Fiesta

Al día siguiente, me levanté muy temprano ya que Violeta quería ir de compras. Yo no quería porque, en primer lugar, no era algo que me emocionara tanto. A mí me gustaba estar sola, leer un buen libro y tomar café. Quizás era la persona más aburrida, pero eso me hacía feliz. Pensé que quizás salirme de mi zona de confort una vez no me haría daño y quizás ya era tiempo de hacer cosas nuevas y conocer personas nuevas, ya que desde que había terminado con Alfonso no quería saber de nadie. Pero ya no podía seguir así. Me cambié y Violeta ya me estaba esperando. El día pasaba rápido en lo que entrábamos de tienda en tienda para comprar ropa, zapatos y algunos accesorios. Por último, fuimos al salón de belleza para que nos maquillaran y peinaran. Yo no quería, pero Violeta me convenció. Decía que necesitaba un nuevo cambio de look, que esta era la oportunidad de cambiar y dejar atrás el pasado. Pasaron las horas demasiado rápido y cuando Violeta me miró, quedó sorprendida. Yo aún no me miraba como había quedado.

-Que pasá me veo fea -dije.

-Nada de eso, amiga, quedaste súper guapa y sé que alguien se va a quedar boquiabierto -respondió Violeta.

-¿De quién hablas?

-De quién más puedo hablar.

-Mmm, no sé.

-Hablo de Daniel.

-Daniel, pero ¿por qué se sorprendería?

-Amiga, que no te has dado cuenta cómo te mira Daniel. O eres tonta o no te quieres dar cuenta.

-Pero él ya le gusta alguien y no soy yo.

-Pues quizás tú no te das cuenta, pero la chica que le gusta eres tú. No te das cuenta cómo te trata, a pesar de que yo también soy su amiga, no me trata como lo hace contigo. Se preocupa mucho por ti.

Al decir eso, me quedé pensando en sus palabras y tenía razón. Él siempre ha sido muy amable conmigo y frío con las demás personas. Por eso, todas en la oficina me odiaban, pero nunca lo había pensado. Quizás era muy tonta por no darme cuenta de las señales, pero aún así no lo podía creer.

Violeta -Ven, Alex, disfrutemos.

Regresamos hacia mi departamento para terminar de cambiarnos, pero aún no creía lo que Violeta me había dicho. Pensé que Daniel solo me veía como amiga, pero tampoco podía preguntarle directamente si yo le gustaba. Rápidamente llegó la noche y tocaron la puerta. Era Daniel y Violeta corrió a abrirle, riéndose y burlándose de mí porque solo recordar lo que ella me había dicho me hacía sentir apenada con Daniel.

Violeta -Hola, Daniel.

Daniel -Hola, ¿y Alex, dónde está?

Violeta -Alex ya salió. Alguien quiere ver cómo quedaste.

Salí muy nerviosa. Quería ver la reacción de Daniel y comprobar si era cierto lo que decía Violeta, pero mi cara estaba tan sonrojada porque me había hecho poner un vestido muy corto y con un escote algo atrevido que me sentía un poco apenada ya que nunca había usado algo así. Salí y vi que Daniel se puso rojo y no me quitaba la vista.

Violeta -Qué tal quedó, Alexa. ¿Verdad que se super guapa?

Daniel -Sí, realmente bella.

Alexa -De verdad, creo que están equivocados.

Daniel -Alex, hoy de verdad estás más bella que nunca.

Violeta empezó a reírse porque Daniel no me quitaba la mirada. Yo agarré mi bolso y les dije que nos fuéramos porque se estaba haciendo tarde. Mi cara estaba tan roja que parecía un tomate.

Daniel -Alex, hoy realmente te ves muy linda y me alegra que podamos pasar un rato juntos. Hace mucho tiempo que no salías y ojalá puedas disfrutar esta noche conmigo, digo, con nosotros.

Violeta se acercó a Daniel y con voz baja le dijo algo que no pude escuchar.

Violeta - (en voz baja) Amigo, esta noche es tu oportunidad.

Alexa -¿Qué se están secretando?

Violeta -Nada, solo le recordé que hoy le toca pagar las bebidas.

