Secuestrada

El conductor me volteó a ver con ojos de ¿qué rayos dijiste?.

“Sabe, aun si me pasa algo a ellos no les importara mi vida, solo esperan a que desaparezca de este mundo en silencio para ser una familia feliz”.

“...”

"Para el duque solo soy la villana".

Mi expresión era oscura, jamás les he importado a nadie de esta familia.

Cerré la ventanilla que daba al conductor y mire a los alrededores del carruaje y al compartimiento del asiento mire una espada grande.

‘Vale la pena intentarlo para sobrevivir’.

El carruaje avanzó mucho tiempo, aunque el vestido es suave es grande, se supone que yo era la protagonista del baile por el compromiso pero no fue así, empecé a quitarme el vestido solo para quedarme el camisón.

Mire alrededor para ver un pequeño pueblo a lo lejos, es mejor ahora que después.

El carruaje avanzaba a no se donde, a un destino donde podría morir o no pero es mejor que huya antes de saberlo.

Abrí la puerta del carruaje, me prepare para un clavado, usaría el vestido para amortiguar mi propia caída, esa es la idea del porque me lo había quitado.

“Lo que sea”.

Salté hacia la colina abajo y me avente con el vestido y cai en forma de bolita, las capas del vestido realmente me ayudaron, me levante tomando el vestido aun y empecé a correr a esconderme durante mucho tiempo, tampoco olvide la espada que había encontrado, al menos sabía pelear de manera basica asi que podria defenderme.

Corrí a lo más lejos donde había árboles y me escondí entre los arbustos.

El carruaje seguía su ritmo hasta que se perdió de vista.

¿En serio no se dio cuenta o lo hizo adrede?.

Eso no lo sabré pero al menos sobreviví.

Empecé a caminar hacia el pueblo y busqué ropa de niño para cambiarme, era mejor pretender ser un niño que ser niña para no resultar herida o acorralada.

‘Lo siento’.

Tome la ropa del tendedero de una casa y dejé una piedrita de diamante que llevaba el vestido.

Una vez que termine cambiada vi el resto de piedras pequeñas de diamantes y las empecé a quitar, esto me daría un poco de comida y aguaas los accesorios que llevaba puestos.

“Debería de ser útil”.

Al final terminé enterrando el vestido en el suelo.

‘¿Dónde estoy?’.

Mire viendo el pueblo esperando encontrar algo que me dijera al menos como es el pueblo.

Cómo desearía tener un mapa.

En el palacio imperial el duque bajó con su familia e hicieron ingreso, solo fue cuando el príncipe apareció frente a él con el ceño fruncido.

“Duque, ¿dónde está Alicia?”.

“Venía en el carruaje de atrás”.

“¿Atrás?, ¿de donde?”.

“...”

Fue cuando el duque se dio cuenta que su hija no estaba, él salió con pasos largos a donde estaban los carruajes pero no vio otro más que el suyo.

“Cochero, ¿dónde está el otro carruaje?”.

“Señor, no había otro carruaje”.

“¿Qué?”.

El duque miró alrededor pero era cierto que no había otro carruaje del ducado, cuando el príncipe que miraba al duque preguntó.

“¿Dónde está Alicia?”.

“Príncipe, iré a buscar a esa niña”.

Tomó su propio carruaje y empezó a avanzar hasta la mansión, no encontró otro carruaje en el camino y llegó a la entrada de su propia casa.

“¿La niña ?”.

El mayordomo que vio al duque regresar se sorprendió y dijo.

“La señorita subió al carruaje que estaba atrás de ustedes”.

“...”

“¿Pasó algo?”.

“Llama a todos los caballeros y que busquen a Alicia, creo que fue secuestrada”.

“...¡!”.

El mayordomo se sorprendió de las palabras del duque y corrió hacia la sección donde estaban los capitanes de los caballeros del ducado.

“¡Rápido!”.

“¿Qué pasa mayordomo?”.

“Han secuestrado a la señorita Alicia”.

“...¿Qué?”.

Mauro fue el primero en sorprenderse rápidamente llamó a todos los del curso intermedio, curso avanzado, curso espartano y a los caballeros ya graduados que estaban en el campo de entrenamiento.

“¡Busquenla rápido!”.

Todos conocen a Alicia ya que había pasado seis meses con ellos y la apreciaban a su manera, ellos rápidamente tomaron sus espadas y un caballo que se les fue asignado para poder ir en su búsqueda y encontrarla, Sergio y sus amigos no fueron la excepción.

Lo que más les preocupaba era el hecho que ya lleva tres horas sin darse cuenta que había desaparecido.

El duque regresó a informar al emperador del extravío de la niña.

Cuando llegó el emperador estaba en su oficina esperando al duque.

“¿Cómo perdiste a tu hija?”.

“Lo siento, no me di cuenta”.

“...¿Es excusa?”.

“No”.

El duque tenía una expresión desconocida.

“Tienes tres días para encontrarla o mandaré al ejército imperial y al ducado Ix para que te ayuden a buscarla”.

“Sí señor”.

Si no encontraba a su hija el honor del ducado Cib caería, un ducado de guerreros no podría proteger a su joven maestra.

El duque se despidió del emperador y salió a encontrarse con su familia en el carruaje listo para regresar.

“Tenemos que encontrarla en menos de tres días”.

“¿Qué pasa si no la encontramos?”.

La duquesa preguntó con delicadeza a lo que el duque respondió.

“Mandaran a Ix y al ejército imperial”.

“¿Eso no es un insulto hacia nosotros?”.

“Lo es, pero es más un insulto haberla extraviado sin darnos cuenta”.

El duque tenía mala cara y fue cuando recordó las palabras de la niña.

‘Si no me querían, ¿por qué me dejaron nacer?’.

No es que no la hubiera querido, mi esposa anhelaba tener a una niña y yo anhelaba verla igual a mi esposa, una familia feliz pero ¿por qué mi esposa murió?, ella la había matado.

Hace dos días había ido a la tumba de mi esposa para saludarla en el día de su partida, fue cuando recordó que también era el cumpleaños de esa niña.

Porque no murió la niña en vez de mi esposa.

Llegó al ducado viendo que la mayoría del campo de entrenamiento habían salido a buscarla, fue cuando vio que el conde estaba presente.

“Todos han ido a buscarla dirigidos por el segundo y tercer capitán, los entrenadores de principiantes, intermedio, avanzado y espartano también fueron con los reclutas”.

“¿Todos ellos?”.

El duque se quedó boquiabierto al igual que los demás miembros de la familia.

“Su gracia, ¿usted sabía que la señorita Alicia avanzó a curso intermedio en el campo de entrenamiento?”.

“¿Qué?”.

El duque no sabía nada de eso, solo se quedó en shock, la duquesa y todos los hijos presentes hicieron una reacción similar.

La que hablo fue Mitzi.

"Si ella tiene prohibido salir de ese cuarto, ¿que hace fuera de la mansión?".

"..."

El conde no dijo nada pero por dentro sentía enojo, jamás espero escuchar tar comentario pero fingió no haberlo escuchado para decir.

“Hace seis meses, la joven maestra se unió a nuestro curso, es normal que todos en el campo de entrenamiento la aprecien y fueran a buscarla”.

El duque se quedó sin palabras, Cris había fallado el examen a curso avanzado así que los tres hermanos estaban en curso intermedio.

“Me retiro a buscar a la joven maestra, duque”.

“Si”.

El duque asintió con los ojos en blanco, no sabía que su hija practicaba el arte de la espada.

Realmente no sabía nada de ella.

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