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Alejandro vuelve con la mano en el hombro de un hombre, que se acerca a donde está Yolanda con Dulce y su padre.

José Luís: Miguel, no pensé que vendrías.

Miguel López

Miguel Lópes, mafioso, conocido como el rey del narcotráfico. Ha sido propietario de negocios durante años con las familias de los recién casados Yolanda y Alejandro.

Miguel: Tenía que honrar a mis amigos, así que claro que vendría.

Yolanda: ¿Y cuál es el motivo de tanta euforia en la entrada?

Miguel: Nos estaban registrando, a tus hombres no parece gustarles mi Hernández.

Hernández: Precaución, precaución.

Miguel: Yolanda, es un placer volver a verte.

Miguel toma la mano de Yolanda y la besa mirándola a los ojos, pero rápidamente se aparta, aunque Alejandro nota este acercamiento.

Miguel: Felicidades a la pareja.

Le da la mano a Alejandro que automáticamente actúa con cierta indiferencia.

Yolanda: Disculpe, tengo que atender una llamada.

Yolanda sale con su celular en la mano, Alejandro la mira irse, hasta que la pierde de vista.

Miguel llama su atención y todos comienzan a hablar, la fiesta vuelve a la normalidad y la gente actúa con naturalidad, es como si nada hubiera pasado.

Algunos minutos después...

Pensamientos de Yolanda

Salgo del baño y miro a Miguel apoyado contra la pared, le hablo de manera fría.

Yolanda: ¿Qué haces aquí Miguel? ¿Él me está siguiendo?

Miguel: Iba a usar el baño.

Me mira con sarcasmo y mi ira solo crece.

Yolanda: Genial, es gratis, pasa.

Me giro para irme y Miguel me agarra del brazo deteniéndome.

Miguel: ¿Has pensado en mi propuesta?

Yolanda: Ya te dije que no me interesa.

Miguel: Juntos seríamos mucho más fuertes hermosa.

Yolanda: Suéltame el brazo Miguel, no tengo nada que ver contigo.

Miguel: Eres tan hermosa Yolanda.

Miguel lleva su pulgar al rostro de Yolanda y lo acaricia, hasta que baja a sus labios y los abre levemente, Miguel humedece sus labios mientras la mira.

Pero Yolanda tira fuerte de su brazo y lo empuja contra la pared.

Ella lo mira a los ojos y baja su mano a la raja de su vestido, levanta ligeramente el vestido.

Miguel: Entonces me vuelves loco.

Él está hipnotizado por ella revelando su pierna derecha, pero se sorprende cuando ve un arma atada a su muslo, ella coloca su mano sobre el arma.

Yolanda: Aléjate de mí, o te juro que te acabo Miguel.

Miguel levanta las manos en señal de rendición y sonríe.

alejandro: que pasa aquí?

Antes de que Alejandro hablara, Yolanda ya se había enderezado y escondido su arma, al notar los pasos.

Miguel: Nos conocimos aquí y solo le estaba diciendo lo maravillosa que son la pareja y con todo respeto mi amigo tu esposa es muy hermosa, eres un tipo afortunado.

Yolanda mira a Miguel a los ojos, con los ojos cerrados.

Alejandro rápidamente toma a Yolanda entre sus brazos, sorprendiéndola, pero a pesar de que Alejandro no le cae bien ella prefiere que la abrace que ese asqueroso de Miguel, al menos eso es lo que ella piensa de este hombre y está muy disgustada con él.

Alejandro: Tienes toda la razón Miguel, mi esposa es una belleza admirable, pero pobre hombre que se atreva a acercarse a ella, solamente yo puedo admirarla.

Alejandro sostiene la mirada de Miguel.

Miguel: Muy bien amigo, tienes que cuidar lo que es tuyo.

Miguel le da dos palmaditas en la espalda a Alejandro.

Miguel: Licencia.

Miguel ni siquiera entra al baño, solamente vuelve al salón de baile. Yolanda se suelta de los brazos de Alejandro, pero él la empuja contra la pared y le pone un brazo a cada lado de la cabeza.

Alejandro: ¿Qué quería?

Yolanda le pone la mano en el pecho y lo acaricia.

Yolanda: ¿Estás celosa?

Alejandro: La verdad Yolanda.

Ella inclina la cabeza para acercar sus labios a los de él.

Yolanda: No hay por qué ponerse celoso, novio.

Alejandro: No tengo celos de ti, pero mientras tu nombre esté involucrado con el mío nadie puede tocarlo, sabes que eso sería tu fin.

Ella pasa sus uñas suavemente por el cuello de Alejandro, y lo hace temblar.

Yolanda: No hay por qué ponerse celosa, una mujer fea y astuta como yo nunca engañaría a un hombre como tú.

Él se aferra a su cuello.

Alejandro: No juegues conmigo Yolanda, te lo advierto, no molestes en mis asuntos con Lópes o te acabo.

Quita la mano de Alejandro de su cuello.