LAYLA (CAP. 17)

Sin pensarlo, giro. Me pongo a horcadas, meto mis manos en su cabello y bajo mis labios a los suyos. Dios, todo se siente tan bien, tan correcto. El sentir sus manos grandes masajear mi espalda, mis piernas. Sentir sus dedos haciendo presión en mi espalda baja, para sentir como reacciona a mí. Mi corazón late tan fuerte que duele. Es como si este chico, tan desesperante, tuviera el interruptor de mi cuerpo. Me siento arder y empiezo a mecer mi cadera. Me libero del beso para soltar un fuerte jadeo.

- Conde... ah...

Él no descansa, usa sus labios para besar mi oído, mi cuello. Sus manos me ayudan a rozar más fuerte la cresta formada en sus pantalones.

* Lake...

Ese susurro ronco, cargado de deseo, fue suficiente para volverme a la realidad.

Me levanto, él no me detiene. Me agarro la cabeza y vuelvo a dar vueltas por el cuarto.

- Lo siento. No sé qué me pasó. Lamento haberte atacado así, conde. Yo... yo...

No debí mirarlo a los ojos. Esos hermosos ojos como plata líquida, me miran como si lleváramos años juntos. Como si fueran el lugar donde pertenezco.

Él estira su mano con tranquilidad, y espera a que la tome. Me vuelve a poner a horcadas suavemente y me abraza. Esa sensación de una manta caliente en un frío invierno, es maravilloso. Esa sensación de seguridad que siento, es hermoso.

Abrazada a él, sé que debo ser honesta. Todo lo que diré, lo haré para recordarme las cosas que debo hacer. No merezco tener algo tan maravilloso, que hasta miedo me da desearlo. Al menos, no hasta pagar la enorme deuda que tengo con mi mamá.

Debo ser fuerte, debo decirle todo, pero no quiero lastimarlo, porque si apago la luz de esos hermosos ojos, sé que me arrepentiré.

- No podemos estar juntos, Cruz. Le he fallado a alguien importante para mí. Por ser descuidada y confiada, hice que esta persona perdiera todo y ha pasado años lejos de su familia. Debo recuperar de alguna forma todo lo que perdió, esa es mi prioridad. No te mentiré, así como me desesperas, me gustas. No puedo decir que ocurrió rápido, porque aunque no nos viéramos, nos conocemos hace 3 años. El que dejaras todo, para venir y cuidarme, cuando siempre pude cuidarme sola, hace mi corazón latir tan rápido que me da miedo sufrir un infarto. Verás, yo como Lake, siempre fui así solo contigo. Me consideraba una persona fría, sin emociones con respecto a lo romántico, pero tenías que venir tú, con tu boca mal hablada, llena de groserías y frases pervertidas; para querer tirar al tacho mi autoimpuesto celibato y darle rienda suelta a lo que me provocas. Tengo muchas trabas en el camino a mi redención y no quiero que veas ese lado mío. Guárdame en tu memoria como dijiste, con mi yo perfecta, porque la realidad es completamente diferente.