puntos a favor

Han escuchado ese dicho “Que noche la de anoche”, pues así estoy hoy. Casi no me puedo mover y se supone que tenemos una clase de baile.

Si, porque mi madre ni lerda ni perezosa ya organizo todo para que esta tarde comencemos con las dichosas

clases y yo acá que me duele hasta las uñas de los pies.

Mi mirada recae sobre mi vikingo, ahora mi papi. Tiemblo ante los recuerdos. Llamarlo papi no es mucho

de mi agrado, se que no tiene nada que ver con una figura paterna, pero de todos modos mi cuerpo responde favorable a sus pedidos.

Pedidos no pronunciados porque me maneja a su antojo y yo respondo sin ninguna queja a sus maniobras sabiendo que el premio final será el goce.

¿Y que obtenemos de todo esto?

Ganas.

Las malditas ganas que me despiertan y de solo mirarlo ya quiero que me de una nalgada mientras tira de

mis trenzas.

¿Estaré enferma?

Definitivamente, debo tener alguna especie de enfermedad que me impulsa a tomar la sabana que cubre su

cuerpo y festejar porque no lleva nada debajo, al igual que yo, y su amigo parece que adivina mis intenciones antes que su dueño.

Sintiéndome poseída por algún espíritu lujurioso, relamo mis labios y le doy los buenos días.

ꟷ¡Ho! ꟷexclama ni bien mi boca hace un profundo recorridoꟷ. ¿Princesa?

ꟷMjmm… ꟷdicen que esta mal hablar con la boca llena, pero espero que esto traiga algún tipo de

castigo como… tirar de mis trenzas… no se… solo digo.

ꟷEsto definitivamente te meterá en problemas ꟷgime y toma mi cara para el tomar el control y profundizar

sus movimientos.

No se si llorar o ponerme feliz por lo que logro en el y lo que está haciendo o lo que espero que haga.

Cuando siento que esta por llenarme de su felicidad con un movimiento rápido en el que doy un grito por el

susto, termino justo como lo deseaba. En cuatro y el tirando de mis desordenadas trenzas.

ꟷ¡Si! ꟷgimo cuando tira de mis trenzas y me levanta para acercar mi oído a su boca. Muerde el

lóbulo y eso dispara una descarga que recorre todo mi cuerpo.

ꟷ¿Querías esto princesa? ꟷpregunta mientras una de sus manos se dirige a mi pecho derecho para pellizcarlo.

ꟷ¡Si papi! ꟷdigo y eso parece volverlo loco porque sus movimientos se vuelven mas salvajes

haciendo que ambos llegamos al paraíso y caigamos a la cama agitados.

Nunca me había sentido tan en armonía con otra persona. Dicen que el sexo no lo es todo, pero cuando esa parte

importante no marcha bien como pretende uno que lo demás si lo haga.

Si me pongo a pensar todos los puntos que tiene a favor la lista se hace larga. Puedo partir con solo mencionar

que se preocupa por mí, no me ha dejado sola y siempre me acompaña.

Eso lo hace un poco sobreprotector, pero quien no quiere un amante así. Me escucha y me apoya en mi trabajo, no

deja de alentarme o darme su opinión en cualquier cosa que le pregunto o sea lo que sea de lo que hablemos. Es buen amigo y ha hecho de todo para ganarse a mi madre sin que ella sepa que tiene millones en su cuenta bancaria, aunque solo obtuvo su aprobación cuando supo de ello. Mal por mi madre, pero no voy a pensar en

eso.

Luego está el hecho que no se olvida de alimentarme, como ahora que estoy tratando de concentrarme en mi

trabajo mientras el me da de comer en la boca como si fuera una niña.

ꟷEnserio, ya no quiero mas ꟷinsisto para que deje de meter bocado tras bocado en mi boca.

ꟷDebes alimentarte bien ꟷdice mientras toma otro trozo de frutaꟷ. Te metes en tus líneas y se te olvida

comer y esta tarde te hare sudar en la pista de baile.

Eso me detiene para voltear y mirarlo con burla.

ꟷ¿Me harás sudar? ꟷpregunto aceptando el trozo de fruta.

ꟷMucho, princesa ꟷmurmura divertido a la vez que el se lleva un trozo de fruta a su boca.

No se si me está provocando o invitando.

ꟷSupongo que dar vueltas y vueltas te hace sudar ¿Verdad? ꟷpregunto conteniendo la risa porque no

creo que un vals me haga sudar mucho.

ꟷSi, muchas vueltas te voy a dar ꟷresponde al igual que yo con doble sentido, creo que lo amo.

