Capitulo: 11

Agares no podía creer como cambia de humor esta gente con tanta facilidad, ¿será que están locos?, inmediatamente sacudió su cabeza en negación, no creo que estén locos solo que son raros y por lo que ve muy fuertes.

*Jovencito cuentos años tienes, no me digas que tú también eres de la edad de mi adorado yerno* Pregunto Sofía mirándolo a los ojos, ocasionando que el pobre Agares se ponga nervioso.

*N, no señora yo tengo 325 años en tu mundo, en el mío tengo 65 años, su majestad tiene 75 años como demonio y 375 años en tu mundo* Contesto tranquilo.

*Ustedes sí que son complicados con estos de los años, felizmente mi amor solo tiene 500 años entre humanos y vampiro porque él nació vampiro, y yo soy muy joven a su lado* Dijo con una tierna sonrisa.

*No tan joven, que yo sepa tienes 350 años y eso es ya mucho según yo entiendo* Se burló Katrina de su madre.

*Cállate pequeña insolente, muchacho por qué no nos cuentas tu vida al lado de mi yerno* Dijo sentándose en el mueble.

Agares asintió mientras se sentaba en el piso frente a Sofía y Edward, no quería sentarse al costado de ellos, además prefería tenerlos de frente, le ponía nervioso aquella señora, después comenzaron a hacerle preguntas y a escuchar su relato de sus días alegres  en su mundo y las ganas de conocer el mundo de los humanos, cosa que era prohibido por los mayores, porque según ellos los humanos corrompían a seres como ellos.

Mientras ellos hablaban Asmotiel se acercaba al lugar donde estaba un preocupado Balio, le había dicho a su sobrino que no se alejara, que era peligroso y más ahora que tenían su poder sellado.

“¿Qué pasó con ellos para tener su poder sellado, quien y por qué lo hizo?”.

El último día de enfrentamiento de la reina contra el rey, cuando estaban ganando la guerra, el hizo un hechizo de sumisión a través de una cadena de sangre donde todos los generales e hijos de los mismos, para que no puedan luchar contra él, pero se sorprendió al ver como luchaban por no caer en el hechizo, cuando vio eso la reina decidió sacrificarse por un bien mayor, con su poder de hielo y niebla logró lanzarlos lejos del lugar de la batalla para que lograran escapar porque ya no estaban en condiciones de seguir luchando, ahí fue donde Asmodeus logró capturar a su esposa y mandarla al calabozo, por eso es que todos los que están relacionas con los comandantes y generales están sellados hasta que encuentren a su príncipe o a la elegida para poder romper el sello.

Al llegar a la Cima de la montaña, Asmotiel sintió otra vez el pequeño poder de aquel demonio, lo que no entendía, es que estaban asiendo en este lugar tan lejano, pero eso le preguntara cuando lo encuentre.

*Quién está ahí, muéstrate* Hablo un muy temeroso Balio.

*No tienes por qué tener miedo querido tío, Soy yo Asmotiel* Dijo con tranquilidad.

Al escucharlo decir que era el príncipe sintió más miedo, sabía que era imposible que fuera él, ya que él estaba preso en el imperio de lioth, así que no salió más bien estaba pensando en como escapar del lugar.

*Bueno, como no me crees, tendré que probarte que soy yo en realidad*  Dijo mientras entraba al bosque donde estaba escondido.

*De, de verdad es usted majestad* Preguntó el hombre entre lágrimas.

*Claro que soy yo mi querido Balio, pero que te paso, que es lo que estás haciendo en este lugar* Pregunto con preocupación.

*Bu, bueno la verdad es que nos estamos escondiendo, porque en estos últimos años hemos sido casados por los brujos y magos para experimentar con nosotros, no ha sido nada fácil para nosotros mi señor*  Dijo agachando la cabeza.

*No bajes la cabeza Balio, vamos a un sitio tranquilo y quiero que me cuentes que es lo que está pasando en realidad* Dijo muy serio.

*podemos ir a mi cabaña mi señor, ahí estaremos más cómodos* Dijo mientras le mostraba el camino.

Asmotiel lo siguió sin decir nada, estaba sumido en sus pensamientos, no entendía por qué estaba pasando todo esto, su padre no era el más cariñoso, pero jamás pensó que fuera capas de hacer daño a su propia gente.

*Señor, pase por favor* Le hablo Balio nervioso.

*te escucho, quiero saber que es lo que está pasando, porque no tienen su poder* Pregunto preocupado.

Balio Se quedó callado por un momento, para luego dar un fuerte suspiro y comenzar a contar lo sucedido.

