Capitulo 13. Paciencia Marcos.

Allegra Hamilton tuvo que pedir turno a su doctora porque la insistencia de Marcos de ver a su hijo y hablar con la ginecóloga, ya la estaba cansando.

En realidad , para ser francos, su cabeza no funcionaba bien.

Por momentos estaba feliz de tener a Marcos a su lado como un humilde y paciente animalito , ahora que Machi no estaba y que la extrañaba bastante.

Por el otro,verle prácticamente desnudo , revolucionada sus hormonas y le traía recuerdos que ella con paciencia y trabajo había tratado de olvidar e incluso lo había conseguido.

¿Porque Diablos este macho alfa volvió a su lado, dorado y sonriente, de ojos grises brillantes.?

Cristina le había dicho por teléfono que lo veía por todos lados con una tal Cecilia .

Se estaba arreglando para ir a la doctora justo cuando recordó esto.

_ ¡Quién es Cecilia ! -- le dijo gritándole desde el cuarto.

El se hacía el estúpido que no entendía mirándole con una cara asombrado desde la sala.

_ ¿Cecilia ? Es mí secretaria idiota que papá contrató - dijo ,- ¿quieres que te ayude con el cierre amor ? -

Es un lobo disfrazado de gatito - pensó Allegra. Ese tipo le molestaba. Tenía una colonia horrible y era demasiado guapo .

_ ¡No me toques ! - dijo a Marcos que con la punta de los dedos trataba de cerrar el cierre de Allegra. - tienes un olor horrible - dijo.

_ Solo es mí colonia amor ❤️. Si quieres me lavo otra vez. ¿Que remera me queda mejor ? ,- decía el gatito poniendo cara de total inocencia.

Mostraba los colores poniéndolas frente a su torso desnudo. Todas las malditas remeras combinaban con sus ojos.

_ ¡Cualquiera! -¡ todas son feas ! - le dijo enojada.-

Ahora nomás ese idiota trataría de ligar con la doctora.

Pero su maldito idiota pasó todo el tiempo en el ecógrafo llorando a moco tendido. Miraba la cosita amorfa que era el feto de dos meses y medio , pura cabeza y lo encontraba hermoso.

Por momentos viéndolo llorar estuvo a punto de acariciarlo. Parecía un verdadero gatito desvalido.

Pero acariciarle significaba sexo. Y el sexo con ese infeliz era maravilloso. Y sexo significaba perder su libertad. Significaba extrañar cuando se vaya. Significaba dolor.

_ Pueden tener sexo - dijo la doctora como escuchando sus pensamientos - pero nada de posiciones raras.

_¡ Nosotros no tenemos sexo ! - dijo Allegra rotunda.

Marcos no dijo nada. Solo alabó las dotes de la doctora cuando iban de salida.

_ Allegra, amor. Nuestro hijo es precioso . ¡Es un varón ! - dijo el idiota sonriendo tanto que unos enfermeras zorras que caminaban por el pasillo de la clínica lo miraban para comerselo.

- No seas torpe Marcos. Ni la especialista aún pudo distinguir el sexo. Llévame a comer algo que tengo hambre - dijo enojada-

Caminaron por la bulliciosa ciudad hasta encontrar un restaurante que tenía frutos de mar y según Marcos el pescado era vital para las embarazadas.

Las hermosas brasileras miraban a Marcos y Allegra empezó a sentirse descompuesta.

Mujeres hermosas, doradas o morenas, cuerpos de diosas y nalgas espectaculares.

No puedo competir , pensó. Lo único que tendré grande será mí panza.

Finalmente Marcos encontró una mesa.

Se sentaron y el le miraba con adoración.

Ella eligió un bife de pescado grillado y verduras. No era fan del pescado pero por lo menos, a la plancha era pasable.

Pidió un jugo de Acai y Marcos se le dió por ir a la cocina a mirar como se hacía.

Ese rubio estúpido destacaba en el local entre tantos morenos y las fogosas brasileñas le comían con la mirada.

Fue realmente un martirio hasta que terminaron y se fueron al departamento.

Ella tenía tanto sueño que ya no le importaba nada. Necesitaba con urgencia una cama.

_ ¿Donde dormirás? _ le dijo a su gatito.

_ En el suelo. Porque el sillón es pequeño y ...

_ Bien..No hagas ruido. _ dijo y se puso su pijama y se tiró en la cama.

Marcos se acostó muy lentamente de su lado y puso un almohadón en su regazo porque si ella lo veía excitado le echaría.

Después su cuerpo se tranquilizó. Tenía en su cerebro las imágenes de Marquitos.

Marquitos , su hijo. ¡Claro que era un varoncito!. El había visto su sexo. La doctora no sabía nada. Lo único bueno que hizo fue decirle que podían tener relaciones. Claro, eso es una utopía. Allegra le odiaba -- pensó -

Entonces sintió a la bella durmiente con un brazo arriba de su pecho.

Apretó más el almohadón en su regazo y trató de borrar todas las imágenes de los dos que su mente le traía.

El perfume de su mujer lo estaba omnubilando.

Ella y su hijo, eran lo más hermoso del mundo -- pensó.

Y luego cerró los ojos y durmió feliz..

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