Eso es por costumbre

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El ambiente entre la familia de Adalet y la familia de Fabiola no es nada agradable. Axel no ve con buenos ojos a Gael. Belén tampoco está muy contenta al saber que Jaqueline es la madre de Fabiola. Por suerte Liam y Adalet vuelven al pasillo. Unos minutos después llega Byron, y de nuevo la tensión aparece.

— ¿Cómo está Fabiola? — Pregunta el.

— ¿Te importa? — Jaqueline no responde de buena gana.

— Byron tú no tienes nada que hacer aquí. — Reclama Liam.

— Se bien que no me toleras. Pero no tienes derecho a decir si estoy o no.

— Tal vez Liam no, pero yo si, soy la madre de Fabiola.

— Estoy preocupado por ella. Por favor permítame permanecer aquí.

Jaqueline está por responder cuándo sale el doctor. Todos se apresuran a preguntar por la salud de Fabiola.

— Ella está bien. Aún no está consiente, pero seguro mañana despertara. — Dice el doctor.

— Creó que ya es momento de que tú familia se vaya. — Le dice Jaqueline a Byron.

— Quiero quedarme. — Pide Adalet.

— Tu te puedes quedar.

— No vamos a dejar a mi hija. — Aclara Belén.

— Ady yo puedo avisarte de la salud de Fabi. Es mejor que e te vayas a tu casa. — Liam quiere alejar a Byron. Adalet termina aceptando para no causar más problemas. Todos se retiran. Excepto Byron. El se queda en una esquina dónde nadie lo ve.

Unas horas después Liam se mete a la habitación de Fabiola, le toma la mano y se la besa.

— Tienes que estar bien. O no podré vivir.

Fabiola abre los ojos de a poco y lo ve.

— Amor. — Le habla ella.

— Pensé que ibas a despertar mañana.

— No termines conmigo. — Le pide ella con una voz apenas audible. — Te amo.

— También te amo. Pero ya hablamos de ésto. Tú no...

— No digas que no te amo. — Pide Fabiola con voz suave. — Te amo muchísimo. Más de lo que tú imaginas.

— Mentirosa. — El sonríe sin ganas.

— Dame una oportunidad. Por favor.

— Ya te di, pero tú no me amaste.

— Si te amo. — Ella intenta darle un beso, pero su fuerza no es suficiente.

— Descansa. — Liam le da un beso en la frente. Ella se duerme nuevamente.

Al día siguiente, Liam se quiere ir, pero Fabiola lo tiene bien agarrado del brazo, el intenta soltarse sin despertarla pero no funciona. Fabi despierta y lo ve.

— No te vayas. — Le pide con ojos tristes. Liam no se resiste y acepta quedarse. — Quiero decirte algo. ¿Puedes acercarte? — Le pide ella.

— Dime.

— Estoy cansada, por favor. — Liam acerca su mejilla y ella le da un beso. — Buenos días.

— ¿Era lo que tenías que decirme? — Pregunta el con una sonrisa.

— No. — Ella le da un beso en los labios. — Quiero decir que te amo.

— Fabi por favor deja de engañarte.

— No me estoy engañando. Ayer me di cuenta de eso. Mientras estaba en ese lugar, sólo pensé en ti. Sólo hablé de ti. Sólo quería verte a ti.

— Eso es por costumbre. No por amor.

— ¿Qué debo hacer para que me creas? — Liam no le quiere responder. — Dímelo, dime qué hago. — Súplica Fabiola.

— El amor. — Responde Liam. — Creeré que me amas si hacemos el amor.

— ¿Me tienes muchas ganas verdad? — Pregunta ella riéndose.

— No sabes cuánto. — Responde el, riendo también.

— Está bien. Lo haré. — Fabiola lo jala y besa sus labios.

— Hey, ¿Qué haces? — Liam la aparta.

— ¿No querías que me entregara a ti?

— Estás loca. Creó que te hizo daño la anestesia.

— Estoy bien amor. — Fabiola intenta besarlo nuevamente. Pero el no sede.

— Cuándo estes bien hablabamos. — Dice el e intenta salir de la habitación.

— Quédate. — Súplica Fabi nuevamente.

— ¿Dejaras de pórtate cómo una loca?

— Si. Pero quédate. — Liam se sienta a su lado. Unos minutos después entra Jaqueline y Gael.

— ¿Cómo estás? — Preguntan ellos.

— Bien. Cuándo Liam está aquí todo está bien. — Jaqueline y Gael están sorprendidos, la ven extraño, ella no quita sus ojitos enamorados de Liam. Incluso el está sorprendido de cómo lo está viendo. — ¿Verdad que mi novio es muy guapo? — Pregunta a su madre.

— Si. Claro. — Responde Jaqueline.

— Me quiero casar con el. ¿Te casas conmigo Liam? — El no quiere responder. — ¿Ya no me quieres? — Pregunta ella triste.

— Si te quiero.

— ¿Te vas a casar conmigo? — Liam sigue sin querer responder. — Papá dile a Liam que se case conmigo. — Gael no se quiere meter. El permanece en silencio. — Mamá, papá no me hace caso, dile tu. — Súplica cómo una niña pequeña. Jaqueline está en la misma situación que Gael. No quiere meter sus manos en eso.

— Estas sedada. No sabes lo que dices. Mejor duérmete. — Sugiere Liam.

— Si me duermo te vas a ir.

— No me iré.

— Promete que no te irás.

— Te lo prometo.

— Promete que te casarás conmigo. — Liam no quiere responder a esa propuesta. — No dormiré si tú no me lo prometes.

— Está bien, te lo prometo.

— Y vamos a tener hijos.

— Todos los que quieras. — Dice Liam para no llevarle la contraria.

— Quiero tres, dos niños y una niña.

— Está bien, vamos a tener tres. Pero ya duérmete.

— No te vayas.

— No lo haré. Aquí me quedó.

— Okay. — Ella le suelta el brazo. Luego observa a Jaqueline. — Mamá cuida que no se vaya.

— Si hija. Yo lo hago. — Fabiola se queda dormida casi de inmediato.

— Si quieres puedes... — Jaqueline es interrumpida.

— Me quedaré aquí, le prometí que lo haría. Ustedes deberian ir a desayunar.

— Te quedaste toda la noche. Mejor...

— No me hará cambiar de opinión. Me quedaré hasta que despierte.

.....

Byron permanente en una esquina, ve salir a los padres de Fabiola y piensa en entrar. El espera un momento y luego va a la puerta. La abre lentamente, y ve a Liam sosteniendo la mano de Fabiola.

— Si lo que acabas de decir fuera cierto, yo sería el más feliz. — Byron se pregunta que dijo ella. — Es mejor dejarte ir. No quiero ser quien impida tu felicidad. — Byron al escucharlo se siente complacido. Ahora tendrá una oportunidad para recuperarla.

....

Violeta está muy enojada, su novio se fue a ver a otra mujer. Y Además tuvo el descaro de aceptar que lo ama. Eso no la tiene satisfecha. Está pensando en armar maletas y volver a Italia, pero por el amor qué le tiene a Byron decide no hacerlo. Piensa dar batalla.

— Fabiola no se va quedar con el. — Asegura para si misma. Decide ir al hospital también. Quiere hablar personalmente con su rival.

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