Capitulo 17

Valentina:

Estaba en lo cierto, Laila no era una humano, algo estaba escondiendo y tenerla aquí podía ponernos en riesgo. Se lo advertí que no quería nada que fuera hacer que tomara la decisión de acabar con ella. Este era el mejor momento para hacerlo. Si Daemon se molestaba era algo que él sabía que no lo iba a dejar pasar. Así que no podíamos viajar mientras que esta la tengamos aquí.

Tomé todo lo que necesario para hacerla sufrir y conseguir algo que así fuera lo mínimo lo tendría que decir a las buenas o a las malas. Era lo que menos me importaba.

Caminé hacia el cuarto entrando donde se encontraban Beida y Dimitri. Sentí cierta tensión y no entendía el por que. Beida se levantó para ayudarme con todo lo que había traído.

Valentina: cuidado con eso.

Ella asintió soltando una encantadora sonrisa, Dimitri parecía no importarle nada… Miré que tenía de nuevo una mirada ausente con algo de tristeza.

Valentina: ¿discutieron?

Beida: No. Le pregunté pero no me dice nada.

Dejamos todo en la mesa, Dimitri se acercó mirándome. Él sonrió, pero su semblante no cambiaba para nada.

Cada uno tomó sus guantes poniéndolos…. Reí al ver a Beida que lo hacía de una manera que quería llamar la atención de Dimitri pero él solo estaba enfocado en lo que haría. Él tomó una inyección acercándose a Laila. Pisó con fuerza la palanca haciendo que la cama se levantara de mala forma soltando un fuerte ruido. El cuerpo de Laila rebotó, haciendo que empezara abrir los ojos.

Valentina: Laila, Laila… No quisiste escuchar. Solo tenías que decir la verdad.

Ella empezó a pasar su mirada hacia todo el cuarto para observar el lugar.

Valentina: Ni creas que he dejado algo que le sirva a Corina para saber el lugar. Has sido tan tonta en creer que tratas con simples mortales.

Laila: No sé de que hablas.

Beida: ¿Creíste acaso que nos importaría que tus ojitos tristes no te delatarían?

Laila: Tú eres… de lo peor.

Beida se giró dirigiéndole una mirada fulminandola con la mirada, parecía que no entendía que a Beida no le podía hablar de la manera que ella quería.

Beida: ¿DISCULPA? ¿TIENES ALGO QUE DECIRME?

Laila: Mirate Beida Gaudi. Te crees todo poderosa, intocable por estar a la sombra de Daemon, con protección de Guido y Dimitri, pero eres la más débil.

Ella sonrió con cierta frialdad.

Beida: ¿Eso crees? No necesito de la protección de nadie. Me he valido por mi misma.

Laila: Eso no es lo que dijo Guido.

Todos nos quedamos mirando a Beida… Ella empezó a caminar lentamente hacia Leila, reposó su mano en la camilla sonriendo…

Beida: Cosa… ¿crees que tus palabras me duelen? ¿Crees que tus palabras significan algo para mi?

Laila: No, claro que no…

Laila empezó hablarle un voz baja para que no escuchemos Dimitri ni yo.

Laila: Mis palabras a ti no te hacen efecto, pero que tal a tu noviecito. Él sabe que mientras hacen el amor los brazos, los besos y las caricias que sientes son como si fuera Guido.

Beida le soltó tremendo golpe a puño cerrado en su estomago…

Amigos lectores, como saben esta parte no podremos compartirla en la aplicación debido a las normas y reglas que tiene Novel Toon. En el Instagram de la novelas: lucymomhistorias, encontrarán parte del capitulo así como donde lo podrán leer completo.

Esta parte no es apta para personas sensibles ya que el contenido es un poco fuerte por la violencia que tendrá en esta parte. Espero como siempre su comprensión.

Solté un gran respiro mirando mi arte… Nos faltaba mucho para aprender. Pero teníamos la mayor parte del conocimiento.

Beida salió detrás de Dimitri, me encaminé quedándome en el marco de la puerta, ella lo sostuvo tan fuerte como pudo tratando que Dimitri se detuviese.

Beida: ¿Qué te sucede?

Dimitri: Nada.

Beida: No, a mi no me vengas con que no te pasa nada.

Dimitri: ¿el hijo es mío?

Me llevé la mano hacia mi boca tratando de ocultar mi asombro ante las palabras de Dimitri para Beida. Solo escuché una fuerte cachetada. No quería ni moverme. Me quedé quieta sin siquiera querer intentar salir. Escuché unos pasos apresurados. Asomé medio cuerpo escuchándose un fuerte portazo. Cerré los ojos. Negué con la cabeza. Miré que Dimitri ya no estaba por el pasillo.

Giré mi cuerpo mirando hacia arriba donde colgaba el cuerpo de Laila. Claro, eso tuvo que haberle dicho para que Dimitri estuviera así. Negué con la cabeza.

Salí del sentido contrario de donde nos encontrábamos. Entré a la cocina donde se me quedaron viendo, tenía un poco de sangre en mis brazos y manos. Empecé a lavarme las manos llevando agua en mi rostro. Lisa me entregó una toalla para poder secarme. Salí al patio para hablar a dos de los chicos.

Hombre: Señora.

Valentina: Hola. Me ensillan a Gitana por favor.

Hombre: si señora.

Sinceramente me dolieron las palabras de Dimitri, no quería pensar en lo que Beida podría sentir en este momento. Quería ir tras de ella pero tampoco era algo que se tomaría a la ligera. Además necesitaba su espacio por todo lo que también esa loca le había dicho que la sacó de sus casillas.

Los chicos trajeron a Gitana. Me acerque a ella.

Valentina: Hola, mi niña. ¿Cómo estas?

Pasé mi mano encima de su cabeza, estaba totalmente hermosa, como siempre ella podía sentir lo que me pasaba, aunque no fue directo hacia mi pero me sentía triste por Beida. Me subí montando a Gitana, tomé las riendas, miré hacia la habitación de Beida. Solté un gran respiro, agité las riendas donde Gitana salió galopando tan rápido, sintiendo el aire golpear por mi rostro. Mis ojos se llenaron de lagrimas y no por que Daemon en algún momento haya duda, más bien por que cualquier tema referente a los hijos de quien sea dolía. Una perdida al menos sabes que ya no estará cuando se mencione, pero una duda… Una duda siempre podrá marcar.

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**Valentina**

**Laila

**Beida**

Dimitri**

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