nuevo comprador.

MIGUEL

Al terminar el día tuvimos un encuentro con Maribel, nunca la había visto así ella no se comportaba de esa manera, jamás se defendía, y la verdad lo hizo bastante bien pero eso ocasionó que yo me peleara con Sofía, y a causa de ello se puso mal, inmediatamente la lleve al doctor, y el me dijo que tenía que estar en total descanso, es por eso que no e ido a trabajar, ya que ella me lo pidió. Pero hoy tengo que ir, por que tengo varios asuntos que resolver, y para ser honesto me urge ver a Maribel, desde el día en que entro a trabajar conmigo no me la saco de la mente.

Al llegar a la oficina, pregunte por ella y me dijeron que estaba en la sala de juntas, y al dirigirme hacia allá, escuché algo que en verdad me enfado demasiado, el tipo que estaba con ella la estaba halagando, ¿que le pasa? ¿quien se cree ese tipo para hablarle haci a mi mujer? me hervía la sangre, cuando iba a intervenir su amena conversación, me entro una llamada y salí corriendo de allí.

Sofia: Miguel me siento mal, estoy sangrando.

MIGUEL: ¿Que paso?

SOFIA: estaba haciendo unas cosas y simplemente me empezó a doler el abdomen, apúrate por favor tengo mucho miedo.

MIGUEL: voy para allá, tranquila no va a pasar nada mi amor.

MARIBEL

Han pasado ya varios días desde que empecé a trabajar, y no eh tenidos encuentros con mi ex y su amante, a lo que me enteré por los chismes de pasillos fue que se había puesto mal por lo de su embarazo, sinceramente no quiero que le pase nada al niño, el no tiene la culpa de absolutamente nada.

hoy tengo una reunión con un nuevo comprador, si todo sale bien vamos a hacer un buen negocio, que nos beneficiarían a ambas partes, ahora voy hacia la sala de juntas, estoy un poco nerviosa por qué es la primera vez que tratare de convencer a una persona, y esa no es mi especialidad. Entró a la sala de juntas y veo a un hombre muy bien parecido sentado, es bastante atractivo, al saludar el se levantó y me hizo un halago que me puso bastante nerviosa.

MARIBEL: Buenas tardes, soy la encargada en ventas, un gusto en conocerlo.

EDUARDO: Buenas tardes, el gusto es mío, si hubiera sabido que me atendería una mujer tan hermosa como usted hubiera firmado el contrato desde mucho antes para seguir viéndola.

MARIBEL

Todo salió muy bien, aunque si me incomodaba cada comentario que me hacía, pero no afecto el contrato y salió perfecto el negocio.

Sali de trabajar temprano ya quería ver a mis hijas, por el trabajo casi no tenia tiempo de convivir con ellas, y si papá tampoco las a ido a ver por lo de su hijo.

al llegar a la casa mis hijas pidieron pizza, y nos sentamos a platicar un rato, ellas estaban tristes por que su papa no había ido, yo trate de explicarles la solución pero no resultó, se pusieron peor.

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