Capitulo 11

Beida:

Me levanté muy temprano… Me sentía un poco con nauseas, estaba claro que el embarazo no todas lo presentamos bien.

Dimitri ya estaba levantando y quien sabe donde se andaría. Así que salí de mi habitación, miré hacia la ultima puerta del pasillo donde estaba la habitación de Daemon, estaba claro que esos si que no se iban a despertar por nada del mundo temprano.

Bajé las escaleras recorriendo un buen pasillo. Me encontré a la nana de Valentina.

Nana: Mi niña. ¿quiere algo para desayunar?

Beida: Un poco de fruta nada más.

Miré a Guido que entraba en la habitación de la loca Leila. Caminé hacia el cuarto, me paré viendo un poco atrás de las paredes de cristal, puse mi código para entrar. El foquito marcó en color rojo… Guido levantó su mirada sonriendo mientras negaba con la cabeza. Él se acercó abriendo la puerta.

Me cedió el paso cerrando de nuevo.

Beida: ¿Sabes cuando quedarán nuestros códigos de nuevo?

Guido: Me imagino que hoy.

Miraba a la loca que estaba empezando a removerse.

Guido: ¿sabes? Creo que la razón por la que me aferré tanto a ti, es por que fuiste mi primera vez en muchas cosas. La persona por la que realmente sentí algo muy fuerte y quien quería que se quedara en mi vida.

Miré fijamente a Guido.

Beida: Lo sé. Querías que me quedara en tu vida, pero no me cuidaste para hacerlo.

Leila: ¿Dónde estoy?

Miré a Guido caminando hacia ella. La miré fijamente, solo por ser igual a Falon no me daban ganas de acabar con ella. Así que la miraba con cierta desconfianza.

Beida: ¿Dónde crees? Con tu mami Corina No.

La chica negó con la cabeza. Presioné el botón para que la camilla se levantara poco a poco. Sinceramente sea o no cierto que ella no sabe de pelea, me daba pena. No tanto por el simple hecho de mirarla de esa manera sino que también quería tratar de investigar un poco sobre ella. Recordé que cuando Valentina había saqueada la mansión de Lui ella había agarrado muchas carpetas de las chicas que Corina se dedicaba a programar, en alguna debió estar chica o quizá entre varias carpetas. Algo tendríamos que tener.

Me di la media vuelta caminé hacia la puerta, miré a Guido para que me abriera. Pero miré a la nana de Valentina que había llegado con mi traste de fruta y ella pasó su código.

Guido: ¿Te vas?

Beida: Disfruta la compañía de esa loca.

Laila me miró sin entender el motivo de mis palabras, sonreí llevando mi mano en el antebrazo de Guido. él solo me miró siguiéndome hasta que salí por completo.

Beida: Gracias por abrirme.

Nana: De nada mi niña.

Miré por última vez a esa loca que no me apartaba la mirada entré con Anna a la cocina para poder comer mi fruta que buena falta me hacía.

Guido:

Solté un gran respiro, negué con la cabeza.

Laila: Ella es Beida ¿Verdad?

Entre cerré mis ojos, al parecer no estaba muy perdida de quienes éramos.

Guido: Si. Lo es.

Laila: Lo vi por la mirada que tiene, es muy bonita, pero demasiado pretenciosa.

Solté una pequeña sonrisa negando con la cabeza, realmente para mi Beida no era nada pretenciosa, conocía sus motivos de ser así con las personas nuevas que estaban a su alrededor, ahora que si Laila decide provocarla, no creo que sea una buena elección sabiendo que su instinto de Beida, pocas veces se confunde.

Tomé su brazo viendo como iba la fractura.

Laila: Valentina me enseñará a pelear.

Guido: De hecho lo más seguro es que sea Beida.

Laila: Pero me odia.

Guido: Es un plus entonces.

La miré fijamente cuando ella apartó su mirada, pasé mi mano suavemente en su brazo sin apartarle la mirada. Había algo que no sé. Negué con la cabeza. Tomé la inyección para poder ponerle el medicamento. Lo puse en su suero. Ella no podía hacer mucho en este cuarto, así que me senté. Tomé el móvil saliendo de la habitación. De todas maneras estaría vigilada en todo momento.

