LAYLA (CAP. 20)

Me pongo a pensar en las veces que yo misma quise sacarme mis prendas menores y hacerlo pasar por casualidad. A veces me arrepiento de no tener experiencia, sabría como actuar. Es momento de sacar mi confianza.

- De acuerdo, haremos todas las bases, menos home run (conservando la virginidad).

* Muy bien, ¿qué quieres si ganas?

- Me pondré mas ropa.

* Uy, esta vez no podré ser un caballero. Trato hecho.

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Comienza la carrera y mi corazón no está en la victoria. Obviamente debo actuar como que quiero ganar, pero al final dejé que me ganará por milésimas de segundos.

Estoy esperando que me escriba, cuando se abre la puerta de mi dormitorio, golpeando la pared. El entra, calmado, y cierra la puerta despacio. Lo miro y solo puedo morderme el labio inferior.

* Vengo a reclamar mi premio.

Parece un depredador acechando a su presa.

- Una dama también puede ser caballerosa, solo para que lo sepas.

Me levanto y salto hacía él.

Nos besamos con locura, mientras con brazos y piernas lo acerco a mi.

* Mi Lake...

Me encanta su voz ronca y excitada. Me saca el polo y no llevo top debajo. Se queda mirando mis pechos y luego mira mis ojos. No puedo evitar sonreir mientras muerdo mi labio.

- Sácale provecho a mi proactividad, conde...

Besa mi cuerpo, mientras baja mi short. Me deja en bragas y él se queda en bóxer. Se sienta y me sienta encima de él. Va pasando su dedo pulgar alrededor de mi aureola y yo inspiro aire. El observa todos mis gestos y cuando ya no puedo aguantar mas su mirada, baja el rostro y se mete un pezón a la boca.

- Ah... Cruz...

Empieza a chupar y moder suavemente mi pecho izquierdo, mientras con sus dedos juega con el derecho. Me suelta con un sonoro pop y ataca el otro. No puedo aguantar mis gemidos.

- Conde... si... ah

No puedo quedarme quieta, balanceo mis caderas y siento su erección dura y lista, como me gusta. La rozo contra mi clitoris y siento que voy llegando a esa explosión de sensaciones. Mis dedos los tengo envueltos de su cabello, para retenerlo en su sitio. Cruz se despega y muerde mi cuello.

* Esos puntos duros, son mios y de nadie mas. Los chuparé y morderé a mi antojo, cuando y donde quiera, porque tu eres mía.

Muerde mi oreja y me vengo. Sin tiempo a recuperar el aliento, rápidamente me tumba sobre la cama, mirando arriba. Me quita las bragas, levanta mis piernas, baja la cabeza y pasa su lengua.

- AHHHH... CRUZ... - grito por la fuerte sensación que ocasiona su lengua en mi. Siempre supe que tenía una boca grosera, pero ahora hay una razón mas para amarla.

Se endereza, se quita el boxer y roza su dura elección directo con mi hinchado clitoris rápidamente. Se acerca a mi oído, para susurrar.

* Sin penetración, muñeca, aunque me mate, pero hay cosas que si podría meter: como mi lengua, mis dedos...

Y con eso, me vengo por segunda vez.

Escucho su ronco gemido y se viene, mojando sobre mi estómago.

Agarra un trozo de papel toalla, que tenemos cerca de mi cama. Nos limpia, se echa y me jala hacia su cuerpo. Apoyo mi cabeza en su hombro y me siento feliz. No hay nada mejor que saber que puedes confiar en alguien y no te defraudará.

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