¿Quién eres?

El hombre asintió estando de acuerdo que el es el más peligroso.

"¿A dónde te diriges niña?".

Mire al hombre asustada, ¿que clase de fuerza es esa?. Si le respondo que no tengo donde ir creo que me metería en problemas.

".... ….. …. Al ducado Cib".

El hombre sonreía como si hubiera encontrado algo interesante.

"Yo también me dirigo al ducado".

"¿Cómo se que es cierto?".

El hombre vio mis sospechas, es posible el supiera quién soy pero no me importaba.

"Mira".

El emblema del ducado se mostró en su capa el es un capitán de sección de caballeros del ducado, el emblema era demasiado parecido al emblema que tiene el duque.

"¿Qué haces aquí?".

El hombre ahora que se había identificado como capitán me miró con curiosidad.

"Me perdí".

"..."

"¿Cómo se llama?".

No sabía el nombre del hombre frente a mi eso hizo que estuviera aún a la defensiva.

"Soy Hugo el capitán de la primera división de los caballeros del ducado Cib, la razón porque no la saludé antes es porque no se la etiqueta, soy un plebeyo que estaba en una misión y tomó un atajo hacia la mansión del ducado".

"..."

No creo que sea eso, el no me saludo por algo más pero tampoco podría decir que fue.

"¿Tienes miedo?".

"No, solo que no confío".

"Esa es una muy buena respuesta joven maestra".

"..."

El hombre se quitó la capucha y sus ojos verdes oscuros con el cabello café oscuro se hicieron presentes.

"Es momento de regresar al ducado, ¿Vendrá conmigo?".

"...Bien".

El hombre empezó a mirar la fogata y después me observó, me veía lamentable después de haberme mojado.

El se quitó la capa y empezó caminar hacia el río, logro rápidamente pescar dos pescados rápidamente.

"Primero debemos de comer".

"..."

Mi estómago rugió cómo si hubiera esperado esa palabra.

"¿Desde cuándo me sigues?".

Un hombre así, es posible que me haya seguido durante días sin que me diera cuenta.

"Ayer vi tu pelea con los lobos, estuve a punto de ayudar pero vi tu espada".

Hugo miró la espada que tenía en mis manos.

"Nunca pensé ver el aura plateado".

"¿Eh?".

¿Que escuche?

"¿No se supone que el duque posee el aura?".

"... Escuché que cuando era joven se lastimó y eso hizo que ya no pudiera ser maestro de la espada, esperaba verlo de los dos jóvenes maestros pero ellos no tienen tanto interés en aprender pero ayer solo me sorprendí al verlo en usted".

El hablo sinceramente sus pensamientos después me miró con rostro de me equivoqué pero mi expresión era normal esperaba comer pescado.

"¿No te ofendes?".

"Mi relación con el duque y los hermanos es mala, así que no me importa mucho lo que digan".

Hugo me observó

"Pensé que usted no había nacido con buena condición jamás la vi en estos cuatro años".

"...¿Sabías de mi?".

"Escuché un rumor, pero ¿cómo es que la joven maestra está aquí?".

"..."

No respondí, él solo me observó mientras miraba cómo se cocinaban los pescados.

"No importa, por ahora eres la más apta de heredar el ducado, has logrado el aura".

"¿En serio?".

"Si".

Hugo miró los pescados para saber si estaban cocidos.

"En lo que llegamos al ducado podemos seguir practicando tu aura".

"¿Cómo?".

Mire mi espada casi rota como diciendo, ¿esto aún sirve?.

"Aguantará dos días almenos".

"..."

Me dio el pescado que estaba cocido y se sentó a comer también el suyo.

"¿Por qué estás aquí?".

Una vez más pregunto.

"Antes de perderme me secuestraron cuando iba a camino de comprometerme con el primer príncipe".

"¿Secuestrada?."

"Si, me lance del carruaje amortiguando la caida con el gran vestido que me habían puesto".

"Impresionante".

El me miró con gran sorpresa, al parecer creía mi versión y después dijo.

"Debe haber sido complicado sobrevivir".

'¿Cómo te digo que me perdí incluso en el país vecino?'.

"¿Dónde estamos?".

Hugo se quedó pensando y saco un mapa.

"Mira la capital está aquí, nosotros estamos hasta acá".

"¿Cómo me secuestraron?".

"Han de ver usado un carruaje mágico, por dentro pareciera que avanza normal pero por fuera la velocidad ha de ver sido muy rápida".

"Ya veo".

"Estamos todavía a un largo camino para regresar al ducado".

"Eso parece".

Por fin me había ubicado, de la capital llegué a la frontera con Amarilis.

"Comamos y regresemos".

"Si".

"¿Que misión tenías?".

"Me mandaron a buscar información del reino vecino, al parecer quieren entrar en guerra con el imperio".

"..."

"Fui a recolectar información".

"Vaya, ¿Por qué me mencionas la misión tan fácilmente?".

Hugo me miró con el rostro que decía de que hablas y respondió como si fuera natural.

"Eres la joven maestra del ducado y hasta ahora puede que seas mi jefa en el futuro es normal que le diga a mi líder las misiones".

"..."

"Así que es natural que responda a tu pregunta".

"..."

No tenía nada que refutar, me dejó sin palabras terminamos de comer y empecé a seguir a Hugo.

"En lo que llegamos, puedes intentar influir el aura en la espada".

"¿Cómo?".

"Cómo lo hiciste ayer".

Hugo respondió como si fuera obvio, saque mi espada y me quedé pensando que hice ayer.

'Corrí como loca y cuando mire el aura estaba ahí'.

"..."

"Mira cómo lo hago".

Hugo sacó su espada y el aura se mostró.

"Tienes que relajarte y concentrarte".

Hugo empezó a enseñarme cómo concentrar el aura en la espada, me tomó dos días poder aprender a influir.

"Es plateado puro".

"¿Eso que significa?".

"¿Has estado practicando espada?".

"Seis meses en el campo de entrenamiento, pase el examen intermedio".

"..."

Hugo llevaba ocho meses lejos del ducado así que no sabía nada de lo que había pasado, al parecer habían pasado muchas cosas y es probable que las cosas cambien una vez más que los dos regresen.

Tenía el conocimiento básico de los reclutas, ¿que abra pasado?.

'Es diferente'.

Valía la pena darle su lealtad pero después recordó que dijo que iba a tener un compromiso con el príncipe heredero, la otra joven maestra también estaba comprometida así que era difícil salir de ese compromiso más cuando la familia imperial estaba involucrada.

Mire a la pobre joven maestra que influía el aura en la espada y fue cuando la espada se partió.

"..."

El aura aún estaba inestable ya que lo había logrado en un momento de desesperación para sobrevivir, ahora tenía que poder controlarlo.

"Cuando lleguemos al otro pueblo busquemos una espada mejor".

"Si, la espada se había agrietado cuando pelee con los lobos así que era normal que se rompiera".

"..."

Miró al piso como si lamentará que la espada se hubiera roto pero no importaba, para eso eran las espadas, dar todo para poder proteger a quien lo porta, un arma que sirve solo para arrebatar la vida de alguien más.

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