Lo que pasó

Abro mis ojos lentamente, para encontrarme sobre el ancho pecho de Malmcon quien al parecer está plácidamente dormido. Esto es algo nuevo para mí pues siempre me juré no enredarme con alguien, porque las relaciones solo traen dolor. Por eso jamás había tenido intimidad con nadie, solo para no comprometerme. Pero heme aquí, en los brazos de este hombre que ha tumbado mis miedos. La verdad es que quiero confiar plenamente en él.

Como puedo salgo de la cama para ir al baño, me doy una ducha, siento un poco de ardor en mi zona íntima. Cepillo mis dientes y me coloco la ropa que tomé antes de entrar al baño.

Salgo y veo a Malmcon abrazado a mi almohada, sonrío por ello, es tan guapo.

Voy a la cocina para preparar el desayuno, prepararé unos huevos suizos con tostadas, mantequilla de maní, jugo de naranja y café. Creo que es un buen desayuno para degustar esta mañana.

Tomo la bandeja y me dirijo a la habitación donde veo que ya no está en la cama, escucho el agua de la ducha correr.

Después de un rato sale envuelto en mi toalla, y su anatomía perfecta me hace recordar todo lo que hicimos anoche.

- Buenos días nena ¿cómo amaneciste?

- Buenos días, estoy bien ¿y tú? traje el desayuno, supongo que debes tener hambre.

Se sienta junto a mí y toma un cubierto y toma un poco de los huevos, lo lleva a su boca y cierra los ojos haciendo un sonido de satisfacción.

-Esto es... mmmm... una delicia pequeña Chucky.

Llama mi atención que me diga así, no entiendo.

- ¿Por qué me dices así? - le pregunto curiosa.

Suelta una risotada, creo que es propia de los hermanos Lebreu.

- Porque tú, pequeña diablilla eres la hija de Chucky y Mérida.

En mi cabeza busco a los dos personajes y el rubor se sube a mi cabeza, el muy idiota.

- Eres una mezcla de ambos, aguerrida, valiente y necia como Mérida. Y diabólica como Chucky. Baia que me hiciste la vida imposible.

Mi expresión seria se relaja para empezar a reír por sus ocurrencias, tengo una de esas sonrisas nasales que provocan ronquidos cuando ríes.

- Y encima eres la nieta de Pepa Pig jajajaja

Así pasamos toda la mañana entre risas y bromas. Lo que pasó me encantó, jamás me imaginé que se podría disfrutar tanto. Volvimos a hacerlo un par de veces más antes de que él se marchara.

Me preocupa es nuestro trato de ahora en adelante, no quiero que piense que voy a tomar ventaja de lo sucedido entre los dos. Creo que lo mejor es mantener distancia prudencial en el restaurante. No deseo habladurías sobre mí.

La estoy un poco asustada porque Malmcon remueve en mí cosas que jamás nadie logró. Temo ser solo un momento más, ser solo un juego, cuando quiero ser más que un juego.

Por ahora no me mataré más la cabeza con esos pensamientos, lo que necesito es disfrutar pues jamás me lo permití.

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