*El día que usted fue encerrado en aquella habitación, la reina comenzó una rebelión, todo estaba yendo bien, estábamos ganando, pero en ese momento el rey hizo un hechizo de sumisión a lo cual nosotros nos resistimos, pero cuando la reina vio que él comenzó a matarnos sin piedad alguna, uso su poder para alejarnos de ahí, para así poder escapar, y así lo hicimos aunque en contra de nuestra voluntad, pero no podíamos hacer nada, la reina se sacrificó por nosotros (sollozos), no sabíamos que hacer, así que decidimos salir cada uno por lugares diferentes, pero no nos dimos cuenta hasta salir de lioth que perdimos nuestros poderes, ya que el rey nos había sellado, por eso nosotros no tenemos la fuerza suficiente para luchar con ninguna de las especies sobrenaturales, por eso es que ellos se aprovechan de nuestra debilidad para casarnos* Contó con tristeza.

*Veo que sufrieron mucho, pero no te preocupes mi querido Balio, yo los liberaré de ese hechizo, pero por ahora quiero que me acompañes a un lugar* Dijo con una leve sonrisa.

*Disculpe su majestad, pero no puedo ir con usted mientras no regrese mi sobrino* Dijo con seguridad, algo que enorgullece a Asmotiel, si el fuera otro se iría sin pensar en nadie más que en el mismo.

*No te preocupes por él, él está a salvo junto a mi esposa y sus padres* Dijo con una sonrisa.

*Muchas felicidades su majestad, espero que sea muy feliz junto a la princesa* Dijo con sinceridad.

Después de eso, conversaron un rato más para luego dirigirse a la cabaña, donde lo esperaba una Katrina muy molesta, porque no quiso llevarla con él.

Después de una hora de camino llegaron a la cabaña, Katrina tal y como imagino estaba molesta, Agares al verlos sonrió, estaba muy feliz de estar con su Majestad el príncipe y su tío.

*Su Majestad, muchas gracias por traer a mi tío con usted, no sabes lo feliz que estoy por tenerlo con nosotros* Dijo entre lágrimas, ahora que está más tranquilo, está seguro que no es ninguna ilusión estar allí con ellos, no pudo aguantar el llanto, se sentía muy feliz, sentía que liberaba una gran carga de su conciencia, aunque eso no quiere decir qué no lamentara todo lo que había pasado, pero jura desde el fondo de su corazón no volverá a defraudar a su amigo y señor.

*No llores Agares, se por todo lo que pasaste y te aseguro que yo no te culpo de nada, al contrario, te agradezco mucho por todo lo que hiciste por defender a tu señora, pero de eso ya pasó muchos años y ya es hora de dejar el pasado dónde está, para comenzar al reescribir nuestro propio destino, por eso es que pensaba buscarlos, no puedo permitir que estén viviendo fuera de sus hogares por culpa de un monarca que no valora ni respeta a su gente* Dijo mientras le da palmaditas en la espalda para que se calme, katrina y sus padres miraban con cariño aquella escena, aunque katrina no sabía porque sentía un dolor en su corazón al escucharlo llorar, pensó que puede ser porque tiene a Ariz en su cuerpo.

Después de calmarse entraron a la cabaña, donde los esperaban Edward y Sofía sentados para conversar lo que harán apartir de ahora.

*Bueno, chicos, creo que tenemos cosas de qué hablar, príncipe Asmotiel quiero saber qué pasos vas a tomar después de saber los problemas que están pasando en tu reino, cómo bien sabes los lobos, vampiros, brujos y magos ya sintieron el poder de Katrina y no será tan fácil ocultarlo como antes* Dijo Edward con preocupación.

*Soy consciente de todo lo que está pasando suegro, Pero ten por seguro qué protegeré a mi esposa contra todo y todos, y con respecto Lioth reuniré a todos los que lograron escapar para ir a liberar mi reino, no puedo permitir que vivan bajo la tiranía de mi padre y más aún no puedo permitir que mi padre este torturando a mi madre, eso es algo inconcebible, entiendo que tengas dudas al respecto, pero quiero que sepas que jamás permitiré que le pase nada a mi esposa, también le pido que usted confía en ella y en sus poderes, ella no es alguien débil es mucho más poderosa de lo que se imagina, lo único qué tenemos que hacer es ayudarla a controlar sus poderes* Esto último lo dijo mirándola a los ojos a su esposa, mientras que Edward asentía al escucharlo, sabía que él tenía razón y no es que no confiara en su hija, sino que tenía miedo qué algo malo le pasará y más aún cuando prácticamente acaba de despertar su poder y cómo todo padre sobreprotector con su hija su preocupación es entendible.

***Este trabajo esta bajo contratado con NovelToon y la piratería, como la reimpresión sin permiso, están estrictamente prohibidas.***

***¡Descarga NovelToon para disfrutar de una mejor experiencia de lectura!***