LAYLA (Cap. 4)

Se abre una sala de chat, antes de la carrera y ahí está.

* Hey, Lake, lista para enfrentarte al número 1?

- Tengo espejo en casa, por lo que siempre me enfrento a la #1.

* Estamos sabelotodos hoy.

- Estamos siendo obvios hoy.

* Amiga, relájate un poco, así nunca conseguirás novio.

- Y tú, novio es lo único que consigues.

* ay, ¿cómo lo sabías?

Jajajaja molesto, pero payaso. Buena combinación.

* Chica Lake, tengamos una apuesta aparte entre los 2. ¿Qué opinas?

- Tener mas contacto contigo es lo primero en mi lista de "diablos no".

* Si tienes miedo de perder, dilo sin miedo, no te juzgaré.

- Debes ser un viejo, porque no recuerdas los resultados a mi favor.

* Entonces, apostemos. No tienes nada que perder, ¿cierto?

- ¿Qué quieres?

* Si gano, crearás un chat privado entre los dos, para escribirte y que me escribas en cualquier momento.

- Muy bien, pero pondré todas las precauciones que quiera. Y si yo gano me ayudarás con algo que quiera.

* De acuerdo, chica Lake, pero no te daré mi cuerpo. Solo aclaro.

- Me refiero a pirateo, tonto. Ese cuerpo viejo no me sirve.

Suena una alarma, la carrera comienza en 1 min. Ya sé que pediré. Mi madre no puede salir de Oriente. Solo un hacker no es suficiente, pero con su ayuda, podría modificar el estado de deudor a acreedor y podría salir del continente.

Con el objetivo en mente, me preparo.

3

2

1

Comienza la carrera. Todo es intuición y rapidez de respuesta. Estamos a la par. Mientras seguimos avanzando vemos varios documentos. No es momento de ponerse curiosa, pero hay un título que llama mi atención "El plan Ogayar". Ese es el apellido de mi familia. En ese momento corro un programa de mascota, que agarra lo que señalo y se lo lleva, para archivarlo y verlo mas adelante. Ese segundo de pirateo me cuesta caro y el condenado va en la cabeza. No puedo perder. Si yo gano, igual habrá comunicación entre los 2 y eso es lo que quiere; así que no tengo de otra. Todo tiene que ser muy bien codificado en el pequeño margen que da, pero si rozas un poco el código de otro rebotas o empujas. Manos a la obra. Le doy un pequeño empujón a su código y toca un cortafuego. Lo descalifiqué y termino ganando.

Me pagan las criptomonedas y mi nick vuelve a estar 1era en la lista de los sombreros grises.

Rápidamente creo un canal de mensajería, fondo negro, todo deshabilitado, menos la escritura autorizada y regulada por la RAE. En pocas palabras, nisiquiera podemos poner códigos, ya que apenas detecta una palabra no escrita en el diccionario bloquea la función de escritura por unos minutos. Seguridad para ambos.

- Lo siento, pero tenía que ganar.

* Sabía que eras una tramposa, pero soy un caballero y te dejé ganar.

- Eres un CONDEnado caballo. Mira, ambos ganamos, tienes el chat privado que querías.

En eso recibo una llamada de mi progenitor, dejo que siga timbrando. Al terminar, me llega un mensaje "es sobre mamá".

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