Llegamos al bar donde pedimos unas bebidas. Violeta se la estaba pasando súper bien, pero yo me sentía algo incómoda porque no frecuentaba esos lugares, pero Daniel me sacó a bailar.

Daniel -Ven, Alex, disfrutemos.

Alexa -Sí, claro.

De pronto, empezaron a empujarme y varios hombres vestidos de negro abrieron camino. De repente, me aventaron, pero rápidamente fui atrapado por los brazos de Daniel, que preguntó si estaba bien. A lo que le respondí que sí. Me ayudó a levantarme, cuando en ese preciso momento entró un hombre que llamaba la atención de todas las mujeres. A su paso, nos dimos cuenta de que era el Sr. Garza. Yo no lo podía creer.

Alexa - Por qué hasta en mi día libre me tengo que topar con él.

Daniel - ¿Qué pasa, Alex? ¿Te ha molestado?

No quise decirle nada de lo que había pasado a nadie, ni a Violeta, por más que fuéramos amigas. No quería que nadie supiera lo que pasó en la oficina. Me di la vuelta y jale a Dani. No me iba a ir nada más porque mi Jefe también se encontraba ahí. Seguimos bailando, pero a lo lejos mire que nos miraba. Al principio, pensé que solo lo estaba imaginando, pero sentía su mirada fija en mí.

Asistente Yair -Sr. Garza, ¿gusta que busque alguna chica que le haga compañía?

Gael -Sí.

Asistente Yair -Traeré a la chica más bella de este lugar.

Gael -Dante, creo que ya encontré a la indicada.

Me sentía un poco incómoda y Daniel se dio cuenta.

Daniel -Alex, está bien si quieres podemos irnos a otro lugar.

Alexa -Sí, me encantaría. Este sitio ya no me gustó.

Daniel -Vamos. Además, me gustaría hablar contigo.

Cuando me dijo eso, me puse muy nerviosa y recordé lo que me había dicho Violeta.

Tomé mis cosas. Daniel fue a ver a Violeta para decirle que nos íbamos y que si se quería quedar o se iba con nosotros.

Daniel -Violeta, ya nos vamos.

Violeta -Ok. Yo me quedo. No quiero ser mal tercio. Te dije que hoy era tu oportunidad de decirle a Alexa lo que sientes, así que diviértanse.

A lo lejos vi a Daniel regresar. Me tomó de la mano para salir, cuando alguien me agarró del brazo y me dijo: “señorita, aquel caballero quiere invitarla a tomar una copa”. Miré en la dirección que me indicaba, era el Sr. Garza, que con una sonrisa levantaba su copa. Pero yo no quería nada que ver con él, así que me negué, indicando al caballero que yo venía acompañada con mi novio y que le agradeciera su invitación, pero no me interesaba. Al escuchar Daniel que había dicho que era mi novio, sonrió felizmente y me jaló para salir lo más rápido. Aquel caballero regresó con su amo, pero a lo lejos vi que se enojó, aventó su copa, se levantó y empezó a caminar en nuestra dirección rápidamente.

Alexa - “Dani, salgamos rápido, creo que no le agradó mi respuesta al Sr. Garza.”

Daniel - “Alex, dime la verdad ¿pasó algo con él? Porque nos está siguiendo.”

Alexa - “No lo sé, por favor, salgamos.”

Daniel buscó rápidamente un taxi, pero cuando sentí aquel hombre detrás de mí, estaba muy enojado.

Gael - “Señorita Alexa, al principio no la reconocía, pero el día de hoy se ve muy bien. Me pregunto ¿por qué no aceptó mi invitación?”

Alexa - “Sr. Garza, disculpe, pero vengo acompañada.”

Gael - “¿De su novio? Por lo que entendí o escuché mal.”

Daniel regresó y me jaló del brazo.

Daniel - “Buenas noches Sr. Garza, un placer hablar con usted, pero ya nos tenemos que retirar, mi novia no se siente bien.”

Gael - “Su novia, yo tenía entendido que la señorita no tenía novio.”

Alexa - “Sí, eso es cierto, pero hoy nos hicimos novios.”

Gael - “Perdón, no lo sabía. Disculpen si los molesté.” (voz burlona)

Daniel - “No es ninguna molestia, si nos disculpa, nos retiramos.”

Nos despedimos y subí al taxi con Daniel.

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