Conociendo a Thonia

Akim después de presentarnos se retiró para dejarnos a solas y que nos conociéramos mejor. Por un momento se hizo un silencio incómodo entre las dos, ambas mirábamos de un lado a otro sin saber qué decir, así que rompí el silencio, no puedo estar callada por mucho tiempo.

-Y bien ¿qué quieres hacer?- le pregunté para que nos relajáramos

Ella me mira y con voz tímida me dice que debe estudiar

- Eeh debo estudiar y luego debo practicar piano

-No haces nada más para divertirte ?- pregunto tratando de no sonar sorprendida por sus actividades aburridas

-Mmm no! Akim siempre me dice que debo ser una señorita refinada- trata de imitar la voz de su hermano, mientras alza su dedito meñique.

Soltamos la risa por la mala imitación de mi Chocolatito

-Entonces, desde hoy ya no vivirás una vida aburrida, llegó el alma de la fiesta, quien llenara tu vida de color- le digo con jovialidad

-Eso suena genial, porque mis hermanos nunca están para mí- lo último lo dice con un dejo de tristeza

-Hey bonita, me imagino que tus hermanos son personas ocupadas, pero eso no significa que no estén para tí- trato de animarla

Thonia es una niña hermosa que de lejos se nota que anhela sentir el cariño de sus hermanos, así que mientras yo esté aquí, le haré ver la vida diferente.

La mañana se la pasó estudiando en línea, luego almorzamos, luego practicó un rato de piano, es super buena en ello, así que la hice que dejara de tocar esa aburrida melodía y que se tocara algo más movido y moderno. Mientras yo le hacía de bailarina.

Después nos fuimos a la cocina y Agatha la ama de llaves, nos facilitó todo lo requerido para que hiciéramos un delicioso postre de chocolate, me inspiré en mi Chocolatito que ya es mi novio, aunque él aún no lo sabe.

Coloqué música movida y Thonia y yo nos pusimos manos a la obra, ella me ayudaba a preparar la mezcla para la torta, mientras yo trabajaba el chocolate decorativo. Agatha estaba muerta de la risa viéndonos bailar al son de la mezcla de ingredientes.

Cuando coloqué la última astilla decorativa de chocolate blanco, cantando a todo pulmón, la música se apagó abruptamente y volteé para ver qué había pasado. Y allí estaba él, mirándome fijamente con un brillo divertido en sus ojos.

-Buenas tardes señorita Cross- me dice con su sensual voz- veo que mi hermana, Agatha y usted se han divertido esta tarde

-Hermano, Cindy nos estaba enseñando a hacer un postre de chocolates blanco y negro que aprendió hace un tiempo- se acercó a él y le dio un abrazo.

Él no quitaba su mirada de mí, poniéndome bastante nerviosa.

-Veo que usted y mi hermana se han llevado mejor de lo que me imaginé- volvió a hablar- me alegra que así haya sido- giró sobre sus pies cuando de repente se frena y dice- espero poder deleitarme con esa delicia.

Juro que mojé mis bragas completamente al imaginarlo degustando otra cosa, y no precisamente el postre que hice.

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