas contrataciones.

Caminé soltando la mano de Camila, empecé a subir las escaleras mirando hacia la habitación que era de mi ex esposa donde siempre Alanis quería estar. Toqué la puerta varias veces entrando. Miré a Alanis que miraba hacia la ventana.

William: ¿Estas lista?

Ella giró un poco su rostro para mirarme. En verdad tenía su mirada triste, entré cerrando la puerta, caminé hacia ella donde me la quedé mirando un poco.

Alanis: Papá.

William: Dime.

Alanis: ¿Crees que mamá sea feliz en el cielo?

Solté un respiro con una pequeña sonrisa, me acerqué sentándome a un lado de ella. Tomé su mano mirando lo delicada y suave que es su mano. La atraje hacia mi abrazando con fuerza. Le dejé un beso en su frente.

William: Claro que tu madre está feliz. Ella siempre lo estará mientras tú lo estes.

Alanis: Lamento lo que pasó hoy. No fue mi intención de agredir a Camila. Solo que…

William: ¿Alice te dijo algo?

Ella se apartó de mi negando con la cabeza. Bajó su mirada, la tomé de la barbilla para que me mirara…

Alanis: Es solo que Camelia también dice cosas muy feas de Alice.

William: Bueno, Camila también estuvo en el medio del modelaje, solo que ella supo poner limites para decir no a las cosas que no le parecían. Alice…. Es muy joven, es practiamente una niña de 21 años que hace y deshace de su vida. No tiene una profesión, no crece emocionalmente… Muchos nos damos cuenta.

Alanis: Mi tía está estudiando. He visto su trabajo.

Sonreí negando con la cabeza, mi pobre hija vivía engañada con lo que Alice le decía para que la mirara con buenos ojos.

William: Vamos a casa. Hay que descansar.

Alanis: ¿Me darás permiso para ir a la fiesta con mis amigas?

Asentí con la cabeza… Sabía lo que significaba esa fiesta donde terminarían la secundaría para entrar al bachiller, eso era importante para ella y también para mi. Alanis nunca me daba dolores de cabeza, bueno solo cuando se dejaba influenciar sobre Alice, pero por lo demás era una chica que tenía muy buenas notas, siempre se comportaba a la altura de su edad y no me daba problemas, me hacía sentir totalmente orgullo de ella y aunque no comprendiera que ella tenía que aceptar a Camila era algo que con el tiempo tenía que hacerlo.

Se levantó tomando la bolsa de regalo que le había traído Alice.. Negué con la cabeza pero ni modo que entregárselo.

Salimos de la habitación ella se encaminó bajando los escalones, pasé mi mirada por toda la habitación como cada vez que entraba en ella. Era el vivo recuerdo de mi ex esposa… Si, aun me dolía no tenerla, quizá no era como al principio pero al menos sabía que Alanis era mi vida y por quien ver. Cerré la puerta bajando las escaleras.

Miré a Trina que estaba con el móvil, sus ojos los tenía un poco llorosos. Le hice seña de que le estaba pasando. Alanis estaba con sus primas poniéndose de acuerdo para la fiesta del fin de semana.

Camila: Han llamado a Trina por Alice.

Levanté mi mirada, rodé los ojos al ver que de seguro estaba diciendo todo lo que había pasado antes de irse. Sinceramente para lo que me importaba, era lo que menos quería pensar… En una tonta buscando la forma de llamar la atención.

Le hice seña a Alanis que pasó cerca de Camila sin decirle nada.

Camila: Tranquilo, ya tendré la oportunidad de hablar con ella. Te veo en el auto.

Asentí con la cabeza, miré la hora, ya me quería ir pero Trina no dejaba de hablar por el móvil. Me acerqué a ella despidiéndome de beso.

Ella asintió con la cabeza apartando sus lagrimas. Salí de la casa, los meseros ya estaban levantando todo lo de la fiesta. Me acerqué a Richard que estaba serio y un poco ausente. Le extendí mi mano.

William: Nos vemos. ¿Richard?

Richard soltó una gran respiro, tomó mi mano estrechando el saludo.

William: ¿sucede algo?

Richard: No es buen momento para Alice.

William: ¿Por qué?

Richard: Sé que recibió una mala noticia. La iré a ver.

William: Nos vemos.

Caminé hacia la salida, me acerqué al auto mirando a Camila que ya estaba en la puerta del copiloto, me acerqué a ella abriendo la puerta, ella se subió, mientras que Alanis estaba en la parte de atrás ya sentada. La miré pero pasó de mi mirada.

Entré encendiendo el auto para irnos a casa. Mañana sería un gran día, sobre los clientes nuevos que nos habían llegado.

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William

Camila

Alanis

Trina

Richard

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