Capitulo 8

Grace pronto llega a casa y con sus maletas hechas en la puerta de su cuarto, su madre aparece con un semblante triste y luego pregunta:

- ¿Dónde has estado?

- Ahora no importa, ¿no estoy de vuelta aquí? Solo quiero pasar mi última noche aquí, sola en mi habitación-ella habló mirando a su madre.

- Hija, sé que estás haciendo esto en contra de tu voluntad, pero hay algo que tu padre no quería decirte y que necesitas saber.

- ¿Qué? No me digas que Leonardo intentó hacer algo contra la empresa otra vez-ella habló furiosa.

—No hija, de verdad quiero hablar sobre lo que hiciste hoy, no puedes priorizar tu felicidad por nadie, sé que lo que hiciste, fue para no vernos en bancarrota, pero ¿y tú? ¿Qué hay de tu felicidad?

—Mamá, ¿cómo puedo pensar sólo en mi felicidad si tú y papá son los únicos amores en los que puedo confiar? He pasado años con Leonardo y conozco a Zara desde que éramos jóvenes, pero ambos han demostrado que ni siquiera la amistad y el amor deben ser confiables, no te preocupes por mí, estaré bien, es solo un contrato, Con un tiempo podré seguir adelante y no dejaré que nada ni nadie me engañe más.

Paola abraza a su hija y por más que Grace demosntre ser una mujer fuerte, cuando su madre salió, ella cerró la puerta y se acostó en su cama, luego lloró.

Poco sabía Grace que su destino solo estaba siendo ligado al hombre extraño que la hacía sentir feliz, entonces ella se quedó dormida.

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Al día siguiente...

Grace llega temprano a la mansión de Robert Graham, una mujer la esperaba, luego ella sube a su cuarto, el mayordomo le informa que necesita que no demore, pues el juez, ya está esperando para la boda.

En pocos minutos, ella estaba vestida de novia, un maquillaje ligero que resaltaba su belleza, tan pronto como ella desciende, solo ve a Martin, el abogado Miguel y el Juez, ella mira hacia atrás y no había una señal siquiera de su supuesto novio, ella pensó en preguntar, pero prefirió permanecer en silencio, al final ella no esperaba tener ningún tipo de afecto con su esposo por contrato.

Y así fue como Grace se convirtió en una mujer casada, vestida de novia, con un juez que tomó su firma, sola, sin siquiera una señal de su esposo.

Ella vuelve a su habitación, se quita el vestido y se baña, luego a punto de bajar ' para conocer a su nuevo hogar, ve a un médico, pasando por el pasillo, lo que la deja intrigada.

- ¿Qué hace un médico aquí?- Se preguntó a sí misma sin notar que hablaba en voz alta.

El mayordomo que estaba justo detrás de ella dice:

- ¿El señor Martin no le contó?

- ¿Me lo dijiste? ¿Hay algo que necesite saber?- Me preguntó confundida.

Edgar mira a Grace y luego pregunta:

- ¿Estabas tan desesperada por dinero que no querías saber de tu esposo?

- ¿Acaso está queriendo ofenderme o insinuar que soy una mujer interesada?

—No señorita, es que solo juzgamos por lo que sabemos, pero no estoy aquí para sopesar su carácter, aún no le conozco para saber si fue forzada a casarse con el señor Robert, o si es una aprovechadora, pero no se preocupe, soy un hombre que descubre rápidamente sobre la índole de las personas que me rodean, sea bienvenida a la mansión señora Graham, me llamo Miguel.

- ¿Qué le pasa a mi esposo? ¿Está enfermo?- Preguntó.

- Está en coma, ¿quiere verlo?

Grace acaba con la cabeza en señal positiva y se dirige a la habitación de Robert con el mayordomo, tan pronto como él abre la puerta, ella ve a su esposo, en una habitación hermosa, pero que estaba adaptado como una lujosa habitación de hospital, llena de aparatos que ayudaban a mantener a Robert vivo, el enfermero mira al mayordomo y luego sale de cerca de Robert, facilitando con que Grace vea quien estaba en la cama, así que ella mira para el rostro del hombre que parecía estar en un sueño profundo, sus ojos llenan de lágrimas, en ese momento ni ella sabía cómo describir lo que estaba sintiendo, el mayordomo y el enfermero se miran sin entender nada, Grace toca la mano de Robert y dice:

-Bello, no puedes morir, no me dejes sola en este mundo tan cruel, fuiste la mejor persona que conocí y verte aquí, de esa manera me pones muy triste.

El mayordomo intenta escuchar lo que ella hablaba susurrando en el oído de Robert, él veía en su mirada, algo que jamás pensó que ella haría, por ser un hombre anciano, que ya vivió muchas situaciones en la vida, él sabía que la mirada de ella demostraba amor.

Grace se sentó al lado de la cama en la que Robert estaba y dijo:

- ¿Pueden dejarme a solas con mi esposo?

El mayordomo luego salió con el enfermero y ella alisando la mano de él dijo:

—Qué ironía del destino, tantos hombres en el mundo y luego usted se convirtió en mi esposo, yo no quiero que usted muera bello, digo Robert, o mejor, mi esposo. Tienes que vivir, tienes que despertar.

Continúa...

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