cap 9: Dulce niña.

Nos vemos más tarde habló Michael a sus espaldas, no se sentía bien y ver toda la interacción familiar no le ayudaba.

Quiere compañía señor le dijo Felipe con una clara intención de acompañarlo.

Solo nego y se marchó trotando.

Otro que estás más solo muy solo dijo Rita con pesar.

Así es cariño mejor vamos a ver qué ocurrió con la princesa o llegará tarde a la universidad.

Ve tu amor yo le serviré el desayuno dijo Rita dirigiéndose a la cocina.

Michael trotando al parque donde disminuyó la velocidad estaba molesto y frustrado consigo mismo y no era buena compañía para nadie se sentó en una banca alejada a observar las aves que están libres volaban y cantaban.

inevitablemente el rostro de Elena llegó a su mente el hermoso vibrante sonido de su risa era como la alegría que transmitían esas aves, sonrió para sus adentros y negó con la cabeza.

~Elena qué me has hecho no puedo sacarte de mis pensamientos.

Su celular vibró con una notificación de la bolsa de valores, recordandole que debía iniciar sesión y revisar sus estados de cuenta.

Sonrió con amargura su vida se sentía tan vacía, sin amigos y no podía presentar presentarse ante su familia o correría peligro.

La mujer que amaba lo veía como su mejor amigo.

reviso y vio que sus ganancias aumentaban considerablemente, incluso más que en otros días.

En otro tiempo eso lo hubiera emocionado, hasta estaría feliz, pero el hecho es que ahora solo le afirmaba su soledad y lo fracasado que era en lo sentimental.

Una niña que jugaba con su cachorro lo golpeó con la pelota.

El perro corrió hacia él en busca de su juguete y lo ensució de lodo.

La niña con miedo y timidez se acercó para ofrecerle una disculpa.

~Lo lamento tanto señor fui torpe y descuidada, perdone a mi perro también aún estoy entrenando y no es muy bueno entendiendo las cosas.

La pequeña hablaba con elocuencia lo que daba a entender lo educada que era.

No te preocupes es solo lodo dijo restando importancia a lo ocurrido, acarició al cachorro que movía la cola feliz.

~Como se llama le preguntó tomando la pelota.

Max respondió la niña con una sonrisa.

Ve a buscarla Max y lanzó la pelota, el perro corrió a traerla.

~ Y tú cómo te llamas miro a la hermosa niña con atención.

~ Soy Eliana disculpe mi descortesia no me presenté como debía, se enrollo el borde de su vestido apenada.

Michael sonrío y dijo nada de eso, eres muy dulce Eliana, además tienes un lindo nombre.

Gracias señor aún no sé su nombre.

Oh claro yo soy Michael y es un placer conocerte.

Lo mismo digo señor Michael, lo miro un momento más y luego le dijo.

Se ve triste pero confíe ella lo quiere tanto como usted a ella.

La madre de la niña grito: Eliana cariño nos vamos.

Adiós Michael y sonría más se ve mas atractivo... Rápido max le dijo el perro y se marchó corriendo.

Qué quiso decir con ella lo quiere como usted a ella, será que Elena me quiere o conoce a esa pequeña, imposible o sí, de ninguna manera, lo dudo cómo podría conocerla, negó con la cabeza y se levantó para marcharse de vuelta a casa de Felipe.

Felipe recibí una llamada y tuvo que regresar a la mansión Scott.

Por más que quería contarle las nuevas noticias a Don Martín sobre el paradero de su hijo, se controló, se le era difícil ver la tristeza que emana, quien por más de dos décadas es su jefe.

Desde que Michael desapareció nada es igual una profunda tristeza se instaló en esta casa, era su pensamiento.

Felipe tuvo que permanecer en la mansión organizando todo a detalle.

Hizo un par de llamadas a personas de su entera confianza y le pidió que investigaran a profundidad lo ocurrido la noche que Michael desapareció, también mandó a seguir cada uno de los movimientos de Octavio.

Aprovechó la oportunidad y buscó las grabaciones del día de la desaparición de Michael, esas grabaciones estaban en la caja fuerte, pero él sabía el código de seguridad por lo cual le fue sencillo acceder a ellas.

Tomé el pendrive con las grabaciones y lo guardó en su bolsillo salió del estudio como si nada ocurriese.

Ese día trabajó como ningún otro para dejar todo en perfecto orden y así poder ausentarse un par de días; con la excusa de que su hijo había regresado y debía realizarse varios estudios médicos, cosa que era totalmente cierta.

Nadie le pareció extraña tal petición, pues sabían que no había estado muy bien de salud últimamente.

Salió tardísimo de la mansión agotado.

Horas antes.

Fabián llegaba al hospital a pasar consulta a sus pacientes.

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