De frente al Emir.

Estando todos en el invernadero, abrazados llorando por mamá por no saber cómo enfrentar su partida.

Llega Lucy y nos dice que mi madre quiere vernos y que ya llegó nuestro padre.

Said nos recarga las palabras, que le dieramos una oportunidad.

El saber lo de su hermano, nos dió a entender su miedo, no que nos tenía amor como nosotros pensábamos si no que no quería que se repitiera la historia de su hermano, que fue llevado para estudiarlo como conejillo de india.

Mi temor era con Yasay, pero ella tuvo y demostró más fortaleza que nosotros, nos mandó a lavar la cara, para que mamá no viera que habíamos llorado .

a mí me dijo que las cosas por muy dolorosas que fueran se enfrentaban sin alcohol y que no me quería ver bebiendo que eso es de cobardes.

Me quedo viendo a mi hermana y tengo que reconocer que es más fuerte que nosotros.

La abrazo y le digo que ella tiene razón y que no volverá a pasar.

Vamos subiendo uno a uno al cuarto de mamá, vemos a papá abrazado de mamá y nos vamos acercando a unirnos a ese abrazó dónde nuestro padre nos corresponde sin decir nada, solo cuando ve a Yasay que la besa y le acaricia su rostro y la aprieta a su pecho, es su única hija hembra entre tantos varones, ya que somos siete, ella era nuestra princesa ya que nuestra reina se nos está apagando.

Mamá, se fue despidiendo de cada uno de nosotros, yo quedé de último y me dijo que quedaba al frente de la casa y como pilar de esta familia y que le cuidara mucho a su gran amor que no lo dejáramos solo.

La abrazo fuerte le di un beso y en un suspiro quedó en mis brazos.

Mi padre me la quito de los brazos y lloro como un niño, sin dejar de gritar su nombre, cuando lo separamos de ella se puso las manos al pecho y se desmayó.

Said salió con él, rumbo al hospital, antes de irse nos dice que es su corazón.

Nuestros hermanos Ramil y Samir llegan en ese momento y se van con él, nosotros quedamos frente al cuerpo inerte de nuestra madre .

Ya han pasado dos días y estamos los cinco hermanos despidiendo a nuestra madre, la trajimos al mausoleo familiar donde reposan los restos de sus padres y sus abuelos, Lucy nos cuenta que lo mando a construir nuestro padre en honor a nuestros abuelos Oliver Casamayor y Aldemaro Lombardo.

Lucy, nuestra fiel secretaria nos entrega a cada uno un sobre con una carta escrita por mamá y nos dice que la leyera al llegar a casa, cuando vamos saliendo llega Samir y nos dice que tenemos que ir al hospital que nuestro padre nos llama.

Yasay nos abraza y nos dice vamos muchachos ustedes pueden, recuerden lo que nos decían los abuelos y lo que nos dijo mamá antes de partir.

Somos un solo bloque imperdible que ni agua, viento ni fuego van a destruir.

Con esas tristes pero realistas palabras, salimos rumbo al hospital, a estar al lado de nuestro padre.

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