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Ya en la mesa, la morena se sienta a un lado de la mesa y Alejandro al otro lado, ambos con postura de rey y reina.

Alejandro: ¿Tú también vas a apostar, chica hermosa?

Chica: Sí, quiero aprender.

Ella hace una apuesta junto con Alejandro y otros hombres en la mesa, ya que las apuestas comienzan con una pequeña cantidad y la morena pierde en el primer movimiento.

Alejandro: Te lo puedo compensar.

Chica: Seguro que sí, pero quiero apostar uno más, solo para aprender de los mejores.

Analiza la dulce expresión de su rostro, pero con un aire misterioso, que lo está volviendo loco.

Chica: Me lo voy a apostar todo, guapo.

Ella le guiña un ojo y todos sonríen felices, pensando que ella va a perder.

Alejandro: También apuesto todo chica hermosa.

Un hombre baja sus cartas y Alejandro se lamenta contento.

Alejandro: Creo que merezco un premio.

Él pone sus cartas sobre la mesa.

Chica: Creo que merezco el premio.

La morena baja las cartas sobre la mesa, revelándose como la campeona.

Chica: Suerte de principiante.

Ella se levanta de la mesa y Alejandro hace lo mismo.

Después de ganar su premio, van a una mesa y vuelven a beber.

Alejandro: Está bien que hayas ganado, pero el segundo lugar merece un premio diferente.

Ella se muerde el labio seduciéndolo.

Chica: ¿Y cuál sería ese premio?

Como un verdadero depredador tira de ella por el cuello haciéndola sentarse en su regazo.

Chica: Huum.

Alejandro: Quiero verte gemir así toda la noche.

Ella se muerde el labio sonriendo y él la besa, un beso que les quita el libro a ambos, sus lenguas se encuentran en un hermoso baile sensual, mientras ella se frota contra el cuerpo de Alejandro él la presiona cada vez más contra su cuerpo.

alejandro: vámonos de aquí.

Chica: Pensé que nunca dirías eso.

Dejan la mesa y suben las escaleras, donde Alejandro tiene su habitación reservada.

Abre la puerta y la chica mira alrededor de la habitación, que tiene varios derechos de dominio.

Alejandro: Solo haremos lo que tú quieras.

Rápidamente le quita el cabello del cuello y le toma ambas manos por detrás mientras la besa en el cuello.

Ella gime y él enloquece con la voz angelical de la chica tan entregada a él.

Con un rápido movimiento él la gira presionando sus cuerpos juntos, sus cálidos alientos se entrelazan en perfecta sincronía, Alejandro tira de ella en un beso feroz.

Sus manos comienzan a quitarle la chaqueta y él le aprieta el culo.

Alejandro: caliente

Él le quita la blusa y comienza a besar su cuello, su mano pasando a través de su falda apretando su trasero.

Chica: Espera.

alejandro: no

La tira sobre la cama mientras termina de quitarse la ropa.

Cuando está completamente sin nada se arrodilla en la cama poniéndose encima de ella.

Chica: Gané la apuesta, así que merezco elegir el premio.

Alejandro deja caer su cuerpo sobre ella y vuelve a devorar sus labios mientras una mano recorre su cuerpo.

Chica: Escúchame, tengo un fetiche, entiende.

Él deja de besarla y la mira a los ojos sonriendo.

Alejandro: ¿Qué quiere la chica hermosa?