LAYLA (CAP. 18)

* Lake, déjame decirte algo que olvidaste. Ambos somos sombreros gris. Tu y yo sabemos que nuestro historial de trabajo no está limpio. No mentiré diciendo que no me afecta el saber que no es nuestro momento, pero mientras esperas el inicio de tu camino de redención, déjame estar a tu lado. Soy mayor que tú, por lo tanto ya tuve varios años para acabar con mi prioridad, desde los 13. Por experiencia te puedo decir, que cuando todo cayó en su lugar, me sentí vacío. Pensamientos tontos vinieron a mi mente y no podía sacarlos de ahí. ¿Sabes quién trajo de regreso a este encantador ser que amas? Tú; cuando escuché tu voz. Entonces, como verás nunca te exigiré algo, no podría. Solo aceptaré todo lo que quieras darme.

Por un momento pensé que soñaba. Por un momento pensé que todo era perfecto, aunque obviamente no lo era. El tenía razón, no somos 100% luz y ¿acaso importa? La respuesta es NO. Lo importante es que así sea corto, podemos tener un tiempo para nosotros. Recordé la promesa que le hice a mi mamá. Así llegue el momento del adiós en 6 meses, no me arrepentiré de pasarlo con él.

- De acuerdo, pero hay algo en lo quiero tomarme mi tiempo.

* Lo sé, quieres contemplar mi cuerpo y tomarte tu tiempo, no se diga más.

Me sienta a un costado para sacarse el polo y cuando está a punto de desabrocharse el pantalón, lo detengo.

- No, condenado. Me refiero a que, pues verás, ya te lo dije, pero creo que no entro en esa cabeza dura tuya.

Me tapo la cara por la verguenza. En serio, no sé qué me pasa, nunca he sido tímida y no me sonrojo, pero todo es nuevo con este pesado.

Siento que me levantan y me vuelven a poner a horcadas. Suavemente me quita las manos del rostro y me deja tiernos besos por toda la cara.

* Intentaré frenarme, pero seré sincero. Será muy difícil para mi. No haces mas que respirar y ya me enciendo. Me vuelve loco el saber lo que te ocasiono y llámame troglodita, pero todo lo que quiero es poner mi nombre por todo tu cuerpo.

Lo último me lo susurra y al terminar muerde despacio mi oreja.

Tiemblo de placer y pienso probar muchas cosas con él, pero primero podremos límites.

- Quiero hacer muchas cosas contigo, pero hay reglas. Todo lo que cubra un bikini, está prohibido. Es un NO rotundo. ¿Quedó claro?

Veo como me mira y muerde su labio inferior, siento como esa simple acción me hace querer frotar mis muslos juntos.

* Tendrás que ponerte el bikini de prueba, muñeca. En mi mente, ese bikini está formado por un hilo y ya quiero morderlo para que se rompa.

Deja un beso en mi escote, entre mis pechos.

Me levanto como sea con mis piernas de gelatina y voy a mi armario. Saco un bikini y le hago la señal universal para que se voltee. Haciendo berrinche lo hace y espera a mi indicación.