Primera cita

Al día siguiente, me desperté con unas grandes ojeras. No pude dormir gracias al mensaje de ese loco. No puedo entender qué pasa por su cabeza, pero debo tratar de solucionar las cosas mañana. Hoy tengo mi primer cita con Daniel, y no puedo dejar que se dé cuenta de que algo me preocupa. Me apuré a bañarme; gracias al cielo que fui de compras con Violeta y compramos ropa bonita. De repente sonó mi teléfono. Hablando del rey de Roma, era ella:

Violeta - Alexa. (Gritó muy fuerte)

Alexa - ¿Qué pasa? ¿Te sientes mal? (Respondí)

Violeta - ¿Que si me siento mal? No debí quedarme, pero no quería ser mal tercio. Pero, cuéntame... ¿Paso algo de lo que yo deba saber? (Contestó muy emocionada)

Alexa - Pasaron muchas cosas, amiga.

Violeta - Ya lo sabía. ¿Por fin se te declaró?

Alexa - Violeta, estás más emocionada que yo.

Violeta - Claro, porque llevaba mucho tiempo insistiendo en que se te declarara, y no lo hacía. ¿Pero qué más pasó? Cuéntame.

Alexa - Violeta...

Violeta - ¿Qué pasa, amiga?

Alexa - Tengo que contarte algo que pasó después de que nos fuimos del bar.

Violeta - No me digas que se acostaron tú y Daniel.

Alexa - No, no pasó más que un beso, es otra cosa.

Violeta - ¿Entonces qué más pasó?

No sabía cómo decirlo. Era algo que pensaba guardarme, pero necesito contárselo a alguien. Suspiré y le dije:

Alexa - Quizás no te diste cuenta, pero ayer llegó al bar el señor Garza, y me invitó una copa, pero lo rechacé.

Violeta - ¿En qué momento pasó eso?

Alexa - Cuando Daniel fue por ti porque ya nos íbamos.

Violeta - ¿Y qué más pasó?

Entonces le conté todo lo que había pasado esa noche y el malentendido que tenemos desde que me convertí en su asistente. Violeta no lo podía creer y me preguntó:

Violeta - Alex, ¿te gusta o pasó algo con el señor Gael que no me quieras decir?

No quería decirle sobre el beso, pero era inevitable que se enterara.

Alexa - Él me besó. (Respondí)

Violeta se quedó en silencio por unos minutos. No sé que estará pensando, pero ya no puedo más con este secreto.

Violeta - ¿Daniel lo sabe?

Alexa: -No, y por favor no se lo digas. ¿Sabes cómo es cuando se enoja?

Violeta: -Tienes razón, no debe saber. Se enojará mucho, pero ¿qué vas a hacer? Deberías renunciar. ¿Quién pensaría que ese hombre tan guapo y que puede tener lo que quiera, está un poco loco en su cabeza?

Alexa: -Trataré de arreglarlo, pero no sé si pueda. Ayer me llamó por teléfono y me amenazó. Además, no puedo renunciar porque por tonta firme sin leer el contrato, y si renuncio tendré que pagarle mucho dinero.

Violeta: -Alex, ¿cómo pudiste firmar algo así?

Alexa: -Ya lo sé, caí en su trampa, y ahora también me amenaza con hacerle algo a Daniel. No puedo dejar que le haga algo.

Quería llorar, pero la voz de Daniel se oía detrás de mi puerta.

Alexa: -Violeta, no le cuentes nada a nadie. Hoy tengo una cita con Daniel, y no quiero que esto que está pasando afecte este día. Te llamaré más tarde.

Me despedí de Violeta, y ella de mí. Me cambié rápidamente para dirigirme a la puerta y abrirle a Daniel, que me sorprendió con un gran ramo de rosas rojas. Estaba tan feliz y sorprendida que tenía ganas de llorar, pero de felicidad. Puse las rosas en un florero y tomé mi bolso para irnos.

Daniel: -¿Estás lista?

Alexa: -Sí, súper lista -respondí.

