el guía que necesitaba

Me quedo petrificada en la puerta cuando me percato que todavía no a finalizado la conferencia y yo aquí

de metiche para rematar con una frase para nada beneficiaria.

ꟷBueno, señores mi prometida me espera para clases de danza y como sabrán no hay que hacer esperar a una mujer ꟷdice conectando su mirada con la mía.

Escucho risas que vienen desde la pantalla que tiene a su disposición, se despide y corta la llamada.

Mi mente quedo en corto cuando pronuncio la palabra “prometida”, ¿Cuándo pasamos de “Papi” a “Prometida”? Tantos términos que retener me van a causar jaqueca.

Lo veo acercarse a mi mientras afloja la corbata que lleva puesta junto a su traje, pero mi mirada recae en su

bóxer y luego levanto nuevamente la mirada.

ꟷ¿Diste una conferencia en bóxer? ꟷpregunto lo obvio, pero no puedo evitarlo.

ꟷMas cómodo y la verdad… ꟷdice tomando mi rostro entre sus manosꟷ más rápido.

ꟷ¿Mmm…? ꟷmurmuro, pero me toma en brazos y silencia mi pregunta con sus labios, pero me retuerzo sabiendo que es tarde y tenemos una clase que tomarꟷ Naguel…

ꟷCariño… me tienes perdido ꟷmurmura recostándome en el diván que hay en su biblioteca, sin dejar de

acariciar mi talle.

ꟷNaguel… ꟷgimo sintiendo sus besos en mi cuelloꟷ, es tarde ꟷmurmuro con pesar.

ꟷ¡Mierda! ꟷgruñe exasperado y se aparta de mí, noto que esta mas firme que un soldado y suelto un suspiro por

tener que abandonar la idea de sentirlo entre mis piernasꟷ Quita esa mirada sino llegaremos tarde.

Me ayuda a levantarme y me deja ahí parada para salir de la biblioteca. Cuando nuevamente soy consiente de que

debo moverme salgo del cuarto y lo encuentro saliendo de la habitación luciendo su típica ropa de pantalones desgastados y remera que se pega a su cuerpo pareciendo una segunda piel.

Así no podre concentrarme.

ꟷ¿Nos vamos? ꟷpregunto.

ꟷPor favor ꟷdice. Su tono enfadado me llena de dudas, pero al ver la hora le resto importancia y salimos

del PH rumbo a la dichosa clase de danza.

Subimos a su motocicleta y esta vez no hace nada para impedir que valla detrás. Trato de no pensar que es lo

que lo tiene enojado, porque en realidad me calienta. Mucho.

Debo estar mal.

Si, definitivamente.

Llegamos al lugar donde se imparten las clases y noto que somos los últimos en llegar.

ꟷLamento la demora, estaba en conferencia ꟷse justifica mi vikingo antes de que alguien diga algo y se acerca a su primo para saludarlo.

ꟷ¿Todo bien? ꟷpregunta mi hermana y mi amiga a la vez, al parecer no soy la única que ha notado su enfado.

ꟷSi, esta enfadado, pero en realidad no sé porque ꟷdigo.

ꟷFrustración se llama ese enojo ꟷdice Marina, su hermana. La intimo con la mirada para que se expliqueꟷ.

Claramente se nota que lleva una calentura que no pudo saciar, cariño. Hazte a la idea de que mi hermanito te mantendrá ocupada cuando tenga la oportunidad.

ꟷO, era eso ꟷdigo con una sonrisa.

ꟷMierda, es igual de pervertida que el ꟷdice ella y todas se ríen por lo bajo.

Mis mejillas se sonrojan y lo busco con la mirada, él está mirándome, más bien devorándome con la mirada.

En eso aparece la mujer que imparte las clases y enseguida nos acomoda a todos en parejas para que comencemos con las instrucciones de baile.

Una hora mas tarde y sigo sin conseguir que mis pies den en el suelo y no en el pie de mi pareja. Mariano no

deja de llorisquear por mis pasos inciertos y busco con la mirada a mi vikingo que está muy entretenido con la profesora.

Al parecer se encuentra cómodo danzando como si fueran uno solo. El, como presintiendo que lo estoy mirando,

voltea y se encuentra con mi mirada y su cara me dice que necesita que lo rescaten.

Sonrío con malicia y nuevamente le doy un pisotón a mí, ahora, cuñado. Pobre, no me querrá cerca nunca más en

toda la historia.

ꟷLo siento ꟷdigo por enésima vez, mientras su cara de sufrimiento es todo un poema.

ꟷNo pasa nada, pero necesito un descanso ꟷdice este y me deja ahí tirada en medio de la pista.

Creo que mis mejillas junto con el resto de mi cuerpo se hacen uno con mi cabello de lo avergonzada que estoy.

Se que soy pésima en este estúpido baile, por eso insistí en no querer hacerlo, pero una parte de mi deseaba hacerlo junto a mi fortachón, mi vikingo caliente que ente momento esta muy entretenido en los brazos de esa flexible profesora que para mí pena es muy bonita. Santa mierda.

