LAYLA (CAP. 19)

Me miro en bikini y otra vez siento arder mis mejillas. Por el espejo, veo como mis pechos, cuello y rostro se ponen rojos. Tal vez, fue una mala decisión. Cuando estoy a punto de ponerme la ropa encima siento unos dedos calientes tocar mi cintura. Mi cuerpo se pega a otro mas grande y duro. Veo hacía el espejo de nuevo y me quedo atrapada por plata liquida. Sin apuro el va pasando sus grandes manos y largos dedos por mi piel expuesta. No puedo quitar mis ojos de nuestro reflejo. Cuando uno de sus dedos roza el elástico de la parte inferior, gimo su nombre.

- Cruz...

Eso fue suficiente para romper su cordura.

Me voltea y me levanta. Automáticamente envuelto mis piernas alrededor de su cadera; y mis brazos, su cuello.

Nos besamos con pasión, con un hambre voraz. Siento que me deja en la cama, se aleja para sacarse el pantalón y vuelve encima mio, solo con boxers. Sus manos pasan sobre mi piel, apretando y acercándome, como si quisiera fusionarnos en uno solo. Sus calientes labios dejaron los mios, para seguir su aventura hacia abajo. Los siento en mi cuello, en mis hombros, en mi escote. Mientras nos vamos frotando en nuestra parte media. Suelto un gemido largo cuando siento su lengua pasar por el límite del top del bikini y sus dedos jugando con el límite de las bragas. Seguimos en esa danza y estallo en fuegos artificiales.

- CONDE... AH...

Todos mis orgasmos autoinfligidos no le llegan a los talones al orgasmo que me provocó Cruz. Lo siento ponerse tenso y una sensación de humedad me pasa por la entrepierna.

- Mi Lake...

Cae sobre mi, con su cabeza en mi pecho y beso su frente. El levanta la mirada y en sus ojos veo lo que él debe ver en los mios. No lo decimos, sabemos que es muy pronto, pero lo sentimos. Eso es mas que suficiente, por ahora.

De esa manera pasan 3 meses. Nos vemos en clase y hacemos los proyectos. Les damos seguimiento a los topos de Oriente. Felizmente no encuentran nada relevante y se van sin hacerle daño a nadie. Tenemos citas: en el cine, paseando en un centro comercial, bowling. Nos vamos a bailar con mis amigas y sus conquistas del momento. Tenemos cenas, desde restaurantes de 5 tenedores hasta fast food. Por nuestra profesión, nos mantenemos bien activos: deporte, artes marciales, manejo de armas. No solo ejercitamos el cerebro. Tenemos nuestras apuestas en quién realiza un pirateo específico primero. Nos mantenemos ocupados y en los descansos damos rienda suelta a nuestra pasión. Cada vez es más difícil mantener las reglas.

Una tarde aparece otra carrera en nuestra pagina de sombreros grises, en la deep web. Esta vez será en el sistema del MI5 (el 5 comprende el espionaje interior del país y el 6, el exterior). A un minuto de comenzar, me llega un mensaje por nuestro chat privado.