Capitulo 4. La niña interior.

Allegra caminaba como sonámbula por el Dek del hotel que llevaba al mar. Apenas llegó al hotel esa mañana se había tomado dos somníferos, pero no le ayudaron. Se revolcó en la cama durmiendo solo breves instantes.

Luego se levantó, necesitaba salir del encierro, vió al correr las cortinas que estaba ya oscuro porque luces iluminaban el complejo. Sentía que la cabeza le martillaba. Tomó un ansiolítico y se puso el traje de baño. Una salida sobre la biquini y decidió acercarse al mar.

Instintivamente llevó consigo una botella y una copa. No había comido nada en todo el día, pero no tenía hambre.

Las palabras de su padrino resonaban en su cerebro.

Busca tu niña interior.

Cómo si eso fuera fácil . ¿Dónde encontrar a la Allegra despreocupada y feliz , capaz de emocionarse con cosas sencillas de la vida? Esa mujer estaba enterrada en miles de capas que ella había con esfuerzo recubierto. Capas que le ayudaban a no sentir dolor , a extrañar menos a sus padres, a enfrentar la vida sola.

Entonces lo vió. Supo que conocía a ese hombre de algún lado, esos ojos grises hermosos y ese cuerpo atlético en algún lugar lo había visto. Pasó rápidamente su mirada sobre el y siguió de largo hacia una de las pequeñas cabañas sobre el mar que había reservado.

Se sentó sobre la cama blanca y sacó su salida de baño. Salió al borde del Dek y puso los pies en el agua del mar. Se sirvió una copa. Tomó unos tragos. Necesitaba recuperar los sentimientos que alguna vez tuvo latentes en su interior.

Trató de sonreír al mar. Trató de largar una carcajada en la noche alumbrada por la luna. Escuchó su risa, no parecía fingida, parecía real. Se tiró al mar, el agua la envolvió como una sábana suave de raso melosa. Cerró los ojos, se sentía tan bien, que se dejó hundir , cómo si por fin el sueño llegara a ella.

Entonces casi dormida sintió los brazos fuertes que la sujetaban y la sacaban del agua. Se dejó caer en sus brazos. Cuando le sacó la cabeza del agua comenzó a toser por el aire en sus pulmones expulsando el agua y bastante de lo que había bebido. Ese hombre con suavidad le limpió el rostro. Ella abrió los ojos y lo miró. Allí estaba otra vez los ojos grises penetrantes.

_¿Qué haces Allegra? ¿Intentas matarte? --Marcos apretaba ese hermoso cuerpo de mujer junto a él, le acarició el cabello sacándole del rostro con una ternura desconocida- Ven, vamos afuera-

Ella lo miraba como si no entendiera. Había vomitado agua y parte de la bebida consumida. Temblaba en sus brazos. El le sacó del agua y le apoyó en la plataforma de madera.

Estaba solo de pantalones porque se había quitado la camisa cuando la vió entrar en el mar. Se sentó a su lado y ella se recostó sobre su pecho. El sintiendo su temblor, se paró y la levantó junto a sí. La sintió helada y trató de darle calor friccionando su cuerpo. Le hablaba con voz dulce :

_ Ven querida…vamos a secarte.. estás helada.. ven! – entró en la cabaña y tomó una toalla envolviendola. Le secó el cabello y el cuerpo como a una niña.

Ya no era la Allegra Hamilton fría y distante. Era una niña necesitada de afecto y cuidado. Le miraba con sus maravillosos ojos almendrados.

_¿Tienes ropa seca?- le preguntó él- sácate la malla mojada y acuéstate en la cama. Te tapare y entrarás en calor. Estás temblando –

Ella automáticamente comenzó a sacarse la biquini frente a Marcos. El vió sus hermosos senos desnudos y se dió vuelta para salir de la habitación.

_No te vayas! Por favor, no te vayas.-

Marcos Arzuaga la miró. Estaba totalmente desnuda junto a la cama. De vez en cuando su hermoso cuerpo se estremecía en pequeños temblores.

_ Okey, ven- Marcos abrió el lecho y ella se acostó. La tapó y se acuchilló junto a la cama. Ella le tomó de la mano.

_ ¿Cómo te llamas?- murmuró temblando aún.

_ Marcos.

_ Marcos…Marcos.. no te vayas.. tengo frío…acuéstate conmigo por favor.

_ Estoy mojado Allegra.

_ Sécate y sácate la ropa. Ven conmigo. No me dejes sola…

_ Allegra, no estás bien. No debo acostarme desnudo a tu lado. No piensas lo que dices..

_ Ven Marcos, por favor! – los ojos de ella estaban nublados de lágrimas-- Si te vas, volveré al mar. “Quiero encontrar a la niña “– unos temblores volvían a sacudir su cuerpo.

Marcos pensó que deliraba. Se sacó la ropa y se secó con la toalla. Desnudo se acostó a su lado. Le arropó tratando de mantener la distancia.

_ Marcos , abrázame por favor.

Marcos no sabía cómo contener su excitación. El cuerpo desnudo de esa mujer hermosa, se pegó al suyo. Ella levantó una mano y le acarició el cabello húmedo.

Y luego su boca se prendió en la suya. El beso fue profundo y maravilloso. Su excitación estaba sobre el vientre de Allegra y le causaba dolor y placer al mismo tiempo. Le abrazó y empezó a acariciarla mientras la volvía a besar recorriendo su boca íntimamente.

Ambos respiraban agitados, y el deseo creció como una llama infernal. La unión fue necesaria y le llenó de un placer enorme.

El quería más, necesitaba más, no quería salir de ese reducto cálido ahora lleno de su semilla.

Comenzó a besarla otra vez, cuellos, rostro, boca , sen4s y ella siguió reaccionando a su deseo. Una maratón sexual los consumió esa noche, hasta tarde. Cuando por fin, se durmieron abrazados y cubiertos por sus propios fluidos.

El sol empezaba a asomar, cuando Allegra Hamilton abrió los ojos. Un hombre desconocido estaba a su lado, prendido en ella, desnudo. Trató de recordar que había pasado, pero una gran laguna mental le nublaba la memoria.

Estaba desnuda también y por lo visto había tenido sexo con un desconocido.

_ ¿Quién eres? ¡Que haces aquí! – le gritó sacudiéndole –

Comenzó a vestirse apresuradamente. El empezó a despertar. Una sonrisa en su rostro apareció cuando la saludo .

_ Hola preciosa! Cómo amaneciste?- dijo Marcos desperezandose.- ¿Que dices? Perdona no te escuché.

_ ¡Digo que me violaste, maldito! – dijo enojada Allegra.

_ ¿Estás loca mujer?¿ No te acuerdas de nada? – El comenzó a vestirse también mientras la miraba asombrado. La mujer maravillosa y dulce había desaparecido, la que amaneció ese día era fría y ardía en ira.

_ Estaba dormida en mí cuarto del hotel y tu.. tu seguro entraste y me trajiste aquí…

_ Allegra, viniste aquí sola. De noche, con una botella de vodka. Te emborrachaste y te tiraste al mar y cuando te rescaté me suplicaste que durmiera contigo!¿ Que diablos te pasa?¿Estás loca o que?.Con razón que tu novio te abandonó antes de la boda! – dijo Marcos enojado.

_ ¡Maldito mentiroso! – dijo ella saliendo apresurada.

_ ¡Ya recordarás! Fue la mejor noche de tu vida Allegra Hamilton! – dijo molesto.

Ella ya se perdía caminando apresurada hacia su habitación.

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