Capitulo 2

La noche para Oriana, era solo pensar en Axel, así que no lo pensó mucho y quiso acompañar a Aurora nuevamente, quería ver a ese chico y hablar con él, aunque aurora le dijera que no podía, ella no sé, resistía a saber más de él, algo tenía que le hacía sentir curiosidad por conocerlo.

_Hola, Axel._

El niño al voltear y ver que era ella, le devolvió la sonrisa que Oriana tenía al verlo, aunque no tuvo mucho su atención, el objetivo del niño, era subir a un banco y caminar sobre él, demostraba interés en ella y se lo quería hacer saber con un poco de su hiperactividad.

_¿Puedo hablar contigo? Tengo un secreto que contarte._

Orí le dio la mano y el chico accedió, un niño de 6 años, que no actuaba como tal, se podía decir que era uno de 4 años.

_¿Si me dices un secreto es por qué Somos amigos?_

Su atención fue puesta sobre Oriana, él sabía muchos secretos que no entendía y con su condición, donde solo su cuerpo expresaba lo que quería y sentía, era muy difícil que dijera algo.

_ Claro que sí, ¿sabías que Yo sé jugar a la cámara lenta?, ¿quieres que te enseñe?_

_Siii, enséñame._

Su cuerpo empezó a moverse, sus pies no tocaban casi el suelo de los brincos que lograba hacer, Orí lo tomo de sus manos y hacían movimientos que parecían unos perezosos, pasaron diez minutos en eso, Oriana grabó todo y le enseña haciendo que el niño tomara interés en ver y hacer tal cosa, su objetivo era saber que tanto podía controlar su cuerpo o cuanta atención podía prestar en eso.

_Eres idéntico a un perezoso._

_Sii, ja, ja, ja._

Esa sonrisa encantadora que llenaba el alma de Oriana, su mente viajo a Alejandro, como podía estar tan cerrado a ver la sonrisa de su hijo, una sonrisa que cura el alma del más condenado, pero no era nadie para juzgar, sabía que detrás de todo eso, había una historia y una tal vez muy dolorosa, que no era una excusa para no ver el daño que le causaba a su hijo.

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Venezuela

_Maldición..._

El teléfono de lucca sonó sobre el escritorio, Solo ver a esa mujer ojos claros, cabello castaño medio largo, piel canela y unas curvas que lo tenían delirando, moría de celos al verla abrazada con otro, mostrando su sonrisa perfecta, dejo de divagar por sus redes y se concentró en revisar correos, tenía muchas propuestas y era hora de seguir creciendo.

_¿Colombia?_

Leía ese correo que al ver que era de Colombia, le intereso mucho, ese país estaba en su cabeza desde hace cinco meses, todo lo que pasaba era de su importancia.

_Luc, amor..._

Su ceño fruncido fue lo que la chica recibió, lucca podía tener a cualquier mujer, para él solo lo buscaban por su dinero y eso siempre era así, ahora tenía a una mujer que ni recordaba ya, llamándolo amor.

_¿Solo nos vimos una vez, que no recuerdo, tuvimos sexo y ya, que te trae por aquí?_

La chica se sentó en su regazo y sonrió, jugaba en su gran pecho y sonreía, como cuando una niña quería un juguete, sin prestar atención a sus palabras.

_Mi auto está pasado de moda, me gustaría..._

_¿Tener uno nuevo?_

Ella sonrió muy traviesa y feliz, estaba A punto de obtener lo que quería, ya no tendrá que seguir viendo a ese chico, para ella, solo le quería sacar beneficio, sin saber que ese hombre no le importaba lo que todas las mujeres pensaban del, solo una y esa era capas de decirle todo lo que era sin pensarlo.

_El problema es que tenemos que ir donde mi padre, yo administro todo, pero él sigue siendo el dueño, veré en cuanto nos deja..._

_¿Espera, está no es tu empresa? ¿No eres el dueño?_

_ No mi amor, eso dicen para despistar todo y no dañen a mis padres _

Estaba disfrutando la rabia que tenía la chica, se acostó con él para sacarle beneficio y resulta que de nada le valió.

_Eres un mentiroso, me acosté contigo..._

_Solo fue sexo, ni siquiera quise besarte, mis besos solo serán para una sola mujer, ya ve a sacarle a otro._

A empujones la saco de su oficina, su padre le tocó ponerse a un lado de las pataletas que la chica hacía.

_¿Ahora que pasó con esta?_

_Quería un auto nuevo..._

_De esto se entera Ella y seguro se molestará._

Lucca sonrió, deseaba ver su cara de celosa, esas cosas le decían todos, pero no lo sabía, no lo veía, no lo escuchaba, la extrañaba tanto, aunque si solo fuera para pelear.

_Me gustaría creer todo lo que dicen._

A pasos lentos camino a su silla ofreciendo una a su padre, olvidó que le había escrito para qué lo ayudará con ese negocio en Colombia.

