Capitulo 3

Cuando Daniel Ross cumplió 16 años y Damián 15, el padre de ambos chicos enfermo de gravedad, por suerte Damián pudo llevar la carga solo de la Baronía y cuidar de su padre, su abuelo ya no le maltrataba en ningún sentido, al contrario, le ayudaba con la administración del título, le dijo que nadie mejor que él para ayudarle ahora que su padre estaba enfermo, así podía pasar más tiempo con él.

El hombre poco a poco fue envenenando al padre de Damián para poder manipular a su nieto y quedarse con todo, falsifico el testamento del hombre nombrando a Damián único heredero y a Daniel solo se le daría el dos por ciento del dinero, de ese modo se aseguraba qué todo quedará en manos de Damián y sabe que después de muchos años de tortura psicológica y física el joven no tenía más que obedecer o le iría muy mal.

Tal fue el daño causado a un niño inocente que el mismo decía no poder hacer bien las cosas y necesitar de la supervisión de su abuelo, y este aprovechaba cada oportunidad para robarle al Barón Ross, sin que nadie se diera cuenta, cuando el hombre estaba realmente muy enfermo a punto de morir llego Daniel con el príncipe heredero Luis, y un médico especialista este les dijo que ya no había nada más que hacer y así a la semana de que Daniel vio a su padre, este murió Daniel pudo ver a su padre, pedirle perdón por todos los años fuera y no volver a tiempo para ayudarlo.

El hombre solo le dijo que lo amaba, qué era su hijo amado y no importa nada más, así cerro los ojos para nunca más volverlos a abrir, durante el funeral Damián no derramó ninguna lágrima, no porque no sintiera nada, al contrario, sus ojos estaban tan secos qué no sabía si le dolía o que era lo que sentía, ya no podía llorar las lágrimas se habían secado hace mucho y ahora solo quedaba un cascarón vacío, el cual era manejado al antojo de su abuelo.

Al pasar del tiempo su hermano Daniel se convirtió en Duque y se le dio tierras, aldeas y todo lo que incluye el título, Damián quedo como el nuevo Barón Ross, y único heredero del fallecido Barón.

El abuelo de este, ahora que ya no había nadie que se interponga para tomar lo que según él le pertenece podía hacer y deshacer en ese lugar a su antojo, Damián no tenía voz ni voto en lo que su abuelo le decía, este solo aseguraba era por su bien y su futuro.

El tiempo pasa muy rápido para algunos, para otros como Damián pasa muy lento, cuando su hermano llegó a los 25 le llego la invitación para la fiesta de compromiso de Daniel, para Damián el que después de tantos años su hermano le escriba era u a luz en medio de toda su tormenta, y aprovechando que su abuelo estaría ausente por mucho tiempo despidió ir a felicitar a su hermano mayor.

Daniel siempre trató de saber todo lo que su hermano hacía, no por desconfianza al contrario para protegerlo como el hermano mayor que es, supo por las cartas de su padre que Damián sufrió mucho maltrato físico, no sabía hasta que punto fue dañado pero lo iba a descubrir muy pronto por la propia voz de Damián.

Al regresar a su casa le dio algo de sentimiento, él sabe nunca podrá casarse, tener una familia ni nada de lo que Daniel tiene, sus traumas nunca desaparecen, y las pesadillas de niño nunca se fueron, solo aprendió a vivir con ese dolor y ya.

Si abuelo le envío una carta diciendo le consiguió una prometida una chica muy linda y de buena familia, esta es hija de un Márquez, es la segunda hija y no es nada querida por sus padres por sus gustos algo peculiares, ellos aseguran qué en cuanto se case y pruebe de un hombre sus ideas locas y nada normales van a desaparecer, por el hombre y la mujer se hicieron para estar juntos, no para que se mezclen entre ellos, eso para sus padres es enfermizo y nada normal.

En la carta le decía el lugar y la hora de la cita para conocer a su prometida, él ya había firmado todos los papeles para dicho matrimonio.

Damián llegó puntual y a lo lejos vio a dos niñas discutir, una le reclamaba a otra algo, pero no quiso meterse en problemas, así que solo espero cuanto llega una de las chicas y se presenta como Abigaíl, segunda hija del Márquez López, y a su dama de compañía Azul, hija de su nana.

Durante el tiempo de la cita ningunl hablo de nada, la dama de compañía se veía molesta y la chica se veía no pasaba de los 16, el matrimonio se haría en unos meses la urgencia era de los padres de esta.

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