capitulo 10

Sandra y su madre se retiraron del lugar, después de todo no tenían nada que hacer ahí mientras que en la habitación de Ami todo era un caos.

—Lo mejor es que se duchen y cambien para después hablar los esperamos en el despacho— dijo Monserrat, pues ella no tenis la mínima idea de lo que iba hacer jamás se imaginó que algo como esto pudiera pasar, mientras que Ami no dejaba de llorar y es que se sentía muy mal por las palabras dichas por Diego, además su conciencia la recriminaba diciendo que dijera la verdad aunque también se preguntaba si en realidad si se parecía a su madre si realmente era tan mala como la gente decía y que quizá ella también podía parecerse a ella, Esteban trato de tranquilizarla.

—Todo va estar bien, yo voy a estar a tu lado — Esteban salió de aquella, se ducho y cambio el sabía que debía tener la cabeza fría, que había cometido un gran error del cual no se acordaba y eso era algo que también lo molestaba solo recordaba aquel beso pero nada más, después que estuvo listo decidió hablar con Sandra la cual atendió muy pronto su llamada.

—Hola— contesto ella.

—Como te lo prometí, la hipoteca de la casa de tu madre está liquidada, en tu cuenta bancaria te he depositado lo necesario para el tratamiento de tu madre, perdón por el desagradable momento y aunque nuestro trato no llego a terminó he cumplido con mi palabra —.

—Te agradezco todo lo que has hecho por mi y esto solo será un préstamo algún día te lo devolveré, claro que por el momento será en un futuro muy lejano quizá fue lo mejor que ese matrimonio no se haya realizado aunque no entiendo si yo era tu mejor amiga porque jamás me contaste que estabas enamorado de ti hermana —

—No es mi hermana, además como crees que iba a divulgar algo como eso, además Edo que sintió por ella es una pasión prohibida su que es mi hermana adoptiva no deja de ser el hecho que ante la sociedad somos familia, sabes cómo me siento como si fuera un enfermo depravado, por más que triste de controlarme creo que no pude—

—Te deseo lo mejor, espero que puedas ser feliz —

—Yo también lo espero, al igual que tú algún día también puedas hacerlo —

Esteban colgó el teléfono recordó como había conocido a Sandra desde que ella llegó a la base militar dónde el se encontraba se hicieron muy buenos amigos, vío como ella sufrió por amor al enterarse que el hombre que ella amaba se iba a casar con otra, todo lo que aquel hombre le dijo fueron mentiras desde que ella se enteró del engaño ellos dos hicieron un trato absurdo.

Ami siguió llorando pues sabía que estaba cometiendo un error que tal vez era momento de hablar con la verdad, se vistió con algo sencillo salió sin ninguna gota de maquilla se podía ver sus ojos rojos producto del llanto bajo al despacho donde ya se encontraba Monserrat, Diego y Esteban, Diego caminaba de un lado a otro se podía ver la decepción, Esteban la tomo de la mano.

—Si tal solo hubiera sabido lo que ibas hacer jamás te hubiera traído a esta casa— dijo Diego muy molesto.

—¡Ya basta! Diego, Ami fue una bendición en nuestras vidas no debes de tratarla así, para mí fue un regalado su llegada, pero dime tú Ami desde cuándo sabes que no somos tus padres —

—Perdón Señor Diego, perdón señora Monserrat se que no soy digna de llamarlos padre aunque para mí siempre lo serán y se que no soy su hija desde que tenías diez años.