_Se ve muy interesante hijo, sería bueno avanzar en tecnología, mandaré a investigar más._

_No te preocupes, papá, llamará a mi tío Robert, ese sabrá qué hacer._

Esas fueron las palabras que terminaron de cerrar la conversación, lucca descanso sobre su silla y veía su teléfono, muchas fotos de ella.

_Eres demasiado hermosa y perfecta._

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Colombia.

_Grandísimo idiotaaaa._

El teléfono en sus manos voló lejos en cualquier lugar de ese sofá, su prima y amiga, solo veía la escena, perdería tiempo si trataba de darle terapia.

_¿Para qué buscas noticias de él, si solo sufrirás.?_

_Es que me llegan solas._

_Cambia de correo, deja de seguirlos, no sé..._

Sus palabras se detuvieron al verla llorar, ya era demasiado tiempo esperando por ese amor.

_No llores, ¿por qué no sacas todo eso? Y decides buscar un amor que si te corresponda._

Mili no dijo nada, su cabeza reposaba sobre las piernas de mili, en silencio se quedó, ni siquiera sabía si de verdad su amor no era correspondido, hasta quedar dormida, no quería, no podía. Olvidarlo.

>>>

_¿Señorita Aurora, su padre contrato a un nuevo experto en seguridad y tecnología, desea conocerlo?_

Una chica que se caracterizaba por su amabilidad y sencillez, no se daba a conocer y menos decir que tenía mucho dinero, le gustaba la vida de solo ser una psicóloga, feliz, libre y en busca de un amor a primera vista, un hombre que la dejara sin alientos al verlo.

_No, señor Romero, dejé que mi padre se haga responsable, estaré muy ocupada estos días._

La chica le dio una sonrisa y salió de su oficina, Iba algo distraída en unos documentos, que chocó con un hombre de unos 36 años, metro ochenta, piel no tan blanca, de lentes, ropa casual.

_Disculpe, señorita._

Levantó los documentos que aurora sostenía en manos y se los entrego, el hombre sonrió al ver que ella se quedó estática, solo veía todo de él, para autora era el hombre más perfecto, el amor de su vida.

_Tran. Tranquilo, Gra. Gracias._

Todo su cuerpo sintió la sensación más bonita, su cabeza empezó a trabajar en una locura de amor, mientras que ese caballero camino a su destino.

_Hija, hijaaa_

Su padre la llamaba, pero ella solo tenía su mirada en la dirección donde se dirigió su gran amor.

_Papá, me he enamorado a primera vista, es el hombre más guapo que mis ojos han visto._

¿Su padre levantó ambas cejas, acaso su hija se había vuelto loca? ¿La tomo de los hombros sentándola, que pasaba con esa muchacha?

_¿Estás bien?_

Su mirada seguía Perdida, no quería olvidar a ese guapo hombre, era perfecto en todos los aspectos, su padre se asustó al ver que su hija reaccionó de golpe.

_Su nombre papá..._

Salió corriendo, pero ya era tarde, no lo veía por ningún lado, aunque el sí, ya conduciendo su auto, sonrió al verla buscar algo como loca, le pareció tan graciosa y bella a la vez, borró su sonrisa al recordar ciertas cosas que no eran de su agrado.

_No lo conseguí, papá, pero seguro lo veré pronto._

_Búscalo en las cámaras._

_No, creo en el destino, sé que un día lo veré y si eso pasa, no lo dejaré ir._

Su padre negó con la cabeza y en un abrazo salieron, que hacía con su loca hija.

>>>

📲_ Sobrino, qué sorpresa?_

📲_ Lo dices, como si nunca te llamará._

📲_ Exactamente._

Una carcajada de lucca se escuchó al fondo.

¿📲_ Ja, ja, ja, cuando vienes? Quiero pedirte un favor._

📲 Justo terminé un trabajo aquí, mañana salgo a primera hora, Tengo muchos encargos de Mía Isabella._

Lucca sonrió, esa niña ponía a parir a todos, ya le había dicho como quería su auto en el futuro, ambos quedaron en reunirse y ver qué proyecto era.

_Solo espero no sea una excusa para venir por mi sobrina._

Se sentó a un lado de la maleta que arreglaba y recordó a la chica que ayudó, por qué la pensaba tanto.

_Ya deja de pensar Robert..._

Se puso ambas manos en su rodilla y así se levantó para preparar algo de comer, mientras que en otro lugar, una chica seguía recordando a ese hombre, que para ella, era perfecto, esos lentes lo hacía ver educado, centrado, maduro, se imaginaba como era en la intimidad.

_Ya aurora... calma._

El deseo de volver a verlo era tanto, que tal vez el destino los cruce y sea autora quién ponga a disfrutar a un hombre que ya no creía tanto en el amor.

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