ꟷMmm… de todos modos si como otro bocado mas temo que con tantas vueltas termine todo mi desayuno sobre

tu camisa ꟷrefiero y ver la cara de asco que pone me saca una carcajada.

ꟷBien, ganaste ꟷse da por vencido alejando el plato de frutaꟷ. La cena será interesante después

de todo.

Me quedo mirándolo sin comprender que parte tiene de interesante la cena y es ahí cuando caigo en la

cuenta de que no sé qué hay planeado para la cena.

ꟷ¿A que te refieres? ꟷpregunto volteando en mi lugar.

Estoy sentada entre sus piernas mientras trabajo en mi novela, el se levanta del lugar para llevar el plato de

comida casi vacío a la cocina y yo lo sigo con la mirada.

ꟷLa idea es cenar en un restorán con tu hermana y mi primo, pero en realidad iremos a un lugar un poco mas

interesante ꟷdispara y necesito más información, con eso solo me lleno de expectativas.

ꟷExplícate mejor, por favor ꟷpido levantándome de mi lugar para llegar donde esta el, lo veo

meter la vajilla sucia en el lavavajillas.

Otro punto a favor, no necesito ocuparme exclusivamente de los quehaceres hogareños.

ꟷSabes que tu madre quiere mantener a su hija sexualmente activa célibe hasta la boda y tu y yo sabemos

que eso es imposible ꟷseñala, eso lo se perfectamente por eso aprovecharon el campo de tiro para disparar unas cuantas descargas acumuladas.

ꟷSi lo entiendo, pero que tiene que ver eso con la cena de esta noche y lo mas importante que es lo

que la hace interesante.

ꟷIremos a un lugar que no solo cenas, eso es todo lo que te diré ꟷdice y miro el reloj de la pared.

ꟷ¿Cómo a que hora tenemos que estar haya? ꟷpregunto.

ꟷLa reservación es a las ocho ꟷdice.

Tomo nota mental y enseguida saco mi calculadora de dedos. Las clases de danza comienzan a las tres de la

tarde, duran alrededor de dos horas y luego tenemos que ir con mi madre a ver como va lo del vestido. Creo que tendré que llevarme una muda de ropa.

ꟷ¿Qué pasa si llegamos tarde? ꟷtengo que preguntar, tampoco voy a acudir a una cena en valla saber dónde oliendo a espantapájaros.

ꟷNada, digamos que conozco al propietario y no hay problemas con las reservaciones ꟷmurmura

desviando la mirada.

Sospechoso.

ꟷYa se, no me digas… el propietario eres tu ꟷdigo y el solo me devuelve una mueca.

Mierda, ¿De veras que no es ningún mendigo?

ꟷ¿Alguna otra pregunta, señorita? ꟷpregunta acercándose a mí.

ꟷSi, ¿te casarías con un tipo vestido de Elvis Presley? ꟷpregunto, y lo veo carcajearse.

ꟷContigo me casaría donde sea, como sea, bajo cualquier tipo de rito, siempre y cuando seas tu la que

diga si quiero ꟷrespondo tomándome de la cinturaꟷ. ¿Por qué preguntas?

ꟷNada, es algo que quiero poner en mi novela y no se realmente que es lo que piensan los hombres,

solo son ideas mías ꟷdigo con franqueza, pero de todos modos esa es mi idea de boda no todo este cachivache.

Nuevamente me dirijo a donde deje abandonada mi PC y trato de concentrarme en mi novela, una parte de mi

cerebro está pensado si será conveniente usar vestido sin ropa interior para esta noche.

Cerca de la una de la tarde me doy por vencida y dejo mi PC de lado. Mi vikingo está en una conferencia virtual,

por lo que aprovecho para meterme a la habitación e indagar que es lo conveniente para una cena a la que no tengo la menor idea de donde será.

Rebusco en mi maleta y no doy con nada que me convenza, maldigo no haber cargado más ropa.

Miro la hora y salir de tiendas no es una opción por lo que lo único que me queda es acudir a mi amiga Sofia.

Busco mi celular y le mando una señal de SOS contándole la situación. Ella enseguida responde que no me

preocupe por nada y quedamos en vernos en la tienda cunado nos juntemos para medir los dichosos vestidos de dama de honor.

Ya faltando cuarenta y cinco minutos para la clase de danza salgo de la habitación cargando mi mochila de usos

múltiples y me dirijo a la biblioteca en busca de mi “Papi”.

ꟷ¿Listo para hacerme sudar? ꟷpregunto mientras entro a la habitación.

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