CAPÍTULO 16 Más que una atracción parte II

Narra Alexander:

No tardamos más que unos instantes en volver a unir nuestros labios. Esta vez, fue un beso lento y profundo acompañado de caricias las cuales ayudaron a desaparecer nuestra ropa restante. Nuestra atracción cada vez era más y más que es imposible de ignorar. Mi corazón se encuentra acelerado a la vez que una sensación de hormigueo recorre todo mi cuerpo.

Me encanta como su precioso cabello rojo contrasta a la perfección con su hermoso cuerpo que desborda sensualidad por cada una de mis caricias. Te quiero a mi lado para siempre y sé que es una locura, pero te amo y no quiero que mañana solo sea un recuerdo por eso siempre te protejere.

— Me estoy dejando llevar por la pasión y el deseo. Que no estoy midiendo las posibles consecuencias, pero como resistirme si él es mi tentación y yo soy su pecado una combinación perfecta, imposible de ignorar.

–Rápidamente, enredo mis piernas en su cintura para luego depositarme en la cama e ingresa suavemente, sus entradas y salidas son cada vez más contantes y profundas qué me hacen llegar al cielo.

Te amo mi bella Victoria le digo una vez me libero en su interior.

–vaya mi hombre si qué es grandioso. También te amo le digo con voz entrecortada lo cual dio paso para que Alex iniciará de nuevo muestro apasionado momento y eso me encantó.

–(Vaya, cada vez es mejor nuestros encuentros y eso que todavía es humano, ya quiero probar cuando seas vampiro mmm creo que me divertiré un poco en el proceso) Pienso.

–Después de nuestro encuentro candente nos levantamos, bañamos y cambiamos para poder continuar con lo que estaba planeado solo espero que mi primo no se moleste por el inesperado retraso. Que por cierto me fascinó nuestro momento candente y porque no espero que sean muchos más.

–Vamos caminando tomados de la mano. Cariño te voy a presentar a mi primo Tomás. Él es un vampiro reservado, pero confiable.

- El te hará una serie de preguntas, por favor se honestó. Él sabe más de lo que te imaginas.

Confío en ti le digo mientras deposito un beso en su mejilla. Ella sonríe y niega su cabeza. De inmediato nos detenemos al frente de una puerta con un diseño en particular la cual se abre por si sola, por lo cual avanzamos al interior. Al parecer estamos en una biblioteca y esta sumamente ordenada. De repente escuchamos una voz que nos dice.

–Al fin llegan. Pensé que tardarían más, si se divirtieron.

—Tomas por favor. Habla mi bella Victoria con tono serio.

Yo solo sonreí, pues él me recodo a mi hermano Fabián. Me sorprendí cuando apareció al frente de nosotros, pero no lo demostré.

–Bienvenido Alexander nos damos un apretón de manos. Ahora entiendo por qué mi prima perdió la cabeza por ti.

Con una mirada divertida le sonreí a mi bella Victoria para después saludar como se debe a mi futuro maestro.

es un honor conocerle Sr. Tomás.(Al parecer es una herencia familiar tener el cabello rojo).

–El honor es mío y dime Tomás para entrar en confianza. Por favor siéntate.

–(Victoria como hiciste para debilitar la barrera qué lo rodea nunca había conocido un humano con una protección de esa magnitud y todo indica que fue hecha por una Bruja hace unos cuantos siglos qué no me encuentro con una. Trate de leer su mente, pero al parecer tu pareja es inmune a mis dones). Ella me sonríe y mueve sus hombros en señal de no saber, por lo que intento leer sus pensamientos, pero no me permite hacerlo, chica astuta.

-crees en el destino Alexander.

No

— porque no.

Porque no me gusta la idea que no controlo mi vida.

-Sonrió, sé con exactitud de que hablas. (Sin duda alguna él tiene potencial para afrontar lo que se avecina, pero podrá completar su entrenamiento sin que muera en el intento, supongo que lo averiguaré muy pronto).

–Bueno ya que son tan unidos me imagino que Victoria te contó que seré tu maestro durante el tiempo que estés en esta casa y tendrás que seguir mis reglas.

Claro que si Tomás.

— Muy bien y eso también aplica para ti Victoria. No quiero distracciones.

Mi bella Victoria y yo sonreímos y esta sonrisa estaba acompañada de una mirada de complicidad qué no pasó desapercibida por Tomás. (No puedo creer que me esté comportando como un adolescente, siento que fuimos descubiertos).

–Sin duda alguna. Habla Victoria en forma de susurro el cual fue escuchado por Alexander.

–Saben a lo que me refiero. Así que espero que respeten mis reglas a la perfección y una de ellas es que odio la impuntualidad.

Por supuesto Tomás.

–Bueno siendo así les diré mis tres reglas más importantes.

–Primera odio la impuntualidad así que espero que lo entiendan.

Segunda Tu mi querida Victoria a partir de este momento deberás dejar de bloquear la magia del medallón, sé que lo haces para protegerlo, pero él debe aprender a controlar su poder (Aunque muera en el proceso, todavía no le has dicho que va a dejar de ser humano antes de que termine entrenamiento)

—No puedo, sabes lo que eso conlleva. Habla Victoria.

–Entonces no podré ayudarle.

Cariño estaré bien, confía en mí, estoy seguro de que podré con ello así como lo hice antes de conocerte.

–Pero...

–Ya lo escuchaste Victoria a caso no confías en él. Tomás.

–Por supuesto que confió solo que... (Si lo hago ya no podré estar con él y eso será una tortura para mí, maldita sea Tomás te estás vengando por haber llegado un par de horas tarde, te juro que me las cobraré). Victoria.

–(Te diste cuenta) sonreí y bien aceptan o no podre ayudarles. Tomás.

–Quieres jugar. Muy bien que empiece el juego, pero juro que no te saldrás con la tuya, maldición Tomás. Habla Victoria.

—Muy bien lo digo en tono serio.

–Bueno y mi última regla es que entrenaremos dos veces en el día.

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