Capítulo Nº20

Después de casi dos semanas de estar en casa de su tía, Lara regresa a su humilde hogar. Es la primera vez que van a estar completamente solos ,como madre e hijo. Pero desde que cruzaron el umbral, el pequeño está algo inquieto, llora y no puede dormir. Lara se está impacientando, ya lo baño, le dio de mamar y sigue igual, no deja de llorar. No sabe qué hacer, pero tampoco quiere recurrir a su madre. Se tiene que adaptar a su nueva vida.

⎯ Por favor bebé, ya es tarde, tienes que dormir.- le habla en voz suave mientras lo arrulla.

De repente en la radio suena un tema de Bon Jovi y el comienza a cerrar sus ojitos y se duerme como si nada con su dedito gordo en la boca.

⎯¡No puede ser! Eres igual a tu padre. Sabes, él me contaba como se dormía con estos temas. Ahora sé lo que te voy a comprar para tu habitación.

Lara lo arropa contra su pecho y le canta el resto de la canción. Al fin puede acostarlo en su cuna y descansar.

Transcurrieron un par de meses. Thomy estaba enorme, era un niño muy fuerte, saludable y cada día se parecía más a su padre. Eso por momentos la entristece, sabe que va a ser muy difícil arrancar a Emi de su corazón teniendo una copia de él en su vida.

La navidad ya estaba por llegar y Lara decidió llevar a su pequeño a la capital, era un riesgo muy grande el que iba a correr, pero los padres de Julieta las habían invitado a pasar las fiestas con ellos.

Ambas familias eran muy cercanas, se querían mucho y se comenzaron a llevar mucho mejor con la llegada del pequeño, que los unió de una forma inexplicable y se volvieron muy amigos.

Luego de viajar por más de una hora en tren, al fin llegaron a su destino, July los estaba esperando y como siempre que la veía Thomas estiró sus bracitos y le pidió que lo alcé su madrina, esa simple acción y la sonrisa en su rostro hizo que Julieta se derritiera de amor.

⎯ Ven aquí cloncito. ⎯  le dice estirando los brazos. ⎯ Quiero comer a besos esos cachetes hermosos de la madrina. Hola Lara, hola Gloria.

⎯ Hola July. Gracias una vez más por la invitación.

⎯  De nada, eres mi tía postiza y te adoro.

⎯ Julieta.⎯ dice Lara enojada. ⎯ Ya te he dicho que no le digas así. Alguien podría escucharte y pensar mal.

⎯ Sabes bien que es una mini copia exacta del padre y no lo podemos negar.

⎯ Ya basta, ayúdame con las maletas que quiero llegar a casa.

⎯ Vamos, pero déjame decirte que ya planee varias cosas para que hagamos este fin de semana y no te puedes negar. Desde que te fuiste no has hecho nada divertido.

⎯ Está bien, pero vamos me pone nerviosa estar aquí. Tengo una sensación muy extraña.

⎯ De acuerdo, eso es señal de peligro, ya te conozco y sé que tus presentimientos nunca fallan.

Mientras las chicas salían de la estación, Emiliano llegaba retrasado a recoger a toda la familia de Andrés y por supuesto a Angy que llegaba en el mismo tren. Algo le dice que voltee, cuando está a punto de hacerlo Ángela le tapa los ojos y se pierde de ver a su familia.

⎯ Adivina ¿Quién soy?

⎯ Angy, suelta mis ojos me lastimas.

⎯  Eres un amargado.

Emiliano saluda a todos y los lleva hasta la camioneta, pero no deja de buscar algo o alguien. Está muy atento pero ni él sabe que quiere ver.

Lara al llegar a la casa de sus padres se instala en la que era su antigua habitación, sólo puede descansar por una hora, ya Julieta le avisó que en una rato la pasa a buscar con el auto de sus padres.

Pedro y María estaban de acuerdo en que su hija debía divertirse un poco así que insistieron en que saliera de paseo, pero ella no podía dejar a su hijo, así que no le quedó de otra a July que salir también con su ahijado.

