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Alejandro camina hacia su auto con paso firme y con su habitual autoridad, seguido de sus guardias de seguridad.

Alejandra: Sal.

Empuja al conductor con toda su arrogancia e ira, luego se sube al auto. Alejandro enciende el motor y sale chirriando.

El hombre que fue empujado inmediatamente corre hacia el auto donde están los guardias de seguridad de Alejandro, de donde salen luego de que su jefe, baleado, mientras otro grupo va en sentido contrario, en busca de la misteriosa chica.

Alejandro se detiene en su edificio y estaciona el auto, baja rápidamente, con pasos firmes, hasta llegar al elevador.

Al entrar al ascensor Alejandro huele un perfume familiar y es entonces cuando se da cuenta que su ropa está impregnada del olor de la señora que le quitó la paz, como ninguna mujer lo había hecho antes.

Alejandro: Voy a terminar con esa mujer, nadie humilla a un Hernández.

Comienza a quitarse la ropa cuando el ascensor se detiene en su penthouse, llamando la atención de sus empleados, quienes a escondidas miran al jefe, pero él ni siquiera los mira a ellos, solo se quita la ropa hasta llegar a su habitación. .

Azota la puerta del dormitorio y entra al baño para tomar una ducha fría.

Cada parte de su cuerpo parece tener el olor de la mujer y no puede dejar de pensar en lo que ella le hizo... Después de pasarse el jabón innumerables veces sale del baño envuelto en una toalla atada a su cintura.

Alejandro abre su caja fuerte y toma su arma que considera especial, luego mira por la ventana imaginando que la encontrará a toda costa y lo rematará.

Alejandro

Luego se sienta en un sillón y coloca el arma sobre su pierna, su dedo índice recorre el arma acariciándola, mientras piensa en la misteriosa mujer.

Suena el celular de Alejandro y es Daniel Suárez.

Alejandra: ¿Dónde está ella? Me dirijo hacia allí ahora.

Suárez: Disculpe jefe, no la encontramos, no hay foto de ella en el casino, buscamos por todos lados y nada. Investiguemos los autos que salieron del casino durante el período que estuvieron allí.

Alejandro: Pon a trabajar a estos inútiles y encuéntrala de inmediato.

Suárez mira con sospecha por el celular, pero decide hablar.

Suárez: Lo siento jefe, pero no crea que es una exageración, podría haber sido solo una broma, una mujer que solo intentaba seducirlo.

Alejandro: ¿Me estás cuestionando?...

El tono de Alejandro atraviesa el celular como cuchillos en las orejas de Suárez.

Suárez: Lo haré ahora mismo.

Suárez cuelga la llamada antes de escuchar más, tomado por la rabia, Alejandro arroja una jarra frente a él, causando mucho daño en la habitación.

Alejandro: El próximo estará en tu cabeza chica.

Se levanta y empieza a pasearse por la habitación, incluso decide ponerse el traje y salir de casa.

Va a la empresa y se pone a trabajar, casi sin concentración.

3 horas despues...

Alguien llama a la puerta de la oficina de Alejandro y este les dice que pasen.

Suárez: Jefe, lo siento. Ningún automóvil diferente salió del casino, solo había clientes habituales y los investigamos a todos. Miramos las cámaras de seguridad de la ciudad y no pudimos encontrarla.

Alejandro sentado en su silla, con su brazo derecho empuja la computadora y todo lo que está sobre la mesa al piso.

Suárez retrocede unos pasos y Alejandro se levanta y camina hacia él.

Juan: Disculpe jefe, Doña Dulce quiere hablar con usted.

Juan entra a la habitación y le entrega el celular a Alejandro y este lo tira contra la pared.

Alejandro: Sal de mi habitación.

Los hermanos Suárez se van rápidamente.

Alejandro: Te encontraré perrä.

Unos minutos más tarde, la puerta de la oficina de Alejandro se golpea contra la pared.

Dulce: ¿Cómo te atreves a no contestarme?

Alejandro: Vete inmediatamente.

Dulce camina hacia el sofá de la oficina y se sienta elegantemente.

Dulce: Tu compromiso será en dos días, tenemos que repasar los detalles, tenemos que sorprender a Yolanda.

Alejandro: Haz lo que quieras abuela, no tengo tiempo para estas tonterías.

Dulce: Hernández, no puedes fallar en este compromiso, además de haber dado tu palabra es un gran problema, una gran alianza, las dos familias más importantes de todo México, entiéndelo.

Dulce dice irritada.

Alejandro: Solo hazlo, estaré ahí a la hora indicada.

Dulce: Hoy estuve con la dulce Yolanda, que mujer tan cautivadora...

Alejandro: Ya basta, no me voy a quedar aquí escuchándote hablar de esa mujer, ya basta.

Alejandro sale de la habitación dejando allí a su abuela.

...

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