¿Compañeros?

Entonces horas después todos estaban en casa de Makarov tomando un poco de té, Sofía y Renji aún no despertaban.

— Fresia es una chica un poco traumada , pero muy especial— les dice Mumu — le vendría bien pasar unos días más con Sofía, solo que esta vez, conocela  a ella como es en realidad, no le des la personalidad que tu deseas—dirigiendose a ella.

—pero si me rechaza y él  también — señalando  a Renji.

— Quizás seamos buenas amigas tú, sofia , la sacerdotisa y yo—le sonríe Lily.

— Alguien que me arrebato a mi Renji — kairel se cruza de brazos.

— Ya dije que lo siento— responde Fresia molesta, golpeando la mesa.

Mientras shaka también la observaba molesto.

— y eso que no vieron el beso que ellos dos se dieron en mi cara — se le escapa a Lily.

— y más se dieron en casa— dice una Fresia orgullosa.

— ¿Qué  están diciendo?— dicen shaka y kairel al unísono.

Makarov tan solo se sobresalta.

— y yo que ni siquiera la he besado en este tiempo— dice un shaka entristecido.

— ¿cómo se atreven esa bruja a besar a mi hombre?— kairel parecía tener llamas en los ojos.

Cuando escuchan a Mumu reír.

— Aún están en la flor de la juventud, tienen mucho camino que recorrer, y un beso , no deseado no dice nada, el corazón es constante, cambiante, no saben los sentimientos que cada uno posee en realidad, ni a quien entregaran su corazón — observando a kairel— Tú  , kairel ya no existen en él, no sabes si puedas conquistar su amor de nuevo o si tu amor por él  permitirá verlo en brazos de otra mujer y tú, shaka no sabes si Sofía te ama a ti en verdad, si su corazón te elegirá en un futuro, así que ambos si los aman , serán capaces de verlos feliz aunque sea con otros.

El silencio después de esas palabras reina, a kairel la hacen entrar en razón, decidiendo no forzarlo más y dejar que todo fluyera.

Y shaka se diría así mismo luchar por ella, aunque no sabría si iba a ganar en el intento.

Mumu  entonces supo que sus

palabras le habían calado y no solo a ellos dos, observando a un Makarov sereno.

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Pasado unos días después de todo aclarado, la casa de los hermanos Yamagawa se había llenado, a excepción de Mumu  y Galiard, quienes habían regresado a su hogar.

Sofia al enterarse de sus besos con Renji aunque no los recordaba, por parte de Lily, parecía una olla hirviendo, de la vergüenza, disculpándose con kairel.

Mientras Renji al escucharlo  , tampoco lo recordaba , pero se molesto un poco con Fresia, tachandola de una niña traviesa y mala, pero ella lo aceptaba con pena.

La noche estaba hermosa llena de estrellas, Sofía  se había subido a un pequeño árbol para verlas, cuando la presencia de Makarov  a su lado la hacen sobresaltarse.

— Te quedo esa costumbre parece— le dice mientras en también observa las estrellas.

— ¿A que te refieres?— le pregunta curiosa.

— De subir a los árboles, ya no es necesario que lo hagas, desde hace un tiempo estas de nuevo en tu cuerpo, aunque como muñeca  no estabas mal.

— Siempre lo supiste ¿no es asi?— ella lo observa.

— ¡Quizás!— sonríe un poco — solo que Galiard ya no está para atraparte  por las mañanas— él  recuerda un poco.

— pero tú  también...— es interrumpida.

— ¿Eso deseas?

Ella se pone sonrojada, acaso él  le coqueteaba, hechandose a reír.

— ¿Qué te parece tan gracioso Sofía?— pregunta curioso.

— Este sueño tan loco o este mundo mágico, cosas que te pasan pero no Creías o jamás te imaginabas— suspira.

— pero es real como esas hermosas estrellas que vemos en este momento.

— ¿ya renunciaste  a ese amor que sentía por la sacerdotisa kairel? — le pregunta al fin, sorprendiéndolo.

— Como dijo la anciana hace unos días...  así que solo la deje libre o quizás ni yo mismo se que es lo que creí sentir todos estos años— su mirada de pronto se puso triste.

— Dejar libre a alguien para que sea feliz con otro y aunque no seas tú, pienso que es una de las mejores muestras de amor.

Ambos se ven de pronto a los ojos y sienten la necesidad  de un abrazo, haciendolo sin pensarlo, cuando de pronto la rama se quiebra , pero Makarov  sostiene a Sofía en sus brazos impidiendo un golpe en el suelo.

— ¿Estas bien?— le pregunta un poco preocupado.

— ¡si! — responde, sintiéndose extraña.

Entonces él  la baja y ambos se despiden, ella va a su habitación, mientras él  queda aún afuera, sentado en él  césped, Lily  los observaba.

— Así que parece que ella se ha robado los corazones de mis Amos.

— Lily — Makarov se sentía apenado.

— Los conozco muy bien a ambos... — sentándose a su lado.

— No puedo decir que estoy enamorado, es más  creo que no se que se siente estarlo, pensé amar a kairel, pero creo era solo una idea loca.

— cuando llegue el momento lo sabrá y de quien— le sonrie, dejándolo solo de nuevo.

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Lindel todos esos días después se sentía desesperado  por verla , el rumor de que había matado a uno de sus fieles caballeros se había esparcido, todos sabían de lo que era capaz si perdía el control, llegando Fedora  a la conclusión de que ella era quien lo mantenía en calma.

— No quiero verla como una mujer de nuevo Fedora, no me gusto esa sorpresa — le grita mientras discutía con ella, lanzando las cosas que estaban sobre una mesa con su mano monstruosa.

— pero Lindel...— intentando pensar.

Cuando lo decide , como atraerla  a ellos y como usarla, ella seria la llave para quizás ocupar el lugar de Lindel o controlarlo a su antojo por el amor de ella.

— La traeré para ti , Lindel, solo dame unos días y la tendrás aquí contigo  como tú  mujer— sonríe victoriosa.

— Hazlo y te daré lo que me pidas — le dice sintiéndose encantado.

— Incluso el reino.

— Tú  serás la reina mientras yo este con ella — la mirada de Lindel ahora era oscura.

Él  recordaba esos años que vivió con ella en el mundo humano, cada día, pensando un instante que si los hijos de Fedora, en especial shaka no hubiera aparecido, quizás ella fuera su esposa.

— Si mejor elimino a shaka , ella olvidaría los sentimientos que empieza a sentir por él.

— No será necesario — responde un poco nerviosa.

Ambos entonces conocen la debilidad el uno del otro.

— Sólo  una semana , máximo quince días podría esperar, si  no la traes a mi, lo siento por tu hijo, por todo este lugar, no podré controlarme, lo sabes Fedora.

— Realmente, lo se— traga grueso.

Fedora sabía del gran poder de Lindel, era aún más fuerte que el de su antiguo amor, y por eso había heredado el trono de los demonios, por ser temido, ella tenía que jugar bien sus cartas.

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