Te quiero a tí.

Hoy hay una carrera de autos y vine súper perra como dice Lucia. Llevo un vestido de cuero color negro, corto, estilo corsé amarrado al frente, suelto en la parte de abajo, unos botines negros trenzados y un bolso de mano a juego, mi cabello suelto y tirado hacia un lado un delineado felino y unos labios color rojo.

Outfit de Amanda ( solo la ropa).

Llegamos y está un muchacho nuevo en las carreras. Tiene los ojos grises, es alto, guapo y fornido, se me acerca aprovechando que han atrasado las carreras y me invita a conocer su auto, es un hermoso Ferrari rojo, es de mi color favorito, aparte del negro claro,

se presenta.

— Mi nombre es Zac, es un placer conocer a tan hermosa dama. — dice Zac dándome la mano.

— Mucho gusto Zac mi nombre es Mandi, para mí también es un placer conocerte. — le digo tendiéndole la mano con una sonrisa.

— Y cuéntame Mandi hace mucho que corres te he visto competir en motos y permíteme decirte que eres muy buena, pero no te he visto en las carreras de autos.— me dice Zac.

— Bueno guapo entonces me verás hoy. —le digo de forma coqueta.

Veo que max y su zorra están justo al lado de nosotros, entonces decido hacerlo rabiar un poco. Me acerco a Zac y le digo de manera pícara.

— Es muy hermoso tu auto me encanta y además es de mi color favorito. — le digo a Zac, ya que sé que max me está matando con la mirada.

— ¿Te gusta bonita? me pregunta Zac.

Yo solo asiento con la cabeza y sonrió..

— Tú eres más hermosa — dice Zac señalándome con el dedo y con una sonrisa pícara.

Me sonrojo y le agradezco...

— Sonrojada te ves aún más hermosa, sé que eres buena manejando pero creo que te verías mejor si fueras modelo, ¿no lo eres? — dice y mi cara arde.

Niego riéndome como boba y le respondo acercandome un poco.

— ¿En serio te parezco una modelo?—

— sí es más un momento, ¿me regalarías una foto? — dice sacando su celular.

— ¿cómo, es en serio? le pregunto con una risita.

— sí bonita ven — dice Zac mientras me toma de la mano y me lleva junto al capó de su auto.

Pone sus manos en mi cintura y me sube en él, me agarro de su cuello fingiendo que me voy caer, en ese momento llega max y empujándolo le dice con ella no imbécil, me agarra y me baja de encima del Ferrari acto seguido me toma del brazo y me saca de allí.

— ¡¿Qué demonios te pasa?! me grita Max.

— ¡No!, ¿qué carajos te sucede a ti? ¿por qué hiciste eso, estás loco o qué?— le pregunto a Max gritando.

Lo único que me responde max es.

— Aléjate de ese idiota y aléjate de este mundo de las carreras, te lo he dicho esta no eres tú. —

— Mira Max ya déjame en paz que tú terminaste conmigo por esa zorra, he pasado todo este tiempo sufriendo, pensando que hice mal pero no, yo no hice nada el que está mal aquí eres tú, qué no sabe lo que quiere. —le grito furiosa a max.

— Claro que sé lo que quiero, te quiero a tí— dice y me besa.

Yo me dejo llevar pero luego reacciono y le pego una cachetada.

— En tu vida me vuelvas a besar ¿me entiendes?, ve y besa a tu zorra y a mí déjame hacer de mi vida lo que yo quiera, y no me voy a alejar de aquí, ya no me voy a ir de este mundo como tú lo llamas, sí, es peligroso y qué?, ya no me importa si muero en las carreras, no me importa lo que me pase, me importabas tú, y lo iba a dejar era por tí pero ya no importa, ya no me importa nada, esta soy yo.— le grito a max.

Lo empujo y me monto en mi Lamborghini rojo, minutos después una chica enfrente de los autos cuenta tres, dos, uno, salgo a toda velocidad sin importarme a quien llevo a mi lado, ni a quién llevo adelante, ni siquiera sé si max está en la carrera solo conduzco como loca.

Damos una, dos vueltas a la tercera, me meto entre dos carros que me estorban haciéndolos salir de la carrera y gano, cruso la meta pero no me detengo. seguí conduciendo hasta llegar a mi casa, salí del auto, abrí la puerta, me tiré en el suelo y lloré como nunca antes había llorado ..

Sentía que el aire me faltaba, me costaba respirar solo quería dejar de vivir todos mis miedos regresaron a mí, miedo a ser abandonada y a quedarme sola.

sentía como si millones de puñales se clavaran en mi pecho, era una sensación horrible, solo quiero dormirme y volverlo a tener como siempre en mis sueños.

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