Acorralada

El duque Ix estaba fastidiado ante la situación y habló.

"Es mejor que la hechice para que hable, no hay mucho tiempo tenemos que encontrar a la princesa".

El duque Cib solo asintió con la cabeza, no procesaba todo lo que estaba pasando.

El conjuro de hizo y la duquesa de nuevo se quedó en trance.

"¿Duquesa, usted pago para que secuestraran a la princesa?".

"Si, le di cincuenta de oro".

"¡!".

El duque Ix solo negó con la cabeza mientras sonreía amargamente.

"¿Qué más le ha hecho a la princesa?".

La expresión de la duquesa se hizo lamentable aún en el trance se esforzaba para no hablar.

"Hice que no saliera de su cuarto durante los últimos cuatro años, despedí a la niñera que la cuidaba y no le di una nueva sirvienta en estos seis meses".

"Intenté envenenarla con té pero ella no quiso ni siquiera probarlo".

"Espera, ¿no le diste una sirvienta?".

El duque se puso pálido.

"¿Quién le daba las comidas si no salía de su habitación?".

El duque Ix también llego a esa conclusión.

"Esperaba que se muriera de hambre pero no fue así".

"Es cierto ella se veía con un cuerpo saludable".

Fue cuando el capitán de la segunda división hablo.

"Señor, si me permite le puedo informar que hace seis meses ella empezó a entrenar y vivir en el campo de entrenamiento".

"¿Que?".

El duque ya había olvidado de Alicia que vivió en el campo de entrenamiento.

"Ella vivió ahí de vez en cuando regresaba a la mansión pero le agradaba quedarse en el campo de entrenamiento".

"..."

"Fue así como no murió de hambre la princesa".

"Cuando llegó descubrimos signos de desnutrición así que le dimos comida a la joven maestra".

Solo pocos lo sabían en el campo de entrenamiento y eso fue porque Mauro hizo que tomara un examen médico cuando llegó.

"¿Por qué no me avisaron?".

"Le avisamos que ella tomaba clases en el campo de entrenamiento".

"..."

Nadie le dijo al duque sobre la desnutrición ya que él no le tomaba atención a la joven maestra o si le dijeron y ni siquiera le puso atención.

"Al parecer la amada hija mayor del duque, jamás ha sido amada".

El duque Ix solo negó con su cabeza para después decir.

"Sonia debe de estar llorando en su tumba, descuidate a la niña que dejó atrás".

"..."

"Si ella hubiera sido mi hija la habría adorado y mimado, el regalo que me dejó mi esposa fue mi hija es lo que hubiera dicho".

"Lo lamento Sonia si hubiera visto el futuro de sus hijos no te hubiera dejado ir con este hombre".

El duque Ix miró al duque Cib una vez más solo para marcharse.

"No tienes el derecho de ser padre, yo buscaré a la princesa".

El duque Cib se había quedado mudo, Sonia su difunta esposa había muerto al haber dado a luz a Alicia.

Ella había sido la responsable de su muerte.

Aún recordó a la niña que fue a buscar comida y se peleó con su hermana Mitzi en su camino.

"Sigan buscándola en las secciones donde paso el carruaje".

El duque ordenó al capitán que estaba en el lugar.

"Si"

El capitán de la segunda división salió a por sus hombres para ir a buscar a la joven maestra.

El duque miró a la duquesa con una expresión de rencor pero ¿Qué me podía reclamar si él jamás se había interesado en su propia hija?.

Tampoco podía dejarla así porque tenía que ir a ver a Mitzi y Jayce, aún son jóvenes y tenían que tener a su madre a su lado.

'Sonia'.

"Llevenla a su habitacio".

Indico a los caballeros que restaban en el lugar.

El duque salió de los calabozos y fue cuando se encontró con cuatro niños.

Sus cuatro hijos solo miraron a su padre con ansiedad, no sabían que pasaba pero sabían que la responsable era Alicia.

El duque ignoro a los cuatro pares de ojos y camino hacia donde estaban los caballeros.

"Te encontraré".

El duque avanzó en su caballo esperando encontrar a Alicia pronto.

Caminaba hacia el Este, la visita familiar de hace unos días se hizo presente.

Había regresado al punto de partida de dónde había caído del vagón del carruaje, como dando vueltas en círculos.

'Dame una señal que mi vida será mejor que ahora'.

Eso sería genial.

Camine aún hacia el Este buscando un lugar para dormir, llevaba un mes pérdida.

"Tal vez debí dejar que me encontrarán".

Una niña de ocho años solo es difícil, cuando se me acaben las monedas terminaré siendo una niña de la calle.

"Ha".

"Al final tengo que ser realista".

La vida de un niño es difícil si está solo, si llego a dónde quiero ir ¿después que pasará?.

No hay nada que me garantice estar segura.

"Desde siempre he estado perdida".

Desde que mi mundo cambio, desde que llegué aquí siempre he estado perdida.

Busque un lugar donde creí que será seguro y use el sarape de cobija.

En la noche fue cuando empezaron a escuchar gruñidos de animales.

"¿Que rayos?".

Los lobos habían percibido mi aroma.

La manada de lobos se acercó a mí poco a poco, acerque mi espada para desenfundar en cualquier momento, hasta ahora no había tenido un percance como si hubiera sido un golpe de suerte pero eso se acabó aquí.

Los lobos se empezaron a acercar con intenciones asesinas.

'Recuerda el entrenamiento que he tenido'.

Me mentalicé para atacarlos.

Solo había cursado el curso básico pero había aprendido a poder bloquear ataques.

Desfunde y empecé a bloquear al primer lobo que atacó.

Directamente había inhabilitado al lobo y empecé a alejarme rápidamente pero los lobos eran más rápidos.

'¡Maldición!'

Así es como iba a morir, mi vida pasaba frente a mis ojos una vez más sin poder hacer algo, el miedo me empezó a consumir.

Con la espada volví a bloquear al lobo y empecé a atacar, no había escapatoria ya había sido acorralada por ellos.

Mi condición no era tan lamentable como cuando no tuve comida por varios días.

Empecé a atacar a los lobos, si moría sería luchando y no huyendo aunque ya no tenía a dónde huir.

En medio de mi desesperación para poder sobrevivir los lobos empezaron a caer uno a uno.

Una luz plateada salía de mi espada sin darme cuenta y con cada ataque no dudé y empecé a luchar contra los lobos hasta que no quedó ni uno.

Había sufrido heridas leves, a comparación a cuando me había atropellado el camión está vez había sobrevivido.

El desastre era grande los lobos que habían partido con la calaca estaban distribuidos alrededor haciendo una escena aterradora en medio del bosque.

"Lo logré, sobreviví".

Jadeaba del cansancio pero a lo lejos se escuchó más gruñidos, me moví del lugar a lo lejos escuché más ruido y corrí, la gorra que llevaba y me ayudó a pasar inavertida ya se había caído en algún lugar, corrí hasta que llegue a la orilla de un lago en medio del bosque en la persecución me había arrastrado en el profundo bosque y ahora no sabía dónde estaba.

Antes me guiaba por el camino y ahora sí estaba en un lío.

Me aleje buscando una vez más refugio tenía miedo que los depredadores no tardarán en encontrar el olor a sangre de los lobos.

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