Una humillación más

...Narradora...

Natalia, por instinto, dio un largo paso hacia atrás, el olor a tabaco le molestaba demasiado. Ese olor, le recordaba el infierno que vivió cuando fue secuestrada de niña.

El miedo de volver hacer lastimado, se apoderó de cada parte del cuerpo de la chica...

Al ver a Lawrence sentado en el sillón cerca de su cama, Natalia se quedó parada afuera de la puerta, sus manos se apretaban fuertemente.

Miraba con terror a su verdugo. Ya que en eso, se había convertido, Lawrence, para ella. En un verdugo, el cual no se tienta el corazón, para lastimarla de la peor manera posible.

_ ¿Por qué? Te quedas parada afuera, como si hubieras visto a un fantasma... _ Lawrence preguntó sin mirar a la chica con atención.

Natalia enderezó su espalda, sus ojos negros, miraron fijamente a Lawrence.

_ ¿Qué haces aquí?... _ Natalia devolvió la pregunta.

_ Es mi casa, y puedo entrar donde yo quiera. ¡No tengo, por qué pedir permiso!... _ Respondió Lawrence, en un tono de voz extremadamente frío.

Natalia tragó saliva, dio un ligero paso a delante, pero, enseguida, volvió a retroceder. El temor cada vez era más fuerte, así que prefería estar lo más alejada de Lawrence, para evitar ser lastimado.

_ Pensé en lo que me suplicaste, y está bien, aceptó... _ Dijo Lawrence, apagando el cigarro sobre la mesa de cristal a su lado.

Natalia mostró un rostro confundido, no entendía que es lo que Lawrence estaba aceptando.

_ ¿De qué hablas?... _ Tartamudeo Natalia.

Lawrence mostró una sonrisa en sus gruesos labios, dejó caer el vaso de cristal que traía en su mano derecha a la alfombra.

El sonido que el vaso ocasionó fue muy ligero, que no asusto a Natalia. Lawrence se levantó del sillón, muy despacio, y fue caminando a donde está Natalia.

Natalia se quedó inmóvil, no pudo mover ni un solo músculo de su cuerpo, su respiración se volvió lenta.

Al llegar a Natalia, Lawrence estiró su mano, colocando sus dos dedos, en la barbilla de la chica...

Lawrence apretó un poco, para después, bajar su cabeza y acercar sus labios a los de Natalia.

Natalia se encontraba extremadamente nerviosa, sintió un fuerte escalofrío recorrer cada parte de su cuerpo.

Al notar a Natalia totalmente roja de las mejillas, una ligera línea se dibujó en las comisuras de los labios de Lawrence.

_ Aparentas muy bien, ser una mujer inocente, ¡Cuando en realidad, eres una maldita zorra!... _ Dijo Lawrence con desprecio.

Lawrence soltó la barbilla de Natalia con desprecio, y se alejó de ella. Y volvió a tomar asiento en el sillón.

Luego de un momento en silencio, Lawrence bebió directamente de la botella de vino. El líquido cayó por las comisuras de sus labios, mojando el torso de Lawrence.

_ Cierra la puerta..._ Ordenó Lawrence.

Natalia entró a la habitación, cerró la puerta detrás de ella, como Lawrence se lo ordenó. La chica se quedó parada muy cerca de la puerta, se negaba a dar un paso más.

_ En tus manos está que tu padre, pueda salir de esa habitación. De lo contrario, le quedará muy pocas horas de vida.

Natalia agrandó sus ojos, sorprendida de las palabras de Lawrence. Se acercó a Lawrence, casi corriendo, ella estaba dispuesta hacer cualquier cosa, con tal de que su padre pudiera salir de esa celda.

Natalia se detuvo, quedando de pie delante de él, Natalia comenzó hablar, con voz muy baja, pero, la suficiente alta, para que Lawrence escuchara sus palabras.

_ ¿Qué quieres que haga?... Prometo hacer todo lo que me pidas...

Lawrence observó a Natalia, su cuerpo estaba herido. No solo tenía las marcas de sus dedos, en el brazo, sino que también sus labios estaban hinchados.

Eso hacía que Lawrence sintiera lástima por la chica, pero, de inmediato, borró ese sentimiento de su corazón y mente. Lorett, debería ser castigada por todo lo que me hizo.

__ Arrodillate ... _ Contestó Lawrence, señalando delante de él...

Lentamente, Natalia se fue arrodillando delante de Lawrence. Natalia sabía que, Lawrence, solo deseaba humillarla más; sin embargo, por su padre, sería capaz de todo.

Lawrence sonrió satisfecho de dominar a Natalia, estiró su mano y acarició el cabello negro de la chica.

El sentimiento extraño que sentía por Natalia, cada día iba creciendo mucho más, y más cuando miraba los ojos de ella.

Natalia levantó su mirada sumisa, sus ojos cristalinos, ocasionaban un deseo infinito en el cuerpo de Lawrence.

Lawrence desabrochó el cinturón, y él botó de su pantalón, bajó el cierre. Acaricio los labios de Natalia, con su dedo pulgar.

Lo hizo de una manera demasiado seductora. Natalia no pudo evitar sentirse seducida, por la manera en que Lawrence coquetea con ella...

Era un hombre que sabía como seducir a una mujer con tan solo mirarla a los ojos.

_ Has lo que mejor sabes hacer, y sacaré a tu padre de esa Celda... _ Susurró Lawrence, alejando su dedo de los labios de Natalia.

Lawrence le mostró su mayor atributo a Natalia... Lawrence deseaba humillar a Natalia, sin ninguna compasión.

Sus dedos se enteraron en el cabello corto de la chica, empujando a Natalia hacia delante, para someterla a su voluntad...

Natalia fue subiendo suavemente sus manos, las colocó en la parte íntima de Lawrence, abrió su boca, para meter todo aquello que estaba delante de ella.

Natalia solo había hecho una sola vez sexo oral a David, estaba muy lejos de ser una experta en darle placer a un hombre con sus labios... Y eso, únicamente fue porque deseaba experimentar aquella sensación.

Sin embargo, fue demasiada desagradable, se sintió ahogar, sus lágrimas cayeron sin detenerse y David, en ningún momento, se detuvo, hasta que terminó dentro de su boca.

En el momento, en que Natalia estaba por meterlo a su boca, Lawrence intervino, su mano se interpuso...

Empujó un poco a Natalia hacia atrás, subió el cierre de su pantalón y se levantó del sillón. Sin decir ni una sola palabra, Lawrence salió de la habitación.

Natalia cayó de trasero, por el empujón que Lawrence le dio, volteó a ver a Lawrence, que salió de la habitación, furioso…

Natalia no sabía que fue lo que hizo, para hacer enojar tanto a Lawrence. Todo aparentaba estar bien, ella, estaba dispuesta hacer todo lo que él pidiera.

Natalia se levantó del suelo y caminó al interior del baño, necesitaba lavarse las manos, después de haber acariciado el P***e, de Lawrence.

Abrió el lavamanos, dejando caer el agua helada en sus manos, enseguida, echó un chorro en su cara.

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