Beida:

Terminé mi desayuno, me levanté para llevar mi traste en el lavamanos cuando sonreí viendo a mi hombre que disfrutaba de hacer ejercicio, estaba haciendo lagartijas como todo un buen profesional. Estaba solo con una mano subiendo y bajando. Me acerqué sin hacer nada de ruido. Me recosté en el césped rodando para poder estar debajo de él.

Llegué quedando de bajo de su cuerpo. Él bajó dejando un beso en mis labios para volver a subir, lo hizo varias veces. Levanté mi pierna sin querer golpeándolo en sus partes. Él se dejó caer un poco encima de mi recostándose al lado evitando golpearme.

Beida: Hay… Lo siento…

Él se llevó sus manos en sus partes. Negó con la cabeza abriendo sus ojos para mirarme. Me llevé mi mano hacia mi boca sentándome en el césped.

Dimitri: que estes embarazada no te da motivos para querer dejarme sin descendencia.

Reí, haciéndole ojitos… él se arrojó hacia mi haciéndome cosquillas… sentía su calor de su cuerpo húmedo por el sudor que tenía por haber hecho ejercicio.

Se puso encima de mi sosteniéndose de los brazos. Giré un poco mi rostro para besar su brazo que estaba cerca de mis labios.

Dimitri: ¿Cuándo supiste que estabas embarazada?

Beida: Días antes de la entrega de Valentina. Te iba a preparar una sorpresa pero pues ya andaba molesta.

Él se dejó caer en el piso. Se acomodó dejando su cuerpo junto al mío me giré un poco hacía él mirando sus hermosos ojos de color entre grises, azules o verdes, me encantaban. Pasó sus dedos ligeramente por mi mejilla.

Dimitri: ¿En verdad creíste que Daemon entregaría a Valentina?

Beida: Él plan era entregarla y a los pocos días ir por ella.

Él se levantó me extendió la mano, le entregué la mía donde me ayudó a levantarme. Me hizo señal para que lo siguiera. Me tiré en su espalda.

Beida: Arre caballito… Arre… Arre.

Dimitri era genial, caa vez me enamoraba más de él, tenía algo que me atraía tanto que no quería que por nada del mundo se atreva a ver a otra mujer. Llegamos a una zona donde estaban todos los cargamentos estaban, lo miré, él puso su código donde me tomó de la mano ayudándome a entrar. Las capsulas de Corina.

Beida: ¿Para que las queremos?

Dimitri: solo esta nos va a servir, las demás tengo entendido que las va a eliminar Daemon. Él no cree en duplicarnos. Es peligroso. Además los pensamientos tienen que hacer el enlace, así como la doble de Valentina lo hizo.

Beida: No entiendo.

Dimitri: Valentina estaba conectada a la segunda. Al sentir la tensión y sentir la tensión al ver a su hija en serios problemas hizo que lograra el último paso de Ser un Alfa. Daemon lo obtuvo de nacimiento y claro al ver a su familia ser asesinada, Guido lo obtuvo cuando te dañaron y no pudo hacer nada por ti. Yo, cuando asesinaron a mi familia, tú, cuando tuviste el enfrentamiento con Marietta cuando regresamos al lugar donde supuestamente Valentina había sido asesinada.

Miré a Dimitri, entonces todos nosotros ya éramos alfas desde ese entonces.

Beida: Entonces por que no podemos matar a los jefe de la mafia.

Dimitri: Por que ni Corina, ni Vanessa saben. Tampoco queríamos que ustedes lo supieran. Muchas veces el instinto nos traiciona y podemos dañar a las personas que queremos. Como fue el caso de Daemon con Valentina. Ahora los dos son alfa solo que Daemon es el que domina a Valentina.

Dimitri se acercó a mi abrazándome por la cintura. Me alzó, enrollando mis piernas a su cintura.

Dimitri: Cada palabra que me dijiste me dolió.

Beida: Es que no sabía.

Me recostó en uno de los sillones que estaban en el lugar junto a una mesa. Él bajó su pants quedando expuesto ante mi. Lo acercó a mi boca pudiendo disfrutar un poco de él. Lo miraba sin apartar nuestra mirada, me encantaba la manera que empujaba para que lo pudiera sentir mejor. Lo sacó de mi boca apartando mis bragas entrando poco a poco en mi.

Mis piernas apretaron un poco su cuerpo mientras él había entrado. Empezamos hacer el amor como siempre, donde fuera y cuando fuera.

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Beida

Dimitri

Falon

Guido

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