Una hermosa familia

Marisol Daurella

Prácticamente, verle la cara a ese par de brujas me quitó las ganas de seguir avanzando en la calentura que tenía antes, pero si él quería iniciar nuevamente, iba a tener que trabajar un poco más duro y obvio, más tarde.

Amanda - ¿Qué te pasa? - Llega mi amiga hasta el escritorio.

- ¿La verdad o prefieres una hermosa mentira?

Amanda- La verdad, obvio.

- Me encanta ver a Bella junto a Brandon

Amanda- Parecen padre e hija.

- Se lo agradezco un montón, soy consciente de que ella necesita un padre y Brandon esta llenando sus expectativas.

Amanda- Recuerda como se puso al ver la ropa que le regalo

- Un claro ejemplo, además de que los Belmonte la tratan como su propia nieta

Amanda- Bella necesitaba una familia más grande. Nosotros le damos mucho amor, pero es normal que desee hacer crecer su círculo cuando en el colegio es variable la familia de sus compañeritos

- Lo sé... Pero, me preocupa lo que dijo en el desayuno el sábado

Amanda - no recuerdo

- Que ya eligió a su nuevo papá

Amanda- Ah jaja eso - Se rio - Creo que es obvio

- Sí, y Brandon me lo confirmó hace solo minutos

Amanda- ¿En serio? ¿Qué te dijo?

- Que había hablado con Bella y ella lo había elegido.

Amanda- No tiene nada de malo, me parece bien

- Sé que no, y me gusta la idea

Amanda- ¿Pero...?

- Hay problemas a la vista.

Amanda- Las brujas de esta mañana.

- Además, de mi ex molestando con la custodia

Amanda- Sencillo, a luchar por esa calentura que se tienen que creo ya se convirtió en amor

- Estas loca

Amanda- Pero, feliz por bien atendida y tengo razón

- Como sea.

Amanda- Volveré a mi puesto de Trabajo.

- Más te vale, falta que te reten a ti.

Amanda- Ay por dios, que me castiguen

Automáticamente, pensé en lo que pasó hace unas horas, un rico castigo que quedó a medias.

Seguí trabajando normalmente hasta que mi jefesito salió con Isabella de la oficina.

Brandon- Es hora de ir a casa.

- ¿Ya?

Brandon- Sí, ¿has estado distraída qué no viste la hora?

- Algo así... Estaba pasando estos contratos en la nube de la computadora por las dudas que algo se pierda.

Brandon- me parece bien.

Isabella - Mami, vamos... Tengo hambre.

Asentí y junté las cosas mientras que el ordenador se apagaba.

Amanda entró a la oficina de Joaquin para "despedirse" y terminan saliendo juntos, mientras que nosotros vamos caminando hacia el ascensor.

Brandon- Me gustaría llevar a mis bellas mujeres a casa.

Isabella - Síííí, papi nos lleva a casa - Dijo eufórica mientras abrazaba la pierna del precioso rubio.

Amanda no sabía que tan seria era la información que le di, menos que ya se decían así, pero era muy cómico ver la cara del pobre Joaquín, totalmente sorprendido.

Joaquín - ¿Papi?

Brandon - Sí, primo, quiero que veas la hermosa carita de mi hija. - Apretó la mejilla de mi hija y le Sonrió a su primo.

Amanda - Ya no parecen padre e hija, lo son directamente

- Sí, te lo dije, ella lo eligió.

Cuando llegamos al estacionamiento, caminamos hasta el auto de Brandon y nos abrió las puertas, como todo un caballero.

Mi queridísima y poco disimulada amiga, Se fue con su novio en medio de varios besos.

Brandon empezó a manejar hacia casa y cuando el viaje Finalizó, lo invité a pasar. Es la hora de merendar y podríamos hacer algo rico para comer.

Isabella fue directo a la cocina y me Gritó desde allí.

- Mamááááá

- Voy, cariño.

Brandon se había quedado mirando un retrato donde aparezco con la pequeña Bella siendo una bebé.

Brandon- ¡Qué hermosas!

- Gracias

Brandon- Bella era chiquita

- Sí, tenía dos años.

Brandon- Entonces, es obvio que estabas en pareja con su Progenitor.

- Sí.

Brandon - ¿No hay foto con él? - Percibí un cierto tono ¿Celoso?

- No, él no quería a mi hija, nunca se preocupó.

Brandon - Y ahora quiere su custodia

- Sí, está complicado ese tema, creemos con Amanda que hay algo detrás para su acción

Brandon - Tal vez quiere volver contigo y primero te quitará a Isa para que vayas voluntariamente.

- Estaría con perdida de memoria si hago una estupidez de ese nivel.

Brandon- mmm aja. - Asintió, pero sé que quiso decir algo más. - Tu color natural te queda lindo.

- Gracias, he pensado en volver a teñirlo para ir recuperando poco a poco el color

Brandon- ¿Es necesario?

- Sí, porque si lo dejo crecer con este color, pareceré un zorrillo, raíces oscuras y rubio hacia abajo... No es muy lindo, además de que no es recomendable para trabajar en una empresa tan prestigiosa.

Brandon - Sería gracioso verte de esa manera - Lo dice por el pelo.

- Ja ja... Mira como me río- Fui sarcástica

Isabella - Mamááááá- Volvió a gritar.

- Vamos antes de que arme un tremendo problema.

Brandon empezó a reírse y caminó sin saber a donde iba.

- Por acá, genio. - Tomé su mano y lo dirigí.

Brandon - le erre de dirección

- Sí, ibas directo a los cuartos

Brandon- Ah, entonces fue mi instinto animal el que me llevaba por allí, ahora entiendo - bromeó

Isabella - Papi, ¿Nos ayudas a hacer galletas dulces?

Brandon- Claro, mi amor, pero tú debes decirme como hacerlo porque yo no sé.

Isabella - Confia en mí, es muy fácil

- Ajá, confía en la pequeña chef.

Sacamos los ingredientes que necesitábamos y empezamos a mezclar todo.

Brandon e Isa jugaban algo totalmente diferente, ni siquiera estaban tocando una cuchara, por lo que fui la cocinera de ellos, malcriados y manipuladores, caí en su trampa.

Isabella - Y ahora a cortarlas.

La masa ya estaba estirada sobre el mesón, por lo que mi hija agarro algunos cortes reposteros e incrustarlos en la preparación para hacer unas bonitas formas.

Brandon colocabas las galletas crudas en la plancha y yo luego la metí en el horno. Parecíamos una hermosa familia.

Isabella- Ahora esperamos diez minutos y estarán prontas.

- Sí, cariño. Vamos a ducharte mientras Brandon cuida las galletas.

Isabella - Bueno... - Miro a mi jefesito y prosiguió- Papi, son diez minutos, no te duermas. Las sacas del horno y apagas todo. - dijo mandona

Brandon- si, amor, ya le entendí a mamá. Confía en mí.

Isabella- Confío. - Corre a darle un pequeño beso en la mejilla y salió corriendo a su cuarto.

Juntas elegimos la ropa y entró a su ducha.

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