En primer lugar, fuimos a un parque de diversiones donde la pasamos muy bien. Después, me llevó a ver una película. Al terminar la película, me llevó a un restaurante. La estaba pasando muy bien; todo iba perfecto hasta que sonó mi celular y era un mensaje que decía: "Señorita Lagos, se la está pasando bien con su novio". En el momento en que lo leí, me puse tensa y miré para todos lados intentando buscar al señor Garza. Cuando llegó otro mensaje que decía: "No intentes buscarme, estoy muy cerca, pero no podrás encontrarme". Entonces, Daniel al ver que miraba a todos lados, me dijo:

Daniel: -¿Buscas a alguien, Alex?

Alexa: -No, solo pensé haber visto a alguien conocido, pero creo que lo confundí. Creo que es mejor irnos, no me siento muy bien.

Daniel: -Está bien. Pediré la cuenta, y nos iremos.

Mientras Daniel pagaba, llegó otro mensaje: "¿Por qué te vas tan rápido?". Aventé mi celular al bolso. Daniel salió y tomamos un taxi. Me preguntó si me sentía bien y por qué de repente quería irme si la estábamos pasando muy bien. Pero no quería que todo fuera culpa del señor Gael, así que tuve que mentirle que me sentía mareada. Recargué mi cabeza en su hombro y traté de sentirme tranquila para que no se diera cuenta de lo que me pasaba. Me besó la frente y me dijo:

Daniel: "Te amo, esperé mucho por este momento".

Cuando me dijo eso olvidé todo. Este hombre que estaba a mi lado me ama, pero yo aún no puedo corresponder como él se lo merece. Y no es porque no sintiera lo mismo que él, sino por lo que había vivido junto con Alfonso. A él también le entregué mi corazón, pero solo me usó. Sé que Daniel es diferente, pero lo que había pasado con Alfonso me dejó un poco afectada. Traté de corresponder a sus palabras, pero él me dijo:

Daniel: "No te preocupes, sabré esperar. Sé que sufriste mucho por culpa de Alfonso, pero yo también me siento culpable. Si yo hubiera tenido más valor para declararme, quizá no hubieras pasado ni sufrido por ese idiota".

Sus palabras me llenaron de alegría. Quizás la vida me estaba dando esa oportunidad de ser feliz, pero mi felicidad estaba siendo nublada por mi tonto jefe, el señor Gael. Quizá por ser rico y guapo ha podido obtener todo lo que él desea, pero yo no quería hacer esperar a Daniel, porque yo también sentía lo mismo por él, y tenía que dejar atrás el pasado. Así que respondí:

Alexa: "Dani, yo también te amo y sé que vamos muy rápido, pero quiero darme la oportunidad de ser feliz contigo".

Al escuchar a Daniel, mis palabras, su rostro se iluminó con mucha alegría. Llegamos al edificio y nos despedimos, y él me dio un beso en la boca. Lo abracé muy fuerte. Después de unos minutos, me metí muy feliz a mi departamento. No podía creer todo lo que estaba pasando con Daniel, pero caí de mi nube cuando mi teléfono sonó y vi en la pantalla que era el señor Gael, que quería y contesté:

Alexa: —Ya deje de torturarme, por favor. No sé qué es lo que quiere.

Gael: —Te quiero a ti, no lo entiendes. No sé qué me pasa contigo. Después del beso, no puedo sacarte de mi cabeza. Deberías sentirte orgullosa. Eres la primera mujer que logra llamar mi atención.

Alexa: —Entienda, por favor, que nunca fue mi intención que usted piense que yo quiero algo con usted. Además, somos de mundos diferentes. Usted es rico y guapo, obtiene todo lo que quiere, mientras yo solo soy su empleada que vive una vida normal. Si quiero algo, debo de ahorrar para comprarlo. No busco nada.

Gael: —Ya entendí que no eres de la clase de mujeres que me busca por mi apariencia y mi dinero, pero ni yo comprendo por qué me empezaste a gustar. Solo sé que quiero estar contigo y nadie más.

Alexa: —Por favor, piense las cosas. Apenas nos conocemos y lo que usted siente no es amor. Así que, por favor, deje de acosarme y trátame como una empleada más. Me despido. Lo veo mañana, señor Garza.

Colgué el teléfono. Espero que entienda que solo soy un capricho. Además, todo va bien con Daniel y no quiero que él tenga problemas en el trabajo por mi culpa.

***Este trabajo esta bajo contratado con NovelToon y la piratería, como la reimpresión sin permiso, están estrictamente prohibidas.***

***¡Descarga NovelToon para disfrutar de una mejor experiencia de lectura!***