La trampa

Capítulo 6

El día de la boda de Khadijah había llegado, Mahtob aún se sentía insegura de asistir ese sexto sentido le advertía que era mejor quedarse en casa.

—Mahtob ¿vamos a ir a la boda de tu amiga?—preguntó Ali

—No hermano, no quiero ir.—respondió Mahtob

—¿Por que? ¿Te sientes mal?.—preguntó Ali

—No para nada estoy bien, no creo que sea prudente.—respondió Mahtob

—¿estas segura? Debo ir a ver a Amin a su casa así que si no vas a ir me voy ya de una vez.—dijo Ali

Antes de que Mahtob tomara su decisión final, entró su madre a la recámara.

—¿Que pasa Mahtob? ya deberías estar lista, Ali ya debe irse quedó de pasar con Amin antes de ir a la boda. ¿Ahora qué pasa?—pregunto Karima

—No quiero ir.— respondió Mahtob

—Es otro berrinche tuyo, no porque vayas a una boda quiera decir que la siguiente serás tu. Ya dijo tu padre que no va a dejarte casar hasta que termines la escuela. Que para mi es una pérdida de tiempo, no dudo que tu esposo ni siquiera te deje ejercer. Pero en fin, así que arréglate y te vas con Ali. Es una orden.—respondió Karima

—Al parecer tu y yo jamás vamos a estar de acuerdo, y tampoco tendremos una relación sana. ¿Por qué nunca has querido comprenderme madre?.—preguntó Mahtob

—Deja tus dramas y arréglate para que se vayan.— dijo Karima

Ali y Karima la dejaron a solas para que pudiera vestirse.

—Madre ella tiene razón, es tu hija, la única. No puedes por una sola vez estar de acuerdo con ella.—preguntó Ali

—Yo también fui obligada a casarme con su padre, porque esas fueron las enseñanzas del profeta, no tiene porque ella ser diferente. Nuestro destino está escrito Allah lo colgó en nuestro cuello antes de nacer. Y tu también deberías de conseguir una esposa.—respondió Karima

Ali solo debía obedecer, así que ambos salieron rumbo a la Ataba. El casamiento se celebraría en casa de Khadijah y después celebrarían en el salón de un hotel. Antes de llegar a la boda fueron a ver a Amin su hermano mayor.

—Tu bendición hermano.—dijo Mahtob

—Han traído luz a mi casa, pasen.—dijo Amin

Ali y Amin se metieron a su despacho a hablar a solas, mientras Mahtob platicaba con su cuñada.

—¿Como estas Fátima?.—preguntó Mahtob

—Muy bien Mahtob, aquí esperando nuestro segundo hijo. ¿Y tu cuando vas a casarte?.—pregunto Fátima

—No, aún no. Cuando termine la carrera será el momento.—respondió Mahtob

—Será difícil que tu esposo te deje ejercer, recuerda que cuando las mujeres nos casamos pasamos hacer parte de la familia del esposo. Y mi suegro no podrá intervenir.— dijo Fátima

Mahtob pensaba, que no importaba ya llegando ese momento si era necesario no se casaría.

—Es triste cuidar la casa de otros por el hecho de que entre más grande seas menos oportunidad tendrás para casarte.—dijo Fátima

Ali y Amin salieron del despacho, Mahtob se despidió de su cuñada y su hermano. Despues fueron a la boda. Esa sensación de peligro la invadía a Mahtob hacia que hasta un escalofrío recorriera todo su cuerpo.

Mahtob llegó a acompañar a Khadijah en la sala para mujeres donde ella ya estaba vestida de novia.

Y Ali se quedó con los hombres. Ali no pudo evitar notar que Farid lo observaba como con temor. Esa mirada lo inquietaba.

Farid y Danilo ya tenían todo organizado, cuando la vieran sola Danilo la dormiría para sustraerla, ya fuera ahí en la boda o en la fiesta.

Mientras estaban todas las mujeres esperando a que el padre de Khadijah y el novio hicieran el acuerdo. Mahtob no pudo evitar sentirse mareada y acalorada, el tema del matrimonio con un desconocido la perturbaba.

Mahtob salió de la sala por la parte de atrás para no entrar con los hombres estaba prohibido. Ella solo necesitaba aire, de repente alguien le tapó la boca y le inyectaron un sedante para dormirla.

No pudo luchar más y todo se hizo borroso. Comenzó a soñar que tenía cadenas en sus manos y pies, que estaba atada a un tubo de metal en medio del desierto. Podía sentir como el calor la consumía. Solo escuchaba a su padre llamándola desde lejos. Pedro estaba en el andén del aeropuerto esperando a Danilo.

—Señor le traigo su flor del desierto.—dijo Danilo

—Como siempre complacido por un excelente trabajo, ¿le pagaste a Farid?.— preguntó Pedro

—Si señor.—respondió Danilo

—Le dijiste que corrieran la voz de que se había escapado con un hombre.—preguntó Pedro

—Si, también les pague a los que esparcirían el rumor.—respondió Danilo

—Bien llevemos a mi reina a su nuevo palacio.—dijo Pedro

Así se llevaba a Mahtob de su tierra y de su familia. No hay nada más deshonroso para una familia musulmana que tu hija haya huido con un hombre y más si no era musulmán. Su hermano Ali al darse cuenta de que nunca salió su hermana de la habitación se acercó a Farid.

—¿Donde está mi hermana?.— preguntó Ali

—Estaba con las mujeres, recuerda que en una ceremonia no se puede entrar donde están las mujeres. Pediré a mis sirvientes que la busquen.—respondió Farid

Llego uno de los sirvientes para decirles que la cocinera había visto que se iba por la puerta de atrás con un hombre.

—Eso es mentira, mi hermana sería incapaz de hacer algo tan bajo y que deshonrara a nuestra familia.—dijo Ali

—¿Por que te mentirían mis sirvientes?, eso sucede cuando se les da tanta libertad a las mujeres. Recuerdo que un día vino a buscar a mi hija sin acompañante, exhibiéndose por la Ataba. Así que yo no dudaría que así haya sido.— dijo Farid

Ali salió a buscar a su hermana, en su mente recordaba que ella había estado extraña días atrás. Que algo le daba miedo, que no se sentía segura de ir a la boda. Será posible que su hermana se enamoraría de quien no debía y se fue con él. Ahora cómo le diría a su padre que su hija había manchado su reputación. Ali no contuvo el llanto tenía que ir a buscar ayuda.