CAPITULO 20

NARRADOR

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Han pasado los días y hoy era la primera inseminación invitro de Marcela. Aunque Francisco estaba nervioso, ya que si se hacía, no había duda de que quedaría embarazada. Su prestigio de médico quedaría por el piso.

Tamara decidió ir para saber quién era la mujer que estaba haciendo que sus días sean pesadillas. Tamara comenzó a recordar los sueños que había tenido, para ella habían sido pesadilla, recordó que tenía tres bebés a los lados llorando y sintió náuseas y un escalofrío por su cuerpo. Su mirada se volvió oscura; tenía que conseguir que ese embarazo no llegara a su término. Francisco la abrazó, dándole apoyo. Cuando el ascensor se abrió, saliendo de él, Dante y su chofer ya que Luis, su asistente, estaba por llegar con Marcela, porque Dante no quería tener inconvenientes, de trancones o accidentes.

Francisco saludó a Dante, dándole la mano. Dante se la recibe, pero se la limpia enseguida ya que en los hospitales hay muchos gérmenes. Se le acercó a Tamara para darle un beso, pero ella lo rechazó. Él se sintió frustrado, pero suspiró porque ella se negó a qué sus óvulos hagan parte de una vida que no quiere. Cuando estaban por comenzar a hablar, se abre el ascensor y llega Marcela con luis.

Tamara, la divisó muy bien y vio que era una mujer pobre, común y corriente. Marcela muy educada saludo, igual que Luis y Dante fue el único que contestó con Francisco los saludos.

Cuando llegó la asistente de la obstetra Soraya, donde informan que la doctora los está esperando para el procedimiento, entran Dante y Marcela para explicarle cómo será.

Marcela: "Doctor, yo sé cómo es el procedimiento. Ya lo he hecho y no sé si el señor Rivera se va a quedar a verlo o se va a retirar."

Obstetra: "Eso es bueno que diga el señor Rivera. ¿Se va a quedar a ver el procedimiento o se retira?"

Dante se levanta: "Es mejor que ella tenga su privacidad. Me retiro y espero sus recomendaciones, y que siga después del procedimiento."

La obstetra y Marcela comienzan a conocerse mientras están en el proceso y se da cuenta de que esta muchacha lo hace por necesidad y amor a su madre. Fue sencillo y rápido; nada doloroso. Le recomienda que se quede acostada, así el resultado es más eficiente.

Lo que nadie sabe es que los espermatozoides que utilizaron en Marcela son los que Esmeralda, tenía guardados en la clínica de banco de esperma, no los que tenía Francisco en su laboratorio.

Esmeralda,cree que están alterados. La obstetra hizo todo al pie de la letra ya que Esperanza le está ofreciendo uno de los cargos más importantes en la clínica. Es de extrema confidencialidad. Dante tampoco se enteró de la jugada de su madre. Él recibió el informe de que todo había salido muy bien y los otros espermas los devolvieron a dónde tenían que volver, y Francisco recibió los suyos. Francisco se fue muy confiado de que ese embarazo si se llevaba a cabo, la fecundación no llegaría a término.

En la mansión Rivera estaba Esmeralda ,esperando la llamada de Soraya, ya que al terminar todo, ella sería informada. Una parte de los espermas de Francisco los mandaron al laboratorio en otra clínica, porque Esmeralda ,tenía miedo de que su hijo no tuviera descendencia y en el testamento de su padre, si no tiene hijos antes de los 40, perdería todo lo que su esposo y su hijo habían trabajado por años, y pasaría a manos directas de Roberto como heredero.

Aunque Roberto (Darién)ha estado alejado de todo, ella sabe que tiene dos hijos, aunque nunca se casó. Pero si tiene hijos, para pelear por la herencia, por qué pasaría a sus sobrinos. También investigué y están prometidos.

Soraya, habló con Dante y le informó que ya tocaba esperar 20 días para hacer una prueba de embarazo. Si salía negativa, entonces esperarían otro mes para hacer la fecundación invitro. Dante sonrió, esperando buenos resultados.

Salió del consultorio y le informó a Luis, que esperara a Marcela, el tiempo necesario para llevarla a su casa.

Luis: "Sí, señor, como orden, en la oficina tiene la agenda y la secretaria ya tiene todo lo correspondiente como ayudarlo, señor".

Dante: "Ok, ¿has visto a Tamara?"

Luis: "Sí, señor, se fue con su hermano a su consultorio."

Dante: "Ok, voy a despedirme y ver. Voy a la oficina".

Al llegar al consultorio, vio que no estaba la secretaria, escuchó ruido, pero no le dio importancia. Intentó abrir, pero estaba seguro. Tocó, tocó, y cuando iba a llamar a Tamara, abrieron la puerta. Francisco no tenía buen aspecto y se quedó paralizado al ver a Dante.

Dante: "¿Creí que estaba Tamara en tu consultorio?"

Francisco: "No, ella recibió una llamada de la casa de moda y se fue".

Dante: "Ok, cuñado, tienes un aspecto delineado en tu consultorio. Eso no da buena presentación y tu secretaria está adentro ayudándote".

Francisco: "No, gracias. Pero si tráeme los archivos de los pacientes de hoy que no los vi en mi escritorio, pero toca antes de entrar".

Tamara, estaba dentro del consultorio y comenzó a vestirse lo más rápido posible, ya que estaba en una citación muy comprometedora. Tenía que inventar una excusa, ya que su carro estaba en el parqueadero.

FRANCISCO: Se despidió de Dante y al ingresar le dice: "Sal por la puerta principal de la clínica y toma un taxi, si te preguntan, dile que te quedaste sin gasolina. Yo te mando el auto más tarde a la casa de moda".

Se despidieron. Francisco comenzó a organizar un poco y limpiar, ya que su secretaria estaba también por llegar, y eso era un inconveniente. No podían dejar cabos sueltos.

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