LAYLA (Cap. 8)

Tengo esta rara sensación, como si lo conociera de tiempo. Lo malo es que este inocente muchacho no sabe con quién se metió y lo mismo piensan los demás alumnos, que lo miran con pesar. Es mi turno de acercarme; subo un escalón, llego a su hombro y susurro.

- Entonces, siéntate, pero se amable, será mi primera vez en el regazo de alguien.

El me mira con sorpresa, pero se sienta y yo caigo con todas mis fuerzas encima. Escucho un gemido de dolor, sonrío y me levanto.

- La próxima vez piensa bien lo que deseas, amigo.

Me siento adelante y en diagonal a él. Antes que tome alguna represalia, llega el profesor e inicia la clase.

Después de 1 año de conversar con condenado, sin contar los 2 anteriores cuando competíamos, también tenemos un aplicación para chatear por celular, con la misma mecánica.

- Condenado, dime quién los crea, para pegarle un tiro en la cabeza. Contigo me basta y me sobra. Mi cuota para lo soez y coqueto está llena gracias a ti.

* Me encanta que reconozcas que te lleno.

- Hablo de tu conducta, grosero.

* ¿Qué paso? ¿Comenzó mal el ciclo?

- Hay un chico nuevo, que tiene el mismo carisma pervertido que tú y no quiero distracciones este último semestre.

* mmm, entonces le diré que se comporte. No te preocupes, yo te cuido, muñeca.

Por un momento, pienso en lo raro que es este sujeto, mientras el profesor pasa lista.

° Cruz Montecristo.

* Presente.

Mi amigo piernas largas, contesta. En eso escucho a una chica hablar.

^ ¿Montecristo?¿como el conde de Montecristo?

Todo mi cuerpo se pone tieso y lentamente giro para verlo, con los ojos bien abiertos.

* Exactamente, soy el CONDE de Montecristo.

Cruz me mira con ojos traviesos y una sonrisa grande. Automáticamente un pensamiento viene a mi mente: estoy jodida.

Todos ríen y el profesor sigue llamando lista. Regreso mi mirada al frente y sigo entumecida. Mentiría si digo que no deseaba conocerlo en persona, pero no quería hacerlo de esta manera. El tuvo la ventaja todo el tiempo y me llama la atención el por qué no ocultó su identidad. Para los sombreros grises es esencial guardar nuestra información, porque sino estaríamos expuestos a todo: desde extorsiones hasta asesinatos. No solo dependemos de nuestro anonimato, sino también estamos entrenados en combate cuerpo a cuerpo y manejo de armas.

° Layla Farres-Ogayar... srta Farres... OGAYAR.

- Presente.

° Deje de soñar despierta, Ogayar.

Solo asentí. Fueron las 2 horas mas largas de mi vida. Al sonar la campana, esperé que todos se fueran y giré para enfrentarme a mi némesis, acariciando mi cuchillo bonder escondido en mi morral.

- ¿Cómo?

* La persona a quien le dimos una salida de Oriente debe ser muy importante para ti. Tanto que en esos 5 minutos activaste un cortafuegos y estuvieron a punto de detectarte, sin que te dieras cuenta. Felizmente yo estaba atento y logré apagarlo, pero logre ver algo. Algo insignificante, pero suficiente. Vi que eras la #1 de tu clase en la MIT.

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