Capítulo XI

Llegando a casa David y Luz preguntaron cómo seguía Jazmín

– Está igual – Escarlata dijo eso aún sabiendo lo que le dijo Lucifer, suspiró

– Tranquila, ya mejorará... – David puso la mano en el hombro de Escarlata, esta lo miró y sonrió triste.

– Me iré a la cama... No me siento muy bien – susurró Escarlata.

– Te acompaño – dijo Luz levantándose del sofá.

Dark se sentó en el sofá y miró la TV, David iba a hablar, abría la boca y luego la cerraba, repitió el proceso varias veces hasta que le salió la voz

– ¿Por qué crees que D está obsesionado con Escarlata? – Dark lo miró.

– No lo sé, ella vio como mataron a sus padres, pero ella nunca quizo decir nada.

– ¿Tú que eres de ella? – Dark suspiró

– Si hablas de si soy parte de su familia... No soy nada de ella, yo la conocí unos meses antes de que sus padres murieran, ella solía estar en las calles hasta altas horas de la noche e incluso sin comer nada, comencé a darle comida y siempre la iba a dejar a su casa cuando oscurecía, Un día no la vi en la calle donde siempre me esperaba y fui hasta su casa, la puerta estaba abierta y entré asustado, la vi junto a los cadáveres de sus padres, no tenía expresión en su rostro, le tendí la mano y ella la recibió sin decir nada, salimos de la casa y llamé a la policía, yo era menor de edad, pero quedarme con ella fue la única condición para declarar, además yo estaba emancipado y legalmente era un adulto.

– Entiendo – susurró David.

Escarlata iba de camino al colegio junto con Dark y David, cuando llegaron Escarlata se despidió de ambos y saludó a Catalina quien la esperaba en la entrada.

– ¿Te enteraste? – preguntó Catalina a Escarlata

– ¿De qué? – preguntó esta desconcertada.

– Todos hablan mierda de Cristina, dicen cosas que sé que no son ciertas y joder, era nuestra mejor amiga...

Escarlata pensó en Catalina, su amiga en si era bastante inocente si pensaba que Cristina era tan buena.

Ya en primera clase sus compañeras de la mesa de delante estaban hablando de todo lo que habia pasado ultimamente.

– Ya era hora ¿no? – Catalina miró a Escarlata y esta se encogió de hombros

– ¿De qué hablas? – preguntó Escarlata

– De que mataran a esa – rió su amigo – Se acostó hasta con mi hermano y lo hizo mierda

– Nunca estaré de acuerdo con que mate a alguien – dijo Catalina negando con la cabeza – Mi mejor amiga no era así.

– Todos sabe que D mata sólo a quien lo merece... Tú mejor amiga era una PUTA – dijo cargando la voz en la ultima palabra, Catalina le dio una bofetada

– Podrá haber sido todo lo que quieras, pero era una persona

>Una persona que merecía morir - pensó Escarlata

(...)

A la salida del colegio llamó a Dark

– Necesito verte – le habló

– Ya voy de salida de la Universidad, espérame en la entrada del colegio – dijo Dark

Cuanto llegó este le preguntó que pasó

– Tengo un mal presentimiento, en si no es cercano, es bastante más lejano, pasara en más tiempo, pero... Necesito ver a Lucifer.

– Escarlata, no vamos a ir, haz ido muchas veces, hay limites...

– Joder Dark.

Por otro lado, precisamente en él infierno Adonis hablaba con venus.

– Eres mi protectora, ¿Recuerdas?

– Eso dejó de ser así hace cientos de años, no haré nada por cuidar la espalda de Escarlata.

– Hazlo por mi, ¿No me tienes cariño?

– Claro que te tengo cariño, te cuide desde que naciste, por cierto... Tú madre era muy buena.

– No me hables de ella – Para Adonis ese era un tema difícil de tratar.

– ¿Tanto te molesta que se haya separado de tu papá?

– Cállate.

– Ella te amaba.

– Eligió aun estúpido mortal en vez de a mi padre, ¿Qué crees? ¿Qué la aprecio?

– Deberías, ella se alejó de tu padre por el motivo de que mataba a cualquiera, no le importaba si esa persona fuera buena o mala, solo le daba placer hacerlo.

– ¿A quien no le da placer?

– A ti – dijo Venus con firmeza con lo cual lo dejó callado, la verdad es que él siempre pensó que lo que hacia su padre estaba mal, pero según él fue su madre la que separó a la familia, quien la destruyó, quien tuvo hijos con un mortal y quien lo negó, nunca podrá sacarse esa conversación de la cabeza.

<<– Y... dime, ¿Tienes novio o algo? – dijo el mortal.

– No, completamente soltera – le sonrió.

– Yo tenia una pareja con la cual tuve una hija... pero ya nos separamos... ¿tienes hijos?

– No, por lo menos no en este mundo.

– ¿Qué quieres decir? ¿Murió?

– Algo parecido – dijo cabizbaja.

– Lo siento – dijo él >>

– Dime... ¿Cómo está él? – susurró Adonis

– ¿Quién?

– Ya sabes de quien hablo.

– Si, lo sé... Está bien.

– ¿Sigue siendo policía?

– Subió de nivel – rió Venus – Es detective privado.

– ¿Cómo era que se llamaba?

– Alex – Venus se levantó del sofa.

– 24 años ¿Cierto?

– Si – Venus miró a Adonis a los ojos.

– ¿Aún lo ayudas con los casos? – preguntó Adonis susurrando.

– De hecho, en el ultimo año casi no me había pedido ayuda, pero ahora...

– ¿...?

– Va en busca de D

– ¿Qué? Mierda, bueno, no los descubrirán, o eso creo, cómo sea, tienes que ayudar a Escarlata a qué el policía se vaya de esa casa.

– ¿Qué gano yo?

– Lo que tú quieras querida Venus.

– Perfecto.

Habían pasado 4 días desde que Escarlata había besado a Jazmín, Escarlata fue a ver a su amiga, le dieron el alta medica

– Sanó milagrosamente – le dijo el doctor a Escarlata y Dark

– Eso es bueno – sonrió Escarlata mirando hacia el interior de la habitación en donde las enfermeras estaban ayudando a vestir a Jazmín

– Su herida aún tiene que ser limpiada y curada cada dos días... Por lo cual tienen que venir uno de ustedes con ella para ello, en unos días le daremos el alta total.

(...)

Escarlata estaba feliz, iba en el auto hacia casa, con Jazmín sana (aunque no por completo) y un Dark sonriente.

Cuando llegaron estaban Luz y David sentados en el sofá, al sentirlos entrar se pusieron de pie y fueron a saludar a Jazmín.

– Estoy feliz de que estés bien – habló David – No me hubiera perdonado nunca si algo te hubiera pasado.

– De pasarme algo me pasó – rió Jazmín y al momento se quejó por el dolor – Por algo estuve en el hospital tanto tiempo.

(...)

A altas horas de la noche, cuando todos dormían Escarlata salió de casa cerrando la puerta con cuidado para no ser escuchada, caminando un trayecto de más de una hora llegó a la entrada del infierno (cómo le dice ella) vio las escaleras oxidadas y bajó por estas, al entrar no vió nada, estaba todo completamente oscuro, caminó tanteando el camino para no caer y llegó a la habitación en donde estaba el sofá rojo, siguió caminando, esta vez con más luz y entró a pleno infierno, vió a Lucifer, este estaba viendo como sufrían algunas personas de vez en cuando mirando una pequeña pantalla la cual parecía una película

– ¿Qué haces? – preguntó Escarlata

– Mirando si el chico que está allá se queda en el infierno o se va al tan amado cielo... Como le dicen – Escarlata miró al chico y se acercó a él

– Hola – dijo Escarlata susurrando, él no respondió – ¿Desde hace cuanto estás aquí esperando?

– No lo sé... menos de tres minutos, creo

– Es tu día de suerte – dijo Lucifer dejando la pantalla a un lado – O quizás toda una eternidad de suerte, te vas para arriba

Después de que el chico se fue Escarlata miró la pequeña pantalla

– ¿Cuánto te demoras en decidir si se va o se queda?

– Un minuto, dos... no lo sé... tienes que pensar que muchas personas mueren cada segundo y soy el único Diablo, aunque hay gente que no necesita ser juzgada, sus acciones vienen marcadas, mueren y se van directamente al cielo o al infierno, pero cuando hay dudas vienen a mi, como lo que pasó con tú amiga, sus acciones no fueron malas en toda su vida, pero en el ultimo momento de esta intentó matar a una persona, eso es lo que hace que se dude y venga a mi o en lado contrario... Pudieron ser malos toda la vida y murieron con una buena acción o se arrepintieron totalmente de lo que cometieron en su vida, ahí es cuando entro yo y elijo, todo es mi decisión, y en unos años será tú decisión...

– Lucifer, quiero saber más sobre todo esto.

Adonis la miró cómo si por fin su pequeña estaba realmente interesada en el infierno.

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