Capitulo 12

Corina:

Cubría mi rostro con mis dedos, estaba pensando en como tenía que proceder ahora con la nueva situación con Valentina. La puerta se abrió rompiendo mis pensamientos. Sonreí cuando miré a Ken que había llegado.

Corina: ¿Cómo estas?

Ken: Vine a ver a la reina de mi corazón.

Corina: Vamos, quiero que esto sea por las buenas y nada de estarla provocando.

Me levanté, sacudí un poco mi vestido mirando a Ken que estaba con muchas ansias de ver a Valentina. El momento estaba claro que llegaría para que ellos contraigan matrimonio, además estaba en espera de los documentos de Valentina tal como me dijo Daemon que lo haría. Caminé hacia la salida, abrí la puerta. Ken seguía en todo momento mi paso.

Ken: ¿Ella sabe que tendrá que casarse conmigo?

Corina: No, claro que no. Hay por Dios santos, la mujer acaba de presenciar que le maté a su hija. ¿Crees que le voy a decir?

Ken me miraba molesto, pero me molestaba el simple hecho que pensara que podía mandar sobre Valentina… Me detuve girando mi cuerpo, lo empujé levemente.

Corina: Te lo advierto. No es el momento de que toques el tema sobre un matrimonio.

Ken: De acuerdo.

Abrí mis ojos tan grande llevándome la mano a mi pecho, la puerta de la habitación de Valentina estaba abierta, miré por ambos lados, no estaban los hombres de seguridad. Saqué mi arma al mismo tiempo que lo hizo Ken, empujé un poco más la puerta haciendo que se abriera por completo, miré toda la habitación cubierta de sangre…

Valentina estaba ejercitándose con una sabana donde había un hombre atado del cuello mientras ella jalaba como si estuviera haciendo contra peso. Miré a Ken que él no apartaba su mirada de ella. Se detuvo al sentir nuestra presencia. Ella soltó la sabana escuchando caer sin vida el cuerpo que la estaba ayudando hacer ejercicio.

Corina: ¿Por qué lo hiciste?

Valentina 2: ¿Es mi casa no? ¿Por qué me quieren impedir la salida?

Ella se acercó a mi caminando como si no le importara nada. Apartó el arma que tenía en mi mano. Se detuvo mirando a Ken, me miró llena de odio y al parecer le molestaba la presencia de Ken.

Valentina2: Quiero Salir, no quiero vigilancia, quiero recorrer mi villa, quiero recorrer todo el lugar.

Corina: Sola no.

Valentina2: Como quieras. De una vez te digo que tenemos que empezar a movilizarnos antes que Daemon intente venir por mi.

Ken: (garraspeo) No lo hará. Ese fue el trato Tú por la vida de Beida.

Valentina2: Bueno… Aun así.

Empezó a salir del cuarto caminando realmente como si no tuviera el mínimo dolor por su hija. Puede que en este momento sería el peor tema que pudiéramos hablar, pero quería escucharla, quería saber que pensaba, quería saber lo que estaba sintiendo.

Se detuvo girando para mirarme…

Valentina2: Para asesinarme, vas a necesitar más que una simple arma.

Corina: Espera tenemos que hablar.

Valentina 2: Voy a darme la ducha. Si quieres entras. Claro este hombre no.

Sonreí ante sus palabras, Ken solo me miraba, ¿Acaso pensaría que Valentina era una mujer que se le arrojaría a los brazos solo por que él así lo quería? Negué con la cabeza sonriendo.

Entré al baño donde ella empezó a quitarse la ropa, admiraba su perfecto cuerpo, como si realmente no hubiera tenido un hijo. Nadie lo tendría en cuenta.

Valentina2: Te escucho.

Me acerque a ella. La miraba un poco tranquila después de todo lo que había pasado pensé que sería peor su reacción.

Corina: Hija, no debs asesinar a los hombres que te cuidan.

Valentina2: En casa de Daemon me sentía presa, no podía hacer mis cosas, siempre estaban todos a mi alrededor. Así que no intentes hacer que también me sienta así aquí.

Levanté las manos en forma de rendición, ya la notaba un poco más alterada, tragué saliva…

Corina: Pensaba que Daemon te trataba bien.

Valentina2: solo cuando tenía que solucionar las entregas, por que los demás siempre fueron maltratos. Me quería hacer pagar por la muerte de su esposa Iddy, mujer que ustedes me obligaron a ver que la asesinaran.

Corina: Vamos despacio, ella era enemigo. Nunca dejó de serlo. Así que vamos a tranquilizarnos y claro que lo vamos a hablar pero cuando estes más tranquila.

Valentina2: Si crees que la muerte de mi hija la voy a dejar impune, también te equivocas. JALASTE EL GATILLO PERO FUE DAEMON QUIEN NOS ENTREGÓ. ASI QUE PARA MI LOS DOS SON LOS CULPABLES DE PERDER A MI HIJA.

No, este sin duda no era el momento para hablar con ella, cerró la llave de la regadera tomando las toallas para empezar a secar su cabello, me gustaba observar su perfecta silueta, el movimiento de sus pechos cuando se sacudía el cabello. Entre abrí mis labios dándome cuenta que Valentina es la mujer perfecta para mi vida. Le sonreí pero ella solo me miraba con cierto enojo. Me acerqué para acomodarle la toalla. Ella me seguía con toda la desconfianza del mundo. Tomé la toalla, para empezar a secarle un poco el cabello, ella tomó la otra toalla enrollándosela en su cuello. Cerré mis ojos mientras disfrutaba como estaba el roce de sus dedos con los míos.

Me acerque a su oído, rozando mis labios en su lóbulo.

Corina: Quiero que sepas que Daemon es el causante de que perdieras a tu primer hijo… No realmente fui quien lo ordenó. Él no quería hijos, claro en la entrega tú ya estabas embarazada, él mismo me lo dijo cariño. Debes querer desearlo,…

Valentina2: Como dije, tanto a ti como a él les llegará su hora.

Ella se apartó abriendo la puerta del baño. Levanté mi mirada viendo que será de lo más rápido en tratar de convencer a Valentina sobre la culpabilidad de Daemon. Eso sin duda sería mi mejor logro. Que ella misma me lo traiga hasta aquí. La pobre que piensa que vendrán por ella. Solté un gran respiro, quería ver como poco a poco empezaría a ceder ante mis deseos igual. Solo me quedaba para consentirla como ella se merece.

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