Apareció para molestar

Una nueva semana empezó y ya con problemas. Desperté y tenía mensaje de un número desconocido que decía...

📩 Hola, señora Daurella ¿Cómo está? Soy el Abogado Ximenez, represento al señor Osvaldo Warren y solicito una reunión con usted y un representante legal por la custodia de la infanta Isabella Warren, hija de mi cliente.

¿Qué carajos? Este hombre no puede reclamar la custodia de mi hija después de varios meses sin preguntar por ella.

Me vestí con el peor humor del mundo y ni siquiera conteste el mensaje de ese hombre. Buscaré un representante aunque tenga que sacar un maldito préstamo para pagarlo y luego lucharé por mi hija.

Y nuevamente, lo único de cuero serían los zapatos.

Salgo de mi habitación con una mala cara y fui directo a la cocina por un café, esta vez demoraré en levantar a Bella. Quiero calmar mi mente para no enojarme por nada.

Amanda- ¿Mala noche?

- Mala mañana, mira - Le pasé mi celular para que leyera el estúpido mensaje.

Amanda- ¡Pero qué hijo de...!

- Lo mismo opino. Viene a molestar después de tantos meses.

Amanda- por algo será, algún beneficio le traerá.

- ¿Cuál? El estado no me da ninguna cuota alimentaría por ella.

Amanda- ¿Herencias?

- Que yo sepa no, al menos de mi parte.

Amanda- ¿De la suya?

- Pero ya tiene un hijo, su mujer estaba embarazada, supongo que a esta altura ya nació.

Amanda- Entonces, no sé.

- Mi hija va a odiar estar en esta situación.

Amanda- ¿Qué harás?

- Contratar un abogado y luchar la custodia, obvio.

Amanda- Debemos pedir un préstamo, esos hombres cobran caro.

- Sí, lo sé.

Amanda- ¡Oh! Podemos pedirle al abogado de los Belmonte.

- No me parece correcto, ellos no tienen nada que ver conmigo.

Amanda - ¡Vamos, amiga! No seas así, nos pueden ayudar y dar posibilidades de pago.

- Bueno, viéndolo de ese modo, pueden descontarlo de mi sueldo.

Amanda- Exacto, además, sé que él jefesito te daría más de una mano, a cambio de un pago carnal.

- Eres increíblemente fastidiosa. - Dije riendo.

Amanda- Lo sé, lo sé, pero así me quieres. ¿Qué te puedo decir? Sin mí, tu vida sería aburrida.

- Es cierto.

Amanda - ¿Cómo cubriste las marcas?

- Con maquillaje, genia - Fui sarcástica.

Amanda- Te compraré más base porque supongo que el pote se te terminó - Sí, eran muchas marcas.

- Ja ja ja

Amanda- Iré por Bella.

-Te lo agradezco.

Me puse a limpiar lo que habíamos ensuciado y hacerle el desayuno a mi niña.

Unos minutos después, llegaron riendo y se sentó a comer tranquila. A su vez, yo aprovechaba a juntar las cosas que se necesitaban para trabajar e ir al colegio.

Cuando terminó, emprendimos camino a nuestra rutina.

Gracias a dios, llegamos rápido y al estar en el edificio, pasé por el piso del Abogado para hablar en privado con él, saber si está ocupado o que al menos, me dé un consejo.

Lana- Marisol, el abogado Tejeda te atiende en unos minutos.- Dijo la secretaria.

-Gracias.

Unos diez minutos más tarde, me llamó para ingresar.

Tejeda- Señorita Daurella, ¿Cómo está? -

- Bien y ¿Usted?

Tejeda -Bien, ¿En qué puedo ayudarla?

- Necesito su representación para la custodia de Isabella.

Tejeda- ¿Quiso iniciarla usted misma o fue su exesposo?

- Mi ex, esta mañana me llegó este mensaje - Le pasé el celular para que leyera

Tejeda- Hizo bien en no contestar. Esto debe ser entre abogados. Aquí tiene mi número y lo primero que debe hacer es pasarme ese contacto para comunicarme con Ximenez

- Claro. Quisiera saber, ¿Cuánto me cuesta su servicio?

Tejeda - No se preocupe, señorita Daurella, la empresa siempre tiene un porcentaje de descuento con los empleados y se descuenta del sueldo mensual.

- Gracias.

Me retiré de su oficina, subí al ascensor, y me coloqué en mi puesto de Trabajo.

Amanda- ¿Qué te dijo el abogado?- Apareció detrás de mí.

- Que él se comunicara con quien me escribió, ¿Qué hacías ahí atrás?

Amanda - Haciendo fotocopias para tu jefe y, ya que estás aquí, te toca llevarlas, es urgente.

- Claro... Entrégamelas.

Me las dio y caminé hacia la oficina de Brandon, golpeé la puerta e ingresé.

Él no estaba por ningún lado, pero de igual forma, le dejé las fotocopias en su escritorio.

Salí de allí y quince minutos después, apareció.

Brandon - Buenos días, Marisol.

- Buenos días, jefe.

Brandon- ¿Jefe?- Alzó una ceja

- Sí, eres mi jefe.

Brandon- También tu futuro marido.

- Eso es lo que usted dice.

Brandon- Por supuesto, es lo obvio.

- Debe lograrlo.

Brandon- ¿Crees que no sucederá?

- No lo sé, no he negado, ni afirmado nada.

Brandon- Por eso mismo estoy confiado. Me has dicho que te gusto y no puedes ni mentirte a ti misma, tenemos una gran conexión a nivel sexual. Prácticamente, tenemos los mismos gustos en tema de café, nuestras personalidades son parecidas según dicen los terceros y tú tienes lo que yo más quiero.

-Ah ¿sí? ¿Qué es eso?

Brandon - A tu hija, la pequeña Bella, es mi princesa.

- No sabía que la querías tanto.

Brandon - Mmmh, digamos que te quedas corta en esas palabras.

- No lo imaginé

Solo me Sonrió y entró a su oficina. Al recordar los papeles, entré detrás de él.

- Amanda me mandó esos papeles para ti, de manera urgente - Le Señalé cuáles eran.

Brandon- Gracias. Tráeme un café por favor, ya sabes como me gusta.

- Sí, señor, permiso. - Salí e hice lo que me pidió para luego llevárselo y colocarme nuevamente en mi escritorio.

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