Miro una ultima vez a mi vikingo y volteo para escapar de mi vergüenza. De pronto mi mano es reclamada y

acercándome al calor de ese cuerpo que sentía lejano hasta hace un momento, su otra mano se encaja perfectamente en mi espalda y ajustado nuestros cuerpos para la danza, el comienza a guiarme a través de la pista.

Una vuelta, dos y sigo conectada a su mirada, mis pasos son seguros y aterrizan donde se supone que debe ser y

pronto me encuentro sonriendo de la dicha. Definitivamente necesitaba a mi vikingo como guía para no atormentar a nadie más.

ꟷNecesitaba estar en tus brazos para no dar pena ꟷmurmuro sonriendo sin dejar de dar vueltas.

ꟷ¿Por qué no viniste a mí? Estaba que moría con esa mujer que no dejaba de insinuarse ꟷdice justo en el

momento en el que la música finaliza, hace una reverencia frente a mi y besa mi mano caballerosamente.

Dios, este hombre altera mis neuronas, mis hormonas y mi universo.

La profesora se acerca aplaudiendo en dirección de mi vikingo y me entran unas ganas de tirar de sus

cabellos y arrastrarla por todo el salón gritando “deja de ver a mi hombre” le agregaría unos golpes en el pecho tipo King Kong, pero es muy masculino. Así mismo lo pienso.

ꟷHermosa performance, se nota que has nacido para danzar ꟷlo alaba y luego dirige su atención al resto de los

presentes para dar por finalizada la clase para apuntarnos en una nueva, pasado mañana.

Espero que se haga a la idea de que si le dirige una sola mirada nuevamente a mi vikingo le arrancare los ojos

y me hare un collar con ellos. Es mío, todo mío.

Mientras estamos en el vestidor cambiándonos para salir mi hermana y Sofia no dejan de chillar por lo

emocionadas que están por el baile.

ꟷfantástico ꟷmurmuro rumiando el recuerdo de esa estirada sobre mi hombre.

ꟷDeja de murmurar que mi hermano solo tiene ojos para ti ꟷdice Marina a mi lado.

ꟷSi, bueno, pero esa tipa… ꟷgruño de solo pensar.

ꟷPues no seas insegura que solo tu lo tienes ꟷme tranquiliza y las demás le dan la razón.

ꟷ¿Sofí te acordaste de mi pedido? ꟷdigo desviando el tema para no terminar con un pez, boqueando.

ꟷ¡AH! Si claro, solo que pensaba dártelo cuando nos midamos los vestidos, lo deje en mi coche ꟷdice ella.

Me quedo tranquila al saber que no se ha olvidado.

ꟷBien, nos vemos allí ꟷsaludo tomando mi mochila y salgo del estudio buscando a mi vikingo que lo encuentro a

un lado de la acera con la descarda esa haciéndole ojitos.

Aprieto los labios para contener las sartenadas de piropos que le diría justo ahora. Al parecer el se

da cuenta porque su mirada esconde una carcajada ante mi reacción.

Me acerco a la feliz pareja para borrarle de un solo movimiento la cara de babosa que carga justo en el

momento en el que mi hombre me toma de la cintura y planta un beso en mis labios.

Eso que era yo la que planeaba marcar territorio.

Como siempre, un paso adelante.

ꟷ¿Lista princesa? ꟷpregunta.

ꟷSi, papi ꟷrespondo con la voz aniñada y él me toma de la cintura para colocarme en frente de su moto, tomando

mis piernas para enredarlas en su cadera.

ꟷHasta luego ꟷsaluda a una anonadada profesora y pone en marcha su motocicleta haciendo que me tome fuerte

de su pecho y suelte una risa cuando el viento azota mi espalda.

Parece que su enfado inicial ha cesado.

Llegamos donde ya me esperaban para la prueba del vestido y espero que esta sea la definitiva, eso de andar

midiéndome ropa como que no es lo mío.

Mi madre me mira con cara de pocos amigos cuando me ve bajar de la motocicleta, pero cuando mi vikingo la

saluda estirando su mano borra de un solo suspiro la mala mirada para dibujar una sonrisa tipo guasón.

Me despido de mi vikingo apresurada, pero al parecer el no acepta un saludito así nomas porque enseguida

son presa de sus brazos mientras su boca reclama la mía. Ahí, en medio de la acera ante la atenta mirada de todos.

Definitivamente es un posesivo. Me encanta.

Me suelta de la misma manera en la que me tomo para dejarme aturdida sin saber que carajo era lo que tenia que

hacer hasta que escucho el llamado de mi madre. Salgo de mi mundo de mariposas en el que me sumergí y me adentro al local caminando entre algodones. Parezco drogada y eso que solo fue un beso.

ꟷ¡Guau! Yo también quiero de esa misma droga ꟷescucho por lo lejos a mi amiga.

ꟷYa niña espabila que pareces tonta ꟷtice mi madre restándole importancia.

ꟷEs que… ꟷbalbuceo, pero un chasquido de sus dedos me vuelve a la realidad, es como si me hubieran hipnotizado.

ꟷDefinitivamente tendría que encarar a su hermano y ver si eso viene de familia ꟷescucho que dice mi amiga.

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