Se dirigieron a un shopping, el niño necesitaba ropa ya que crecía a pasos agigantados y Lara aunque le costara admitirlo también, su cuerpo había cambiado con la maternidad y en ese pueblo solo había tiendas de ropa para gente de campo y nada le gustaba. Estaban en una tienda y Julieta sostenía al pequeño, mientras que su madre se probaba unas remeras y jeans.

⎯ Muéstrame como te quedan los pantalones, por que te ves más delgada. ⎯   July decía en la puerta del probado.⎯ Asi pido otra talla.

⎯ Está bien, pero no te preocupes, lleva a Thomy a pasear.

⎯ Nada de eso, te esperamos aquí.

En el probador de al lado una mujer muy elegante se terminaba de cambiar y al salir se encuentra con July y el bebé.

⎯ Julieta. ¿eres tú?

La muchacha se da vuelta con el pequeño para encontrarse con la madre de Emiliano. Ella al ver al niño que sostiene la joven su cara se transforma en una de sorpresa y lo que pregunto después le despejó cualquier duda a Julieta, el secreto de su amiga corría peligro.

⎯ ¿Quién es este pequeño?

⎯ Hola, si soy yo y este pequeño es mi ahijado.

⎯ Este niño es hermoso, ¿puedo sostenerlo? Solo por un momento.

⎯ Está bien. Tenga.

⎯ ¿Cómo se llama?

⎯  Él es Thomas

⎯ Que lindo nombre. ¿y el apellido?

⎯ Eso no interesa. Es el hijo de una empleada de la casa de mis padres, seguramente usted no conoce a la muchacha ni a su esposo. ⎯ inventó algo rápido para que no sospeche nada. ⎯ Bueno nosotros ya debemos irnos a casa. Al final no conseguí nada que me quedara bien y con el niño es difícil comprar.

⎯ Ten. Thomas es precioso, felicita a la madre por mi, su hijo es una hermosura y muy sociable me recuerda a Emiliano a esa edad.

⎯ Gracias pero sin ofender creo que ni se parece a su hijo. Emiliano es más morocho. No, definitivamente no se parecen en nada.

⎯ Puede ser quizás como él tiene novia mis deseos de ser abuela están aflorando.

⎯ Jajajaja, Bueno salude a su hijo de mi parte. Nosotros ya nos vamos. Adiós.

⎯ Adiós.⎯ La señora besa una vez más la cabecita de su nieto y se aleja.

Julieta sale con el pequeño al estacionamiento y le manda un mensaje a Lara, para avisarle que debe salir de ese lugar lo antes posible.

Lara llega al encuentro de su hijo y lo abraza con fuerzas, desde el probador vio toda la escena y casi se muere del susto.

⎯ Eso estuvo muy cerca, casi te reconoce.

⎯ Te lo digo siempre es un clon.

⎯  Lo sé .⎯ Lara comienza a llorar. ⎯ Es su vivo retrato.

⎯ Cálmate, no sospecha nada. Le deje en claro que este hermoso, tiene madre y padre.

⎯ Te escuche, pero ¿viste como lo alzó, como lo miraba? Sé que sintió que era su nieto.

⎯ La sangre tira, pero tu no quieres decir nada.

⎯  Volvamos a casa, ya no quiero estar aquí.

⎯ Vamos.

En un auto a lo lejos la madre de Emiliano observaba a las muchachas. Ahora ya no tenía dudas, ese niño podría ser su nieto y ella haría todo lo posible para averiguar la verdad.

Las fiesta en casa de los padres de Julieta fueron todo un suceso, al pequeño le regalaron tantas cosas por ser su primera navidad, que tuvieron que volver en auto al pueblo. Ya que trasladarse con tantos paquetes era casi imposible. Una vez que Lara se encontraba segura en su hogar, al fin pudo tranquilizarse de todo el estrés que le causó ir a la capital, sobre todo cruzarse con la abuela de Thomy. Las flores lograban un efecto en ella de paz y la rutina de trabajar entre tan maravillosos ejemplares era una bendición.

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