Saludando a Kai

Darcy por fin regresó al trabajo luego de varios días, cuando la rotación le tocó y regresó a la sala de críticos, descubrió que Kai habían despertado.

Sabía que ya habían identificado a Kai, Se llamaba Kai Taylor, de 25 años de edad, extranjero, sin familia cerca, trabajaba para una agencia de seguridad privada y tenía un seguro médico que cubría sus gastos, lo que era muy bueno. Ahora Kai tenía todo su tratamiento cubierto, un apellido y los datos de sus familiares, ya no era un paciente anónimo que sería enviado a una fosa común para ser enterrado en caso de que mueriera y no pudieran localizar a su familia.

Kai era un paciente muy bien portado, así que se convirtió en su paciente favorito.

Se quejaba del dolor naturalmente, pero no fue grosero con él, nunca, ni se desquitó con el personal médico como si hacía mucha gente.

Había pasado por un proceso muy traumático, pero verlo poniendo todo de su parte para mejorar lo motivó a él también a no quejarse de su propio tratamiento.

Pensando en eso, no podía evitar pensar en su propia salud.

La taquicardia se había puesto más violenta e incluso lo había hecho desmayar una vez, sufría episodios nocturnos de ansiedad o descargas repentinas de adrenalina que le impedían dormir o descansar, aunque ya sabía a qué se debía esto aún no tenía un tratamiento asignado para mejorarse.

Por eso mientras su especialista encontraba cuál era la fuente de su desbalance para poder tratarlo, él por el momento solo podía ser paciente y soportar sus síntomas hasta encontrar una solución para sanar.

El especialista le recetó unos inhibidores para probar si con eso tendría alguna mejoría, y aunque no fuera su campo Darcy podía entender cuál era su punto.

Sobre los supresores, estos se usaban normalmente para suprimir los celos de los alfas o de los omegas y ayudaban a bajar los niveles de las feromonas, pero cuando eran usados fuera del celo el efecto que generaban era para adormecer la parte animal, es decir, te convertían en un ser sin espíritu animal, te bajaban los niveles de feromonas, adormecían los sentidos y suprimía olores característicos emitidos por Alfas u omegas.

Le habían recetado unas pastillas que debía tomar diario que eran bastante potentes debido a que debían reprimir su parte animal en su totalidad con el fin de dejar de padecer esos síntomas que lo tenían bastante incomodo.

Las pastillas le habían adormecido los sentidos de tal manera que estaba bastante torpe y esto para el era muy desconcertante, casi aterrador, porque todos los sentidos agudos con los que había vivido desde siempre por ser hombre lobo de repente ya no estaban; ya no tenía un bueno oído, no podía oler el mundo como antes, no era tan hábil, sus reflejos estaban lentos, también era como si su lobo, su fiel compañía, su otro yo, hubiera desaparecido y para él había sido muy difícil de llevar, perder la conexión era muy doloroso y frustrante.

Así que debido a lo anterior se sentía torpe y muy solo, el especialista le había dicho que era normal, pero de todas maneras no dejaba de ser algo nuevo a lo que debía adaptarse, como se sentía tan adormecido sentía que en cualquier momento algo podría atacarlo y no se daría cuenta ni tampoco podría protegerse, estaba en constante preocupación por esto.

Por eso se sentía identificado con Kai, verlo iniciar casi de cero, verlo aprender a respirar, comer y a caminar de nuevo, lo alentaba a él, que no estaba tan mal, a seguir adelante también.

Kai por ser extranjero no tenía parientes cerca y por lo que sabía, cuando Kai había sido trasladado a la sala de recuperación solo sus compañeros del trabajo habían ido unas pocas veces a visitarlo, así que sabía que Kai estaba muy solo, y se identificó con él, en su proceso de recuperación él también estaba muy solo, así que ver eso lo hizo querer acercarse a él y brindarle un apoyo de algún tipo.

Había ayudado a Kai a hacer sus terapias de respiración, lo había ayudado a moverse poco a poco, y a veces solo iba a charlar con él para ver como estaba y mejorar su estado de ánimo.

Le llevaba agua, fruta, revistas, libros , cualquier cosa que lo pudiera hacer sentir mejor.

Al principio se había acercado a Kai porque se identificó de algún modo con él, pero después fue porque realmente le cayó bien Kai.

Era muy maduro para tener veinticinco, él tenía veintiseis y para nada era como Kai, lo que le agradaba.

Recordó la primera vez que habló con él, fue algo como.

-Hola buen día Kai, ¿Cómo te sientes?-

-Bien- Casi gruñó el chico, aunque sabía que era porque le dolía hablar.

-Estás mejorando muy rápidamente, tienes una capacidad curativa asombrosa, pero aún quedan muchas cosas por atravesar-

Kai solo asintió.

A Darcy le agradaba, Kai era un buen chico.

A veces saludaba y Kai solo levantaba el mentón a modo de saludo.

A Kai había que ayudarlo con la comida así que, a veces, aunque era trabajo de una enfermera él lo hacía.

Casi siempre Kai lo miraba alzando una ceja, Darcy suponía que era porque le daba vergüenza que lo ayudara a comer, pero para eso estaba él, para ayudar.

Kai era muy joven y él entendía que para cualquier persona era difícil pasar por una situación así, debía ser frustrante no valerte por ti mismo.

También se había encontrado conque aunque Kai era realmente un buen paciente, también podía ser muy terco aunque no peleara.

Sucedió cuando ya lo había bajado al área de recuperación, una vez entró para ver cómo iba en la madrugada y Kai estaba intentando llegar al baño...

Le había explicado que debía usar el recipiente metálico designado para eso, y que además tenía que medir la orina...

Él no dijo nada cuando le pasó los instrumentos y lo ayudó a regresar a la cama, pero realmente sintió que Kai había estado muy molesto con él por haberlo detenido.

Kai nunca había sido grosero con él, ni con dolor, ni con vergüenza, ni con enojo, así que para él era muy fácil atender a Kai.

Kai era muy fuerte y lo admiraba, así que mientras pudiera ayudar a Kai lo haria, por eso cada día iba a saludarlo, para asegurarse de que supiera que no estaba solo en su proceso.

descargar

¿Te gustó esta historia? Descarga la APP para mantener tu historial de lectura
descargar

Beneficios

Nuevos usuarios que descargaron la APP, pueden leer hasta 10 capítulos gratis

Recibir
NovelToon
Step Into A Different WORLD!
Download MangaToon APP on App Store and Google Play