Divorcio

Unos días después llegó nuevamente el tan espera domingo, el dia que Santiago tanto esperaba ya que era el dia que pasaba junto a su pequeña Cata, ese día la invito a las carreras de automovilismo..

- Algún día estare ahí corriendo como ellos y seré el mejor de todos!! - dijo con seguridad el niño

- Lo se, serás un campeón y yo lo festejaré mucho, siempre estaré a tu lado, serás el mejor piloto de carreras del mundo - festejó Cata saltando de alegría

- Yo también siempre estaré a tu lado - dijo el niño que se quedo pensado un buen rato, luego volvió a hablarle

- Cata quieres ser mi novia ?

- Tú novia? preguntó la niña inocentemente mientras abría los ojos como platos.

- Si mi novia y cuando seamos adultos serás mi esposa..

- Tú esposa? - volvió a preguntar la niña sorprendida

- Si, quieres casarte conmigo cuando seamos grandes? - pregunto emocionado

- Si si si si quiero seré la mejor esposa que exista, lo prometo - dijo Cata feliz..

Con esas palabras sellaron su promesa con un corto beso en sus labios, desde ese dia se juraron eterno amor..

Tres años después Cata estaba cumpliendo sus diez años, sus padres le habían organizado una hermosa fiesta, habían contratado payasos, cantantes infantiles, un animador, además de llevar muchos juegos, habia una gran mesa llena de palitos, chicitos, torta de todos las clases, pasta flora y como era verano lo acompañaban con vasos de jugo, Santiago le había regalado un oso de peluche gigante, tan gigante que era mas alto que Cata y una hermosa pulsera en oro que tenía marcada las iniciales de ellos dos y un signo del infinito, que según Santi así era su amor por ella infinito.

- Está pulsera es para que recuerdes lo mucho que te quiero y que siempre estaremos juntos, siempre serás mi princesa, serás siempre mi amor - dijo el

- Tú también serás siempre mi amor, jamás miraré a otro chico que no seas tú - dijo Cata sonriendo

- Te juro que siempre serás mi eterno amor - dijo el niño colocándole la hermosa pulsera

Más tarde llego el turno de soplar las velas, Cata estaba inmensamente feliz, era un gran día, se estaba divirtiendo mucho con sus amigas y sus hermanos y por supuesto Santiago, pero mientras todos cantaban el feliz cumpleaños pudo ver a lo lejos a sus padres discutir como locos y eso la entristeció mucho, al punto que sopló las velas sin pedir su deseo o esperar que terminarán de cantarle el feliz cumpleaños salió corriendo a esconderse detrás de un gran árbol, un jacaranda para ser exactos y comenzó a llorar, le dolía ver a sus papás discutir todo el tiempo... Porque no podían quererse como antes? o como los papás de Santiago?

En ese momento, Santi llegó a su lado y la abrazó

- No llores princesa que si tu lloras a mi me duele mucho aquí - dijo llevando su mano al corazón

- Estoy triste San, muy triste - dijo mientras se tapaba la cara con sus manos y lloraba más fuerte aún, para Santiago sentirla o verla llorar era una tortura le hacía daño verla sufrir.

- No llores por favor, mi princesa Catalina... Qué quieres para dejar de llorar haré lo que sea, lo que tú quieras

- Sólo quiero que me abraces fuerte San...

.................

Un mes después llegaba diciembre y con eso el fin del año escolar, ese día después de la fiesta de fin de curso, los padres se reunieron con sus tres hijos y les anunciaron que se separarían, con todo el dolor del mundo Fabián decidió acatar lo que el abogado de su esposa había propuesto, los dos varones Fausto de catorce y Leonel de quince años se quedarían con el mientras que Cata se iría con su mamá, prometiendo que en vacaciones Cata vendría a visitar a su padre mientras que los varones irían a ver a su madre..

Lo que Fabián no sabía era que pasarían muchos años hasta que pudiera volver a